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Kobe Bryant, paradigma ideal del deporte en el Siglo XXI

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Kobe Bryant es un jugador único, capaz de sufrir lesiones y jugar con ellas dispuesto a darlo todo y esforzarse a limites inimaginables para el ser humano. No conocemos jugador con tanto coraje y tesón  y por supuesto capacidad de trabajo como Kobe quien pondría la mano en el fuego para que sudara sangre si es necesario, autogestionandose y exigiéndose según la parte del juego en el que debe adoptar decisiones cruciales.

Justo cuando más lo necesitaban los Lakers, Kobe Bryant ha sufrido la lesión más grave en toda su carrera que lo mantendrá fuera de las canchas por un largo tiempo. La noche del viernes 12 de abril del 2013 será recordada por Kobe Bryant como la peor noche en sus 17 años de carrera en la NBA.

Y es que Los Ángeles Lakers están disputando un cierre de temporada muy emocionante por la lucha del último puesto para entrar a los Playoffs. El partido crucial era ante los Golden State Warriors liderados por un inspirado Stephen Curry intratable (47 puntos)  

El juego tuvo avisos de que algo raro podía pasar para la Black Mamba. Venía de jugar 48 minutos en su anterior partido y promediando 45 minutos en el mes de abril.

Repasemos… tuvo un primer choque al intentar una penetración y golpearse fuertemente la rodilla izquierda.

Luego, al realizar un giro, volvió a recibir un golpe, esta vez en la pantorrilla derecha. Pese a esto, Kobe no descansó y siguió jugando.

Pero todo se volvió negro cuando quedaban casi 3 minutos por jugar. Kobe Bryant recibe el balón en la zona de triple para intentar un uno contra uno con su defensor, Harrison Barnes. En un intento de penetración por su lado izquierdo, Kobe cayó al suelo e inmediatamente se tomó su tobillo izquierdo y comenzó a golpearlo contra el suelo, como para encajarlo nuevamente. El estadio se enmudeció.

Kobe se fue al banco y el equipo médico de inmediato notó que la lesión de Kobe no era menor. Sin embargo, Kobe entró a la cancha porque los árbitros habían cobrado foul de Barnes y Kobe debía lanzar tiros libres. Kobe encestó los dos tiros, casi apoyándose en un solo pie y empató el partido. Acto seguido, Kobe abandonó la cancha directamente hacia los camarines.

Lakers pudo conseguir la victoria sin Kobe Bryant en los minutos finales con un marcador de 118-116. Fuera de la cancha, se comprobaba lo peor: sufrió un desgarro del tendón de Aquiles de su tobillo izquierdo, lesión que lo mantendrá fuera de la cancha entre 9 y 12 meses. Una noticia devastadora para toda la franquicia y los fanáticos de los Lakers.

Reflexión

Inevitable trazar un paralelo con nuestros deportistas… A diario vemos por tele partidos de fútbol AFA (1ª y Nacional B), del básquet de Liga o TNA, como hasta algunas contiendas sobresalientes del fútbol mundial con protagonismos de atletas argentinos.

Sobran, abundan las imágenes de jugadores de ambos deportes que caen aparatosamente, a veces por infracciones severas, o en la mayoría de los casos concretando actuaciones teatralizadas que ni siquiera sus compañeros creen.

Aparte de esos “pícaros” que simulan con el objeto de hacer echar a sus rivales, o aprovechar sanciones cerca o dentro del área rival, están quienes viven saltando ante la menor “pata” fuerte y prefieren resignar la acción para evitar ser presuntamente “talados” o simplemente despojados con vehemencia de la pelota.

También están los que sienten el menor pinchazo o molestia óseo-muscular y se tiran en el campo pidiendo el cambio de inmediato.

Reitero… Se ve en el fútbol y en el básquet, y muy especialmente, varios de esos “astutos” son los que cuentan con mejores condiciones contractuales y no tienen la más mínima vacilación de auto-marginarse de un cotejo esgrimiendo que buscan “evitar agravar una lesión”.

Que cada colega especialista haga un repaso de la cantidad de partidos de las principales figuras del fútbol y del básquet. Basta repasar esos archivos para darle forma a nuestra apreciación. Hay copioso material documental para reafirmar ésta aseveración.

Por eso es que NO SOLO los profesionales del fútbol y del básquet deberían seguir el ejemplo de Kobe. Entrenadores del amateurismo y esencialmente FORMADORES, tendrían que concientizar a sus dirigidos que las artimañas, las tretas, los artificios, LA MENTIRA y hasta LA COBARDÍA, el EGOÍSMO, la MEZQUINDAD son sinónimos de MEDIOCRIDAD, de PEQUEÑEZ.

Kobe Bryant NO TRANZA con los golpes, con las lesiones. ¡Y eso que es multimillonario!!! Él quiere estar SIEMPRE dentro de la cancha, todo lo posible. Y si no lo hace jugando, lo hace entrenando, siempre al CIENTO por CIENTO.

¡Lástima que no es argentino! Aun así, un modelo a imitar. Que así sea…