IOSPER debe mejorar su auditoría
ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- En el mismo arranque de marzo fuimos concretos: elogiamos determinadas mejoras en materia prestacional del Instituto Obra Social de la Provincia de Entre Ríos, y reconocimos sensibles progresos en cuanto a reestructuración interna, pero enfatizamos en lo inherente a la necesidad de reacondicionar el funcionamiento de algunas áreas vinculadas a atención al afiliado. En los últimos días fuimos testigos de sensibles trastornos de los beneficiarios en la ventanilla de Auditoría Médica.
No dudamos en aseverar que bajo la actual gestión directriz del IOSPER se llevaron adelante medidas que posibilitaron optimizar la operatividad interna, desarrollando un plan de sistematización que ha dinamizado a los procesos administrativos en forma ostensible.
Sabemos que la cobertura avanza en un sentido muy distinto al de los recursos, debe acatar leyes de derechos individuales con cobertura universal para algunas patologías (como por ejemplo discapacidad), la aparición constante de nueva tecnologías y tratamientos de alto costo, la judicialización de la salud la judicialización de la cobertura y leyes especiales, y ello provoca que el gasto prestacional crezca de manera más que proporcional al financiamiento.
Pero dichos obstáculos -de enorme magnitud-, procuran sortearse con compromiso, intentando estar a la vanguardia de todos los adelantos en materia prestacional y operativa, aun con los aportes por beneficiarios más bajos del país.
Ahora bien… punto cardinal en esas buenas intenciones debe ser ahondar el progreso en cuanto a la atención a los afiliados, de manera fundamental en lo concomitante a agilizar las tramitaciones, las diligencias, en áreas como reintegros y auditoría donde se originan obstrucciones a nivel operacional que luego conllevan demoras en otras secciones.
En los últimos días hemos constatado una modalidad peculiar de atención: un joven muy amable, cordial, respetuoso, espera que se junte una pila de solicitudes para ser controladas, verificadas por el médico auditor y en vez de ir expidiéndolas de inmediato tras cada rúbrica, se aguarda que el profesional refrende cada documento y luego sí se despacha toda la misma pila por lo cual, de pronto, una muchedumbre se agolpa frente a las ventanillas para reiniciar la atención de remisión de órdenes.
Con éste tipo de metodología lo único que se logra es el mal uso de los talonarios de números, pues quienes aguardan frente a auditoría le aprobación de sus pedimentos, van sacando varios boletitos, especulando con el llamado de las ventanillas. Una falta de coordinación espantosa que deberá modificarse en forma urgente.
Como siempre decimos… “la culpa no la tiene el empleado, sino quien avala ese tipo de atención”… ALGUIEN ha autorizado ello, y así se entorpece toda la diligencia, provocar pérdida de tiempo, amén de malgastar elementos como rollos de números, realizados en papel. O sea, se tira papel infructuosamente.
Repetimos… Debería existir un RESPONSABLE que cuide ese proceso y que siempre haya más de un empleado para viabilizar los despachos con premura.
Es harto elocuente que deben cubrirse con mayor COHERENCIA los turnos de tareas en las distintas ventanillas. Y ojo… No nos cansamos de ACLARAR: NO hablamos de TRATO. A ello no nos referimos pues el 90 % del personal brinda una esmerada atención, de respeto, de cordialidad.
Como ya lo expusimos, aguardamos que la crítica edificante logre llegar a quien corresponda para que el IOSPER siga creciendo y el afiliado recupere totalmente la confianza en la Obra Social de la Provincia.