Julio Piumato logró su octava reelección y revalidó su poder en el gremio de judiciales
|Julio Piumato es el jefe de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación (UEJN) desde 1990. Con casi el 85% de los votos, logró el martes su octava reelección en cadena al frente de un gremio que reúne a 15.500 personas en todo el país. La elección tuvo una particularidad: uno de los opositores fue su actual número dos, Luis Bechis, un dirigente de Tierra del Fuego que desafió a al eterno jefe con el argumento de que tiene al gremio en un puño y de conservar “una relación muy personalista” con la Corte Suprema.
Exaliado de Hugo Moyano, Piumato conserva su poder en el gremio judicial, que negocia salarios y condiciones laborales con los jueces del máximo tribunal. El dirigente se diferenció tras la última reunión del consejo directivo de la CGT en la que se debatió sobre la posibilidad de activar una protesta callejera en contra de la Corte por el avance de Horacio Rosatti en el Consejo de la Magistratura. Lo que el kirchnerismo llamó “golpe institucional”. La nueva número dos de Piumato es Maia Volcovinsky. Ella fue la encargada de defender la posición de la Corte en el debate interno del sindicalismo sobre el tema.
“Se planteó la cuestión con bastante ignorancia y nuestra compañera [Volcovinsky] clarificó la cuestión desde el punto de vista jurídico y desde lo que dice la Constitución Nacional. Explicó que no era un tema que tenía que debatir el movimiento obrero. La CGT no tenía que opinar sobre este tema porque lo tiene que resolver la clase política”, dijo Piumato hace unos días en radio Zónica. Fue un mensaje en defensa de la Corte antes de la marcha impulsada por sectores del kirchnerismo.
La lista de Piumato obtuvo 9161 votos mientras que la de Bechis 1231. Hubo una tercera candidata, Marcela Botticini, que cosechó apenas 508 votos. Así, el oficialismo judicial conservó su liderazgo en las 24 seccionales del país.
A pesar de haber ganado cómodamente, Piumato observa cada vez más como una amenaza el crecimiento del Sindicato de Trabajadores Judiciales (Sitraju), que obtuvo su personería gremial en la Ciudad de Buenos Aires y que podría extenderse por todo el país. El gremio que conducen Juan Manuel Rotta y la camporista Vanesa Siley quedó ahora en condiciones de disputarle la representación de los trabajadores judiciales porteños y de sentarse a la mesa de negociación salarial.
Siley, actual integrante del Consejo de la Magistratura por ser diputada del Frente de Todos, desafió a Piumato en las urnas hace ocho años. Lo derrotó en Capital Federal y desde entonces decidió abrirse de la UEJN y formó el Sitraju. La disputa con Piumato sigue vigente, y no solo por la representación de los empleados del Poder Judicial. La pulseada es también política. El año pasado, por ejemplo, mientras que Siley estaba dispuesta a avanzar contra la Corte, Piumato aplaudió el fallo provisorio del tribunal por el recurso de per saltum que presentaron tres magistrados apuntados por el kirchnerismo. “El fallo de la Corte fue perfecto”, elogió el viejo líder.
Aliado de Hugo Moyano en las protestas callejeras contra el menemismo y en la denuncia por los sobornos en el Senado durante la gestión de De la Rúa, Piumato rompió su alianza con el jefe camionero a medida que escaló su tironeo con Siley. Una foto de Pablo Moyano con la diputada camporista dinamitó por completo el vínculo. También otra que da cuenta de cómo ella ofició de nexo para la reconciliación entre el jefe camionero y Cristina Kirchner. Desde entonces, Piumato dejó de formar parte del círculo íntimo moyanista. También del kirchnerismo, al que defendió en acolarados debates televisivos y por redes sociales.1