La CGT adelantó la marcha por el Día del Trabajador al 30 de abril y activó un operativo para blindar las leyes laborales en el Congreso

En un contexto de creciente tensión económica y política, la CGT resolvió adelantar al 30 de abril la movilización por el Día del Trabajador, que originalmente estaba prevista para el 1° de mayo. La decisión fue tomada este martes durante una reunión del Consejo Directivo de la central obrera, y responde a motivos organizativos: varios dirigentes plantearon que muchos trabajadores aprovecharán el feriado para descansar, por lo que consideraron más efectiva una jornada de protesta en día laborable.
La movilización tendrá lugar desde la avenida 9 de Julio hasta el Monumento al Trabajo, con concentración prevista para las 14 horas y recorrido por calle Independencia. Según confirmaron fuentes sindicales, el acto también servirá como escenario para mostrar unidad política, ya que por la tarde la conducción de la CGT recibirá en su sede de Azopardo a gobernadores peronistas, con especial expectativa por la participación del mandatario bonaerense Axel Kicillof.
En paralelo, la central obrera activará una estrategia de defensa del marco legal laboral vigente. El Consejo Directivo avaló la visita de representantes sindicales a la Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados, prevista para la próxima semana. Allí expondrán su rechazo a iniciativas parlamentarias que proponen modificaciones a la Ley de Asociaciones Sindicales.
El objetivo es claro: frenar posibles avances legislativos del oficialismo y de sectores aliados que buscan introducir reformas laborales y previsionales. La CGT anticipa que el reciente acuerdo del Gobierno con el FMI, acompañado de una nueva devaluación, podría tener efectos negativos inmediatos en los ingresos de los trabajadores, al disparar aún más los precios y profundizar el deterioro salarial.
En la sede de Azopardo no hay dudas: la inflación ya está en marcha y será uno de los factores que recrudezca el malestar social. La marcha, además de conmemorar el Día del Trabajador, será una expresión política frente a las políticas de ajuste y un intento de revalidar el rol de la CGT como actor clave en la disputa por los derechos laborales.