Horacio Rosatti ironizó a Luis Caputo: “Después viene el ministro, no vaya a ser que nos quiera recortar cargos”
|Horacio Rosatti llamó la atención sobre la sobrecarga de trabajo de la Corte Suprema: la comparó con su homólogo de Estados Unidos y le dejó un mensaje irónico a Luis Caputo. “Hoy la Corte Federal de EE.UU. resuelve 100, 110 casos por año, y nosotros 12 mil. Y lo hacemos con el mismo personal, o con menos desde que yo entré. Digo, porque después viene el ministro de Economía, para que no nos quiera recortar los cargos que tenemos”, señaló Rosatti.
“El objetivo central de la Corte es ser un tribunal de garantías constitucionales, decir la última palabra sobre la interpretación, poner fin a los conflictos con criterio ejemplificador. Si bien el sistema en 1853 fue tomado de EE.UU., hoy la Corte Federal de EE.UU. resuelve 100, 110 casos, y nosotros 12 mil casos por año. Y lo hacemos con el mismo personal, o con menos desde que yo entré. Digo, porque después viene el ministro de Economía, para que no nos quiera recortar los cargos que tenemos”, dijo el presidente de la Corte Suprema.
La mención a Caputo respondió a que el ministro era el siguiente orador en el congreso anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Financias (IAEF), con cierre a cargo de Javier Milei.
En su afán por defender su posición, Rosatti expresó “que los jueces no se levantan para resolver cuestiones, sino que los llaman, es un expediente que ya está creado, no lo inventamos nosotros. Nos llega después de cierto tiempo de trámites en los que no hubo ninguna resolución”.
En la misma línea de la comparación de la cantidad de casos que resuelven la Corte, el juez dijo que cuando llegó a esa posición hace ocho años entraban 15 mil casos anuales, pero que ahora son 32 mil los casos que ingresan en un año. A eso Rosatti lo atribuye la “judicialización” de la sociedad y la política.
Luego habló de los casos en que primero existió un fallo judicial y luego una ley. Ahí nombró por ejemplo al divorcio vincular. También nombró a la interrupción voluntaria del embarazo, donde primero vino un fallo de la corte y luego una ley: “El juez no debe reemplazar al político ni al representante del pueblo. Pero que si el representante del pueblo no actúa y el juez tiene un caso que debe resolver, pues entonces debe resolverlo. Pero lo deseable, en un sistema democrático, es que los poderes representativos puedan resolver esas cuestiones”.
Dijo que si los casos no se resuelven antes, es la Corte la que debe hacerlo: “Es una mayoría de tres personas y nosotros no tenemos vocación por tomar decisiones trascendentes para la vida de un país, cuando esto es cometido de los poderes representativos. Porque la mayoría de personas es tres. Y tres personas es muy poco, por mas sabias que éstas pudieran ser”.
En otro tramo de la conferencia habló sobre los límites entre la justicia y la política. Rosatti se definió como una persona que estuvo “en los dos lados del mostrador”, al ser ministro de Justicia durante la presidencia de Néstor Kirchner entre 2004 y 2005 y ahora Presidente de la Corte: “El político plantea cambios, el juez es mas conservador. Los tiempos son distintos, el juez mira una patología como si fuera un médico para volver al orden. El político ve el conflicto como algo normal, como un síntoma de salud para la sociedad que le toca participar”, expresó.
En ese sentido dijo que los políticos tienen un amplio abanico de posibilidades. Partiendo de la base de la Constitución, luego su ideología con la que pueden proyectar. En cambio para Rosatti, el juez tiene la norma, un espectro mucho menor. Y definió: “No puede ser un libre pensador”.
“Es cierto que la norma se puede interpretar de diferentes maneras pero puede haber un giro de cinco grados para un lado o cinco para el otro. No de 180 grados”, analizó y cerró: “Sabemos que la mitad de la población no estará de acuerdo con lo que decimos, a veces ni una mitad ni la otra está de acuerdo con lo que dice el juez. Nosotros debemos tener como norte una norma jurídica a la cual ajustarnos y si esa norma no nos satisface, entonces hay que cambiar esa norma jurídica. Pero lo que está fijo es la Constitución, ese es nuestro techo”.