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Honda atribulación por el Caso de Pedofilia en el Garrahan

Conmoción en el Garrahan por la detención de un médico de alto rango del principal centro médico pediátrico del país, un lugar cuyo nombre es sinónimo de empatía y cuidado al niño en la cabeza de cualquiera, quien estableció el servicio de reumatología en el hospital, practicó la medicina en el exterior, y su nombre estuvo asociado a prestigiosas fundaciones en el país. Poco después de que trascendiera su detención, el Garrahan emitió un comunicado donde sin nombrarlo decidía apartarlo. El nombre del médico (R.R.) fue quitado del sitio del hospital.

 

Lo cierto es que la caída de (R.R.) no fue nada especial: obedeció a un patrón de redes sociales y rituales común en el encarcelamiento de consumidores de material sexual con niños y niñas como víctimas a lo largo de la Argentina, un dominó que comienza en organismos internacionales y que se vincula IP por IP, computadora por computadora, que revela pequeñas redes de pedófilos unidos por gustos, o por casualidad.

 

Desde Estados Unidos, Homeland Security Investigation (HSI) dio una primera alerta al gobierno de Brasil: una serie de usuarios orbitaban alrededor de un solo IP, un solo proveedor. El rastro llevó hasta R.R., que cayó por una de las bocas de expendio más trilladas del porno infantil en la Argentina, la vieja red eMule, un sistema P2P para compartir archivos y video similar a Napster, muy popular hace 15 años, que cayó en desuso pero nunca fue clausurada.

 

La Policía Federal la monitoreaba con frecuencia hace tres años con la vieja división Pornografía Infantil rebautizada como Delitos Cibernéticos contra la Niñez y Adolescencia. No era muy difícil encontrar material sexual allí, tipear comandos de tres caracteres abría un menú de abuso explícito. Tampoco hay que ser un cerebro para operarla. Su interfaz es realmente simple.

 

En paralelo, el convenio de la Justicia porteña firmado con NCMEC en 2013 se convertía en el primer problema grave para los pedófilos argentinos, empujados cada vez más hacia la luz. La sigla le pertenece al National Center of Missing and Exploited Children, un sistema online establecido por el Congreso estadounidense, que recibe reportes de gigantes online como Facebook, Twitter o Gmail.

 

A través de sus sistemas, NCMEC puede señalizar y detectar un archivo a través de valores en el hash del mismo, una secuencia de caracteres en su código, creando así una base de datos. El archivo puede cambiar de nombre, pero el hash, una suerte de ADN informático, se mantiene. Así, se puede detectar a quién transmite. También aplica un programa propio llamado Photo DNA, que detecta saturación de color, entre otros factores. NCMEC no solo detecta transmisiones entre pedófilos: también puede identificar un envío de un menor a un adulto.

 

Tres años después de la firma del convenio, los casos reportados por el NCMEC en el país fueron más de 19 mil según datos del Cuerpo de Investigaciones Judiciales porteño. El 45% se concentraba en la provincia de Buenos Aires, un 30% en Capital Federal.

 

Prudencia pero certezas desde esferas judiciales y policiales

 

“Estamos frente a la hipótesis de una eventual producción, distribución y tenencia de imágenes de menores para su explotación sexual, tenemos la suficiente prueba para imputar al detenido, que se negó hoy a declarar y pediremos mañana a la jueza su prisión preventiva”, dijo la fiscal al canal de noticias TN. Precisó que la “investigación es incipiente, pero se encontraron mucho más de cien videos en la computadora del detenido” y añadió: “Seguimos investigando y no sabemos aún si habrá más detenciones”.

 

En el Hospital Garrahan todos se mostraron sorprendidos frente a la revelación judicial que apuntó contra uno de los médicos. “En el Garrahan, que siempre fue un lugar de buenas noticias, ahora pasó esto, algo lamentable”, comentaron trabajadores de ese centro de salud.

 

“Ante los hechos de público y notorio conocimiento que circulan en medios de comunicación, el Hospital Garrahan informa, a través de sus autoridades, que la Dirección de Asuntos Jurídicos de la institución ha tomado conocimiento del caso y se ha comunicado con la fiscalía interviniente a fin de poner a entera disposición de la justicia todo lo necesario para lograr el esclarecimiento de los hechos. Hasta tanto la justicia se expida, las autoridades han decidido apartar del cargo al profesional involucrado. La comunidad hospitalaria se encuentra movilizada y consternada a la espera de más información que permita aclarar los hechos ocurridos”, explicaron desde el centro de salud en un comunicado de prensa.

 

Seis meses atrás, personal especializado de la Policía de la Ciudad había secuestrado computadoras y teléfonos celulares del pediatra. Uno de los allanamientos fue en su domicilio particular.

 

“El análisis forense de los dispositivos del médico, hecho por la Gendarmería Nacional y complementado por funcionarios de la propia Fiscalía Especializada, permitió corroborar que en dos de las computadoras del pediatra había archivos de imagen y vídeo donde sus protagonistas eran menores de entre 6 meses y 14 años dedicados a actividades sexuales explícitas. Inclusive se determinó que algunas de las imágenes halladas habían sido tomadas en el propio Hospital donde se produjo la detención”, explicó una fuente vinculada con la investigación.

 

Además de en la Argentina, hubo procedimientos en Brasil, donde comenzó la investigación, y en los Estados Unidos.

 

“En los peritajes hechos se descubrieron fotografías y filmaciones de situación de abuso de menores. En algunos casos, según lo que se puede observar, las imágenes fueron tomadas en el consultorio que el imputado ocupaba en el hospital Garrahan”, sostuvo a La Nación el comisionado general Carlos Gabriel Rojas, que conduce la Dirección de Prevención e Investigación de Delitos Tecnológicos de la Policía de la Ciudad.

 

Rojas explicó que el inculpado no resistió a ser detenido. “Este tipo de gente, por lo general son amables y para nada demuestran violencia”, agregó el jefe policial.

Un detective que participa de la investigación sostuvo que el médico pediatra imputado sabía que en cualquier momento podía ser detenido. “No desconocía que en los peritajes tecnológicos se podían encontrar las imágenes que había producido y compartido por Internet”, sostuvo la fuente consultada.

 

“Está claro que el médico pediatra detenido compartió archivos con pornografía infantil con un pedófilo de Brasil”, sostuvo el comisionado general Rojas.

Desde Brasil, donde el operativo fue bautizado como Luz de Infancia III, pusieron en conocimiento al Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de la existencia de varios hechos de distribución de contenido pornográfico infantil llevados a cabo por usuarios radicados en este país, a través de la plataforma P2P “E-mule”.

 

A los investigadores argentinos la pesquisa los orientó hacia el médico pediatra “No hay duda de su culpabilidad. Desde la Policía de la Ciudad sentimos satisfacción por sacar a este monstruo de la calle”, afirmó el secretario de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Marcelo D’Alessandro.

Para el funcionario porteño, elementos firmes contra el médico. “Se secuestraron computadoras y pendrives donde se encuentran pruebas contundentes: los chicos siendo abusados”, agregó D’Alessandro. Y agregó: “Se detectaron diferentes direcciones IP y todas terminan en la dirección de la computadora secuestrada al médico. Hay pruebas suficientes para imputar al médico”.