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Jueza Barbagelata: “Para poder hacer justicia necesitamos pruebas”

La jueza Barbagelatta recibió innumerables críticas durante toda la jornada de ayer a raíz de sus declaraciones inherentes a la trágica coyuntura que conmovió a toda Paraná, con el fatal desenlace que tuvo una irresponsable conducta de quien conduciendo un auto en estado de ebriedad y, aparentemente intoxicado por estupefacientes, arrolló -frente a la Escuela Del Centenario- a dos niños provocando la muerte de uno de ellos, de tan solo 6 años. Por la tarde/noche la magistrada optó por esgrimir un discurso técnicamente y/o jurídicamente lógico, aunque distante de sus primeras expresiones.

 

La capital entrerriana está conmovida con los lamentables hechos de público conocimiento. Digamos que hay mucha indignación, bronca y la sensibilidad está al límite de la tolerancia, por ello, quienes se movilizaron en zona céntrica y fueron hasta Tribunales para manifestar su dolor, su fastidio y su angustia procurando Justicia, no escatimaron epítetos plenos de fastidio teniendo como blanco no solo a Silvio Díaz, a las autoridades de Tránsito municipal y Policía, sino que se focalizaron en la figura de la Dra. Marina Barbagelatta, que intervino en el lugar del accidente.

 

Se reprocharon a voz en cuello sus dichos tras el siniestro ya que ésta había criticado a los testigos del accidente que pretendieron linchar al conductor Silvio Díaz porque se percataron de su estado de inconciencia al volante.

 

“Lo primero que hice fue ordenar su detención, luego que se le hiciera dosaje alcohólico, examen de orina para ver si había ingerido algún tipo de psicofármaco, un hisopado nasal para determinar si había consumido estupefacientes; y mientras se realizan las pericias accidentológicas para determinar el exceso de velocidad con el que circulaba”, esgrimió la jueza a cargo del Juzgado de Instrucción Nº 6, ante las críticas a las cuales fue depositaria.

 

Barbagelata ratificó que “Para poder hacer justicia necesitamos las pruebas porque sólo con eso vamos a poder legitimar cualquier decisión que se tome contra él”.

 

“Entiendo la angustia de todos pero tenemos que entender que todo tiene un tiempo; necesitamos demostrar que este chiquito muerto es el resultado de un accionar delictivo; no es lo mismo circular a 40 km/h que a 130 y esas situaciones van a comprometerlo y a derivar en una acusación”, argumentó.

Como respuesta, siguió recibiendo abucheos y comentarios entre los cuales, aparentemente un policía vestido de civil espetó que “las pruebas ya se conocieron antes del mediodía. Usted no puede negar que ya las tiene en su escritorio. Siga los pasos legales, no se lo vamos a discutir, pero no nos diga que hay que esperar pues no debemos esperar nada. Usted es la que tiene que tomar el toro por las astas y decir la verdad. Este loco iba a más de ciento veinte kilómetros y estaba no solo borracho sino que drogado con cocaína. Diga la verdad. No dé más vueltas”.

 

En tanto, una señora, presuntamente empleada del Hospital San Martín le exclamó: “no se anima a decir que en el Hospital estuvo solo unos minutos. Lo querían linchar porque ya estuvo varias veces, alcoholizado, drogado y después de chocar varias veces. Todos los conocen ahí y lo querían matar porque el nene que murió es hijo de una compañera nuestra que también tiene una beba de nueve meses y debe velar a su pequeño, como cuidar al mayor que quedó en el San Roque sin saber lo de su hermanito”.

 

Mientras que otro joven profirió: “no mienta… llevaron a Díaz porque tiene no sé si la madre o quien trabajando en el Roballos. Lo van a terminar dejando ahí un tiempo protegiéndolo y después se les va a escapar. Pero ese tipo no puede salir más acá. Ese tipo no mata más a nadie”.

 

Hasta anoche, Díaz permanece alojado en la Alcaidía de Tribunales.En principio, la causa está caratulada como “homicidio y lesiones graves”, por lo que Díaz enfrenta una pena posible de entre 8 y 25 años de cárcel, y extraoficialmente, su defensor sería el Dr. Miguel Retamoso.