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Hernán Lombardi: “El Gobierno tiene una dirección política muy clara, y es la de Cristina Fernández”

Hernán Lombardi, ex titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos de la Jefatura de Gabinete de ministros, aseguró: “El Gobierno tiene una dirección política muy clara, y es la de Cristina Fernández. Lo otro pudo ser una astucia electoral, pero el poder concreto lo detenta Cristina Fernández. Entiendo que haya gente que intente inventar el albertismo, pero el albertismo no se quiere inventar a sí mismo”.

Lombardi fue incisivo a la hora de opinar sobre Alberto Fernánsdez: “veo al presidente, que un lunes dice blanco, el martes dice negro, el miércoles dice gris y el jueves va, le pregunta a Cristina y decide como pensaba ella. Lo vimos decenas de veces en los últimos meses”; y anticipó: “En 2023 la situación de la Argentina va a ser totalmente distinta. Porque el populismo va a llegar a su ciclo final”, y en cuanto al futuro de la sociedad consideró: “depende de si el peronismo consigue independizarse de Cristina Fernández. En mi gestión hablaba con los gobernadores, los conozco uno a uno. Decían cosas peores de Cristina Fernández que nosotros mismos. Se podrá construir una gobernabilidad basada en un gran consenso alrededor de los diez proyectos lógicos que tiene la Argentina”.

Y en relación a por qué no se hizo en 2015 esto que hoy acentúa, señaló: “Primero, hay errores propios. Pero Argentina era un paciente asintomático. Tenía todas sus variables al borde de la caída definitiva”.

Enseguida volvió a atacar a Alberto Fernández y su gestión: “El manejo de la cuarentena fue muy malo. La manejaron muy mal. La segunda cuestión de destrucción es la de la economía, del trabajo, del patrimonio de décadas. Es tremendo lo que sucede”.

Simultáneamente, fue más punzante contra el Kirchnerismo: “Hay varios sentidos en los cuales volvieron peores. Néstor Kirchner era un pragmático en lo internacional. Con Venezuela podía simpatizar más o menos, pero básicamente hacía negocios. Hay aspectos de la radicalización de Cristina que no estaban en ese momento. La pandemia puso a las sociedades frente al desafío quizá más importante que tendremos generacionalmente. Y pone a los dirigentes políticos más pegados a sus valores. Cada medida que toma el Gobierno delata un pensamiento. Todo se transformó en maleable, entonces da la oportunidad. Y en el rediseño de la sociedad, que yo no creo que esté en un plan porque a este gobierno no le gustan los planes, pero en el rediseño los valores que ellos piensan en una sociedad están totalmente opuestos a lo que uno piensa. Digamos, para ponerlo en estos términos: yo creo que la Argentina sale de lo institucional con más democracia y no con restricciones a la democracia, con más república sobre todo. Más república y más democracia”.

En cuanto a su historial de coyunturas de gobierno soportadas puso énfasis en decir: “Tengo convicciones profundas. Me resulta muy difícil cuando algunos se despegan. Tengo la naturaleza, no solo afectiva sino racional, de quedarme. Cuando algunos se despegan, yo estoy hasta el último momento. No sé si es muy habitual, pero responde a mis convicciones”.

Profundizando lo de sus ideas o creencias políticas, amplió: “Creo en un centro democrático, republicano, progresista. Que tiene la convicción de que estar junto al mundo es verlo como una oportunidad y no como una amenaza. Una visión así permitirá prosperidad para la Argentina. Hablar de centro no es referirse a un promedio. No se trata de un juego de palabras. Tiene un valor de posicionamiento absoluto y no relativo. Nuestras posiciones no son de fanáticos. Mauricio Macri no es un fanático. Patricia Bullrich no lo es. El populismo tironeó tanto algunas visiones, que posiciones de centro quedan como fanáticas. Y es al revés”.

Completando la idea, clarificó su posicionamiento en cuanto a la “Derecha” y a la Izquierda”: “Así como creo que es superficial hablar de Derecha e Izquierda, no le tengo miedo a ninguna de esas dos palabras. Va por hechos concretos. Ese centro republicano, democrático, progresista, que cree en la iniciativa privada como generador de riqueza, fue tan combatido por el populismo, que tuvo que afirmarse en sus ideas”.

En cuanto a las candidaturas de Juntos por el Cambio en octubre, meditó: “lo ideal sería que hubiera acuerdos. Ahora, si no hay acuerdos, las PASO son un buen mecanismo ordenador de ideas y candidatos. No tengo ningún temor a las PASO. Si hay PASO, bienvenidas. Dadas las PASO, agrego una condición de Mauricio y una de Lilita. La de Mauricio es que sean propositivas y no destructivas. Y la de Lilita es que sea claramente un ámbito armónico”.

Sin embargo, puso acento en recalcar: “Hablar de candidaturas es darle una cachetada a lo que le está pasando a la gente. Me parece que Macri es insoslayable en el futuro de Juntos por el Cambio. Se lo subestimó mucho. Mauricio fundó un partido de cero. A ese partido de cero lo llevó, primero, a gobernar la Ciudad, después a ser reelecto en la Ciudad; fue una de las vigas maestras de la coalición, junto con Lilita Carrió y con Ernesto Sanz, que llegó al gobierno. Terminamos los cuatro años de mandato, con luces y sombras. Terminar los cuatro años en Argentina no es poco. Y todavía a veces se lo mira como el ingeniero que no entiende de política”.

Enseguida, comparó: “viví la caída del gobierno de Fernando de la Rúa. No haber defendido las ideas centrales del gobierno de la Alianza fue un grave daño para el radicalismo. Pienso exactamente al revés. La dirección del gobierno de Cambiemos, ir hacia un país integrado al mundo, a un capitalismo moderno, defender las instituciones de la república, hay que defenderla con datos. Por ejemplo, las exportaciones. Crecieron en 10 mil millones de dólares y se abrieron 253 mercados.

Pareció omitir que hay muchos otros datos muy negativos. Ejemplos: cayó el PBI, la pobreza aumentó, y no vaciló en contestar: “Además de algunos errores macroeconómicos, no explicamos claramente. Si le proponías a la gente un esfuerzo, tenías que hacer un esfuerzo, teníamos que estar todos nosotros explicando ese esfuerzo. Hubo una idea de subestimar esa necesidad, de que explicarle a la gente no era imprescindible. En la democracia la explicación es imprescindible. Lo vivo como una autocrítica muy profunda”.

Aunque hablando de convicciones, tiró su pálpito para las legislativas: “Veo una enorme posibilidad de que Juntos por el Cambio gane. Creo en el empoderamiento de ciudadanos que ven lo que pasó con el manejo de la situación sanitaria, la economía y las instituciones”. Aunque amplió: “Hay que discutir una coalición de gobierno. Y la Unión Cívica Radical, la Coalición Cívica y el peronismo republicano tienen un lugar importante”.

 

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