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La Casa de la Cultura y un deterioro prematuro

No hay duda alguna que el caprichoso clima viene haciendo estragos a lo largo y ancho de la Argentina. Ahora bien, resulta increíble e inconcebible que el refaccionado edificio de la Casa de la Cultura, reinaugurado hace dos años hoy exhiba severos deterioros.

 

El histórico inmueble, objeto de un proceso de ampliación, restauración y puesta en valor con millonaria inversión, fue transformado por la firma Szczech y Szczech.

En la casona construida entre 1885 y 1887 se planteó la realización de la ampliación del edificio por calle 9 de Julio, con un ingreso habilitado al público por calle 9 de julio y un ingreso administrativo por calle Carbó.

 

La obra incluyó reformulación de espacio, estableciendo locales que albergan funciones de Sala de Auditorio con capacidad para 125 personas sentadas, depósitos generales y camarines, oficinas, sanitarios y circulaciones verticales.

 

Se generó además una oficina de información sobre el ingreso administrativo, en el patio principal se preestableció un escenario de tipo fijo con el fin de ser utilizado como tal y como apoyatura del servicio de buffet.

 

En la planta alta se ubicaron las oficinas administrativas y salón de usos múltiples de capacidad para 70 personas, que sirve de apoyatura para las actividades planteadas. La planta alta del edificio original se adecuó para albergar en todos sus espacios muestras o exposiciones de artes plásticas.

 

Ahora bien, tras las últimas lluvias intensas, el techo de la edificación nueva tuvo múltiples filtraciones y el cielorraso del espacio de usos múltiples se vino abajo.

Por su parte, el ascensor tiene dificultades de funcionamiento por permeabilidades a raíz de las inclemencias meteorológicas y de presuntos vicios de construcción.

 

Más de siete millones de pesos le costó el Gobierno de la provincia la restauración del hasta allí muy deteriorado inmueble. Por ello es que sorprende e inquieta que la naturaleza haya hecho tanto daño de modo tan prematuro. E inevitablemente surge la incertidumbre en cuanto a qué podrá suceder con escuelas y otras obras realizadas e inauguradas en los últimos dos años y las por inaugurar aun.

 

Somos conscientes que el clima ha cambiado y en todo el país se vislumbran innumerables coyunturas con toda clase de daños por diversos fenómenos meteorológicos, no obstante sería muy esclarecedor se tributen detalles desde el área competente y/o desde la misma empresa constructora, respecto a por qué se han constatado -en forma tan precoz- daños en techos, cielorrasos y fisuras que han tornado complejo el normal servicio del ascensor.

 

Un toque de atención rotundo, contundente para el Gobierno, nada menos que en la cuenta regresiva rumbo a las Elecciones 2015.