Juegos Olímpicos: el básquet argentino con panorama complejo pero conserva chances
|El seleccionado de básquetbol de la Argentina, actual subcampeón mundial, perdió hoy con España, el campeón del mundo, por 81-71 en Saitama y complicó su pasaje a los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, en un partido válido por el grupo C. Los parciales del encuentro fueron los siguientes: Argentina 25-20, 9-20, 19-21 y 18-20.
Argentina tuvo lo mejor en el base Nicolás Laprovittola (27 puntos, 4 asistencias y 2 robos) y en España sobresalió Ricky Rubio (26 tantos, 5 pases gol y 5 rebotes).
La derrota lo dejó al conjunto nacional con un registro de 0-2 y le dio la clasificación a España (2-0). Ahora, Argentina tiene un coeficiente negativo de -28 puntos y se jugará todo ante Japón el domingo a la 1.40 de nuestro país y previamente posará los ojos en República Checa (-14) frente a Estados Unidos por la zona A, ya que los dos mejores terceros pasarán a los cuartos de final.
Argentina arrancó con una intensa defensa y una mejor carga al rebote, tal como pidió Sergio Hernández luego de la dura derrota con Eslovenia (118-100 en el debut), y agregó en ofensiva una movilidad de pelota que le permitió a Laprovittola (10 puntos) destacarse en el inicio.
La defensa inicial en zona (1-2-2) se degradó minuto a minuto contra un fantástico Ricky Rubio (3-3 en triples y 1-1 en dobles) por lo que la ventaja de 12-3 se diluyó cuando un tiro exterior del hombre de Minnesota Timberwolves de la NBA llevó el tanteador a 16-15 para su seleccionado.
Rubio dejó la cancha por un golpe y eso resultó positivo para Argentina, que provocó siete pérdidas en los 10 minutos iniciales y encontró el camino con un equipo rápido de piernas, liderado por Facundo Campazzo (7) para irse 25-20 arriba.
España ajustó la marca en la primera línea, le cortó las transiciones rápidas a la media cancha nacional y lo obligó así a realizar ataques estancados, con posesiones largas y lo aventajó en la talla. En el otro aro se apoyó en la altura de Pau Gasol y en la mano encendida de Sergio Llull.
La falta de efectividad en el tiro exterior argentino -cerró con 5 de 15- y el dominio táctico español redondeó un primer tiempo en favor de los campeones mundiales por 40 a 34.
Con enorme paciencia y oficio, España se posicionó como el dueño del ritmo del partido. Ya Argentina no corrió, debió buscar ofensivas largas y en la zona de los tableros sufrió la ausencia de altura y de condiciones atléticas para hacerle frente a los dos pivotes que siempre colocó Sergio Scariolo en la cancha.
Rubio, MVP del Mundial de China 2019, le ganó el duelo a Campazzo y le sacó la cuarta falta en el final del tercero. Argentina extrañó la mejor versión de su conductor y padeció constantemente el ataque al aro del base español, que desencadenó en un 61-53.
El equipo nacional perdió totalmente la agresividad en los dos costados, se notó en el lenguaje corporal y en el abuso de un errático tiro de tres, en el que fallaron consecutivamente Nicolás Brussino y Gabriel Deck, de una jornada olvidable.
Los europeos mantuvieron los tiempos y le sacaron provecho al desánimo argentino para quebrarlo en el resultado (69-56) con 6 minutos por delante.
“Seamos inteligentes, bajemos la diferencia y terminemos como mejores terceros”, esbozó Sergio Hernández en un tiempo muerto pensando en el próximo partido con Japón cuando se vio 14 unidades abajo.
Sin embargo, Argentina solamente acortó a 10 (71-81) en el tiempo restante, de una noche japonesa complicada, que se reflejó en la bronca de Campazzo al sumar su quinto foul -rompió su remera-, fastidiado por el rendimiento propio, el colectivo y un arbitraje nefasto.