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Israel se convierte en el primer país del mundo en imponer un segundo cierre que será de tres semanas

Tal como estaba previsto, el Gobierno de Israel aprobó este domingo la decisión anunciada el pasado jueves, convirtiendo al país en el primero en establecer una segunda cuarentena. Las escuelas cerrarán sin definición sobre cuánto tiempo permanecerán sin funcionar. Todavía se esperan los detalles en un documento oficial en las próximas horas.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, el ministro de Salud, Yuli Edelstein, y el comisionado del Coronavirus, Ronni Gamzu, se dirigieron a la nación el domingo por la noche después de una reunión de gabinete de horas destinada a determinar el destino del país en las próximas semanas.

La decisión de imponer un cierre de 21 días desde la festividad de Rosh Hashaná (el Año Nuevo judío), que comenzará este viernes, hasta Sucot, que finalizará el 9 de octubre, fue aprobada por el gobierno después de una reunión que duró más de siete horas.

De esta manera, Israel se convierte en el primer país del mundo en establecer una segunda cuarentena por el virus. Sin embargo, muchos países, como España, Italia o el Reino Unido, están sufriendo una disparada de casos en una segunda ola de infecciones, por lo que podría no ser el único.

El cierre fue aprobado a pesar de que muchos ministros expresaron su oposición al plan que el gabinete del Coronavirus aprobó la semana pasada para ayudar a detener la propagación del nuevo virus. Se espera que el cierre comience a las 2 p.m. del viernes.

El plan era originalmente comenzar el cierre a las 6 a.m., pero los ministros la retrasaron argumentando que la gente necesitaba más tiempo para prepararse para el feriado.

El gobierno también aprobó que las escuelas sigan funcionando hasta el viernes, la víspera de Rosh Hashaná. Netanyahu dijo que el sistema escolar permanecerá cerrado por lo menos dos semanas y luego el gobierno considerará la apertura de preescolares y escuelas primarias, dependiendo de la tasa de infección.

No se permitirá al público alejarse a más de 500 metros de sus casas y se cerrarán las tiendas, restaurantes y todos los lugares de ocio que no sean esenciales.

Se espera que se permita que los lugares de trabajo privados sigan funcionando, mientras que en los próximos días se establecerá un esquema para el sector público.

“Si mantenemos las reglas, y estoy seguro de ello, derrotaremos al virus”, aseguró el primer ministro Netanyahu en la conferencia de prensa. “Veo la vacuna en camino, y veo las pruebas rápidas que están en camino”, sostuvo.

El mandatario aclaró que el encierro durará tres semanas, pero advirtió que podría ser extendido si no descienden los números de contagiados y pacientes en estado grave.

El sector público estará restringido a los mismos niveles que el cierre de marzo-abril, mientras que el sector privado podrá seguir trabajando como de costumbre, siempre que no acepten clientes.

Por otra parte, las reuniones se limitarán a 10 en el interior y 20 en el exterior, explicó el primer ministro, diciendo: “Esto puede ser lo más importante”.

“Sé que estos pasos son un precio muy alto para todos nosotros. No son las vacaciones a las que estamos acostumbrados. Ciertamente no podremos celebrar con nuestras familias extendidas”, se lamentó.

Además, prometió una compensación a los negocios afectados por el cierre.

Netanyahu insistió en que, como Israel fue uno de los primeros en reabrir sus economías en mayo tras el primer cierre por coronavirus, su economía no está tan mal. “Fuimos de los primeros en reconocer la magnitud del peligro”, aseveró.

En la conferencia de prensa, el ministro de Salud Edelstein dice que se permitirá al público reunirse y rezar en Rosh Hashaná y Yom Kipur, pero de manera “muy limitada”.

“Durante tres meses, traté de evitar un encierro. Hice todo lo posible para que pudiéramos vivir junto al coronavirus, con reglas aquí y allá”, expresó el ministro. “En las circunstancias que se crearon, no tuvimos elección”, agregó.

La reunión duró más de siete horas y fue acalorada, y los ministros se turnaron para atacar al Ministerio de Salud por no hacer lo suficiente para detener la propagación del virus. Algunos, como el ministro de Ciencia y Tecnología Izhar Shay (Azul y Blanco) y el ministro de Economía Amir Peretz (Avodá), lucharon contra el cierre, diciendo que el daño a la economía israelí será demasiado severo para que el país se recupere.

Por su parte, el ministro de Finanzas Israel Katz dijo que se estaban tomando decisiones difíciles, porque el Ministerio de Salud no hizo su trabajo correctamente. Afirmó que un cierre general de la economía israelí causaría graves daños a las empresas y a cientos de miles de otros desempleados.

Incluso antes de la reunión, por la mañana, el ministro de Vivienda y Construcción Yaakov Litzman (Judaísmo Unido de la Torá) anunció que dimitía de la coalición, escribiendo en su carta de dimisión que creía que Netanyahu pretendía desde el principio tener un cierre completo durante las fiestas por falta de aprecio a la observancia religiosa en comparación con otros temas que no están siendo perjudicados en la lucha contra el coronavirus.

“Mi corazón está con los miles de judíos que vienen a la sinagoga una vez al año y este año no vendrá en absoluto debido al cierre”, escribió Litzman. “Advertí contra el cierre durante las vacaciones en todos los foros posibles y enfaticé que si hay una necesidad de un cierre completo, no debe esperar a que el aumento de la infección llegue a este ritmo”.

Dijo que un cierre debería haberse llevado a cabo hace un mes y no durante los Altas Fiestas. Añadió que cuando hizo su petición original a Gamzu, el comisionado negó que esa fuera su intención. Litzman dijo que en retrospectiva se demostró que tenía razón.

La votación del domingo tuvo lugar con el telón de fondo de otro día de alta infección: 2.715 personas dieron positivo el sábado. Israel alcanzó un número récord de pacientes en estado grave con 513 pacientes, 139 de los cuales están intubados. El número de muertos asciende a 1.108. Además, el número de pacientes graves está aumentando, lo que pone en peligro a los hospitales del país, según un informe del Centro Nacional de Información y Conocimiento sobre Coronavirus.

“La red de seguridad de los hospitales se ha reducido significativamente, lo que crea un peligro para la estabilidad del sistema de salud”, dice el informe.

El número total de pacientes graves en los hospitales ha aumentado en 51 en las últimas dos semanas.

El informe indica además que el promedio de nuevos pacientes por día ha subido a 2.651 y que el número de personas infectadas se duplica cada semana.

“No permitiré que el programa sea negociado”, enfatizó Edelstein al comienzo de la reunión. “Digo claramente al principio de esta discusión: si el plan no es aceptado, lo retiraré y no traeré planes alternativos.

“El coronavirus no es un asunto político o populista, es un asunto de vida o muerte”, continuó. “Sugiero a cualquiera que diga lo contrario, que visite las salas de Coronavirus y vea la situación por sí mismo”.

Añadió que si el plan se retira, entonces para el próximo martes no habrá restricciones públicas, el precio de las cuales sería de varios miles de muertos. “No cederé a la presión sólo para complacer a alguna gente”, enfatizó.

Al mismo tiempo, Gamzu dijo que el plan del semáforo ya no es relevante. “Tenemos más de 60 zonas rojas”, dijo.

Además, destacó que la restricción de 500 metros no es necesaria por razones epidemiológicas “sino por el desafío de la aplicación de la ley”.

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