Gracias a una iniciativa de Martín Guzmán cuando era ministro, el directorio del FMI recortó sobrecargos que se aplican a países deudores
|En una decisión inédita empujada por Estados Unidos, el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó los sobrecargos, que son intereses excesivos que se aplican a los países deudores que tomaron créditos del organismo por encima de sus posibilidades financieras. La reunión fue liderada por Kristalina Georgieva.
A partir de un mail que enviaron Joseph Stiglitz y Martín Guzmán a Georgieva y los 24 miembros del board, se logró una mejora adicional a la propuesta que ya había presentado el staff del FMI para reducir los sobrecargos.
En este contexto, para el caso de la Argentina, el ahorro en el pago de los sobrecargos será de 450 millones de dólares en 2024. La propuesta del staff del FMI llevaba la poda a 400 millones de dólares, pero la última presión del premio Nobel y el exministro de Economía permitió sumar otros 50 millones de dólares.
Y respecto al umbral que se aplica para exigir los sobrecargos, quedó la propuesta de los técnicos del FMI: se pasa de 187,5 por ciento a 300 por ciento.
En las cuatro horas de cónclave, la directora gerente Georgieva fue clave para convencer a ciertos directores de países que son desarrollados y no tienen deudas pendientes con el FMI. La silla de Estados Unidos también presionó para mejorar la posición de los 22 países que pierden recursos propios por la obligación de saldar los sobrecargos, cuando las cuentas del Fondo están en superavit y su burocracia percibe salarios envidiables en DC.
Los sobrecargos son intereses adicionales que el FMI impone a sus estados miembros muy endeudados, en relación con el tamaño y el tiempo de reembolso de sus préstamos. Al principio, pagar los sobrecargos implicaba a acceder a créditos más baratos respecto a los intereses que se pagaban en mercado. Fue un recurso diseñado para facilitar la recuperación económica de los países con medianos y bajos ingresos.
Pero esta ecuación crédito multilateral versus crédito de los mercados implosionó cuando se comprobó que el FMI prestaba carísimo y condicionaba las políticas económicas de los países con los programas que imponía a cambio de los desembolsos.
Antes de la decisión que asumió el directorio, los créditos que superaban el 187,5 % de la cuota tenían un sobrecargo del 2 por ciento sobre el saldo de la deuda impaga. Y el FMI agrega el uno por ciento adicional a la deuda pendiente después de tres años. Se estima que el FMI hubiera cobrado a sus socios cerca de 10.000 millones de dólares por sobrecargos en los próximos cinco años, si hoy no se cambiaba la ecuación que utiliza el board para determinar los montos de estos intereses extraordinarios.
A través de distintos andariveles, la Argentina logró un triunfo en el FMI que parecía una quimera hace cuatro años. Alberto Fernández y Guzmán plantearon el asunto a Georgieva durante las reuniones que mantuvieron en Roma (dos veces) y el G20 de Bali. Estados Unidos soslayaba el asunto, y recién le puso foco cuando Ucrania exigió un gesto del Fondo respecto a su débil situación económica.
Tres veces le prometió Georgieva a Alberto Fernández y Guzmán que los sobrecargos se tratarían en la “próxima reunión” del directorio del FMI. Y efectivamente sucedió: pero sólo para postergar el debate hasta el próximo año. Y así el asunto pasó desde 2020 a la reunión que se formalizó hoy, 11 de octubre de 2024.
Javier Milei tiene ciertas ventajas sobre la administración de Alberto Fernández. No buscó un plegamiento geopolítico con Rusia, respalda a Ucrania y es confiable para la Casa Blanca. En este contexto, Quirno se movió sin obstáculos ante la Secretaría del Tesoro y los ministros de Finanzas y Economía del G7.
Al secretario de Finanzas de Milei le prometieron en el board del FMI que se trataría el asunto sobrecargos en octubre, y le cumplieron.
Argentina es el principal deudor del FMI, y sobre ella caen despiadados los sobrecargos que se pagan por la decisión política de Mauricio Macri, que endeudó al país por 53.000 millones de dólares. Ahora ese proceso traumático, empieza lentamente revertirse.
La secuencia histórica de los sobrecargos encierra una paradoja política: inició con un planteo de un gobierno peronista (Alberto Fernández) y cerró su ciclo con el trabajo silencioso ejecutado por una administración libertaria (Javier Milei). A lo que hay que agregar que Guzmán, Jorge Remes Lenicov, Martín Lousteau y Axel Kicillof firmaron la misma carta para presionar a los directores del FMI, cuando sus perspectivas económicas son -en términos diplomáticos- dispares.
Esta decisión del FMI beneficia a 22 países: Angola, Argentina, Armenia, Barbados, Benín, Costa Rica, Costa de Marfil, Ecuador, Egipto, Gabón, Georgia, Jordania, Kenia, Moldavia, Mongolia, Macedonia del Norte, Pakistán, Senegal, Seychelles, Sri Lanka, Túnez y Ucrania.
Argentina se ahorrará 450 millones de dólares en sobrecargos durante 2025. Es la cifra estimada que calcularon Caputo y Quirno en el Palacio de Hacienda. Una noticia festejada en la Casa Rosada frente a las actuales reservas del Banco Central y la futura negociación para lograr un nuevo programa con el FMI.