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Incendio: al mediodía aún quedaban focos ígneos

En el depósito de Bazar El Entrerriano aún podían apreciarse éste lunes al mediodía pequeños focos ígneos sobre el sector que da a Avenida Almafuerte 839. En tanto que, las dotaciones de Bomberos Zapadores y Voluntarios, tras ardua labor que se extendió hasta cerca de las 11, lograron sofocar todas las llamas de la parte posterior (calle Seguí). Perito de la empresa evaluaba secuelas y/o derivaciones. Vecinos impacientes por falta de luz y gas.

Si bien los bomberos de Paraná, Cerrito, Diamante, Crespo, y Aldea Brasilera cerca de las 22 ya habían apagado los principales focos, hubo que dedicar toda la madrugada y primeras horas de la mañana de hoy a otorgar garantías de no propagación de llamas a viviendas particulares y locales comerciales, quedando circunscripta una reducida área de fuego, absolutamente controlada.

Ya al mediodía se podía apreciar que había retornado totalmente la normalidad en el área del ex Hipódromo, no había más cordón policial que limite paso por Avenida Almafuerte y responsables como empleados de la empresa Valmotors habían recuperado la tranquilidad, resguardando nuevamente sus vehículos que en la emergencia se habían estacionado en un improvisado playón frente a la estación de servicio YPF.

Mientras que el Parri-Pollo La Parrilla lucía con sus puertas cerradas.

En tanto, autoridades de Bazar El Entrerriano continuaron su vigilia, preocupados no solo por las pérdidas materiales sino por el efecto en sí del siniestro, tanto las consecuencias edilicias como eventualmente las dificultades que generó el desgraciado episodio para muchos vecinos o comunidad de la zona, y justamente, en pos de no perder tiempos, ya se requirió a un reconocido Ingeniero su presencia para abordar una pericia preliminar.

Justamente, Cuestión Entrerriana fue testigo de sus sondeos primarios, acompañado por un asesor de la firma y uno de los empleados del depósito.

A las 13 de éste lunes, había dos familias evacuadas, cuyos domicilios están junto a la parte trasera del galpón, sobre calle Seguí; mientras que en esa arteria y República Dominicana persistían cortes parciales o totales de luz y gas, sea por interrupción forzada de las líneas de suministro energético, como por cortos circuitos que generaron las llamas.

La densa humareda que cubrió la ciudad en sentido este-oeste, se circunscribió hoy a una zona demarcada de 5 manzanas a la redonda, aunque, si bien la lluvia fue una bendición extra a tanto esfuerzo titánico y encomiable de los Bomberos, la falta de viento produjo que el humo por momentos se concentre en el área del episodio lo que causó que el aire se torne más irrespirable que anoche.

Colosos no valorados como lo merecen

 

Lo ocurrido en un lapso no mayor a un mes en la capital entrerriana con tres incendios de notable envergadura, genera una indispensable necesidad que los paranaenses reflexionemos acerca de la necesidad imperiosa de promover desde la propia comunidad, desde el vecino, una toma de conciencia.

Primero en cuanto a PREVENCION y segundo en algo que venimos fallando TODOS: el desestimar la trascendencia de modernizar, reequipar y otorgar una cuota extra de interés por el Personal de nuestros Cuerpos de Bomberos, tanto Zapadores como Voluntarios.

Viendo anoche sus colosales y valientes esfuerzos, plenos de coraje y actitud solidaria, no exentos de buen trato y hasta paciencia por curiosos y prensa presente en el lugar, uno toma debida cognición de cuán trascendentes son y que poco interés les otorgamos salvo cuando ocurren éste tipo de infaustos contratiempos.

¿Qué estaremos esperando? ¿Una catástrofe??? ¿No podemos DESDE HOY MISMO promover una CONTRIBUCION de cada paranaense para implementar un FONDO VOLUNTARIO??? ¿Y si organizamos un nuevo Club de Amigos de los Bomberos??? ¿Por qué no nos comprometemos más???

La solidaridad en el auxilio constante de los Bomberos de localidades vecinas ES EXTRAORDINARIA, pero ya es tiempo que la CAPITAL provincial tenga personal y equipo para no resignar tiempos y hasta “quitar” garantías a pueblos vecinos viendo sus habitantes que se quedan sin cobertura por tener que salir cuadrillas hacia Paraná últimamente con INEXPLICABLE continuidad.

De más está decir que nuestros Bomberos, desde la primera llamada cerca de las 20 arbitraron los medios y articularon las decisiones pertinentes, desarrollando un operativo exitoso más allá que éste tipo de incendios sobrepasan cualquier capacidad de respuesta del municipio que sea.

Se admita o no oficialmente, los recursos satisfacen PRIMARIAMENTE las necesidades, pero la magnitud de los siniestros que últimamente han acaecido, evidentemente requieren otro tipo de fuerzas.

Ha llegado el momento de repensar la labor silenciosa diaria de los Bomberos ya no como un área de respuesta, que actúa de manera reactiva, es decir, yendo detrás del problema.

Ya son tres las alarmas en menos de un mes como para despertar un grado mayor de atención en Estados Provinciales y Comunales en cuanto a fortalecer el concepto de prevención, desde el punto de vista de evitar que los eventos sucedan; y de mitigación, en el caso de que la ocurrencia del evento sea inevitable.

Es imperioso rever que la expansión de Paraná y el aumento poblacional de las ciudades satélites –Oro Verde, San Benito, Colonia Avellaneda–, implican una complicación operativa. Por ende, no se trata sólo de una cuestión de medios disponibles. Las distancias y la dificultad para llegar en pocos minutos desde el cuartel hasta un sector ubicado a 15 ó 20 kilómetros, atentan contra la efectividad de cualquier servicio de emergencia.

Ya es tiempo para analizar SERIAMENTE riesgos, amenazas y vulnerabilidades y, tras un pormenorizado análisis, orientar medidas para la reducción de riesgos de desastres, diseñando e implementando un Programa de Prevención, organización y fortalecimiento de la respuesta operativa de bomberos, que determine como prioridad de acción el garantizar la reducción de riesgo de desastres.

Lo que viene

 

Bomberos Zapadores aguardaban que en el transcurso de la siesta se terminen los pequeños focos ígneos aún encendidos y se culmine con la labor de enfriamiento de depósito y oficinas para luego iniciar la remoción de los deshechos con maquinaria provista por la empresa afectada.