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GP de Canadá: Franco Colapinto no puede hacer milagros con el peor auto de la Fórmula 1

Franco Colapinto penó en Montreal con la falta de potencia del motor en las rectas, más una arriesgada estrategia, y se quedó sin la chance de sumar. Pese al mediocre puesto 13, se vio la mejor versión del piloto argentino en 2025, mucho más cercano a aquel de las primeras cuatro carreras con Williams de 2024 que tanto llamó la atención del mundillo de la categoría.

Especialmente, porque después de un viernes difícil, lento y olvidable, logró revertirlo el sábado (junto al trabajo de los ingenieros) para redondear una gran clasificación. Ahora bien, es difícil señalar como bueno el cierre de la visita a América del Norte si al largar desde el décimo cajón, llegó 13º a la bandera de cuadros y se fue sin puntos. No obstante, poco tuvo que ver Colapinto en eso.

La falta de velocidad del Alpine quedó en evidencia en el “Giles Villenueve”. No solo porque Colapinto cedía terreno con cuanto rival se le acercaba, su compañero Pierre Gasly, quien largó desde boxes porque la escudería rompió el parque cerrado en busca de un cambio para avanzar desde atrás, tampoco podía competir. Hay un dato que consolida una realidad inmutable: una de las primeras decisiones que tomó Briatore cuando llegó el año pasado como asesor ejecutivo del team fue cerrar el plan de motores propios y pasar a ser cliente de Mercedes en 2026.

Cuando puertas adentro se sabe de las flaquezas propias, se buscan maneras de torcer la historia. Colapinto arrancó la carrera con neumáticos medios y en la vuelta 15 paró en boxes. El equipo le puso duras y lo mandó a pista hasta el final. El plan era arriesgado, sin dudas. Eso chocó con dos cuestiones: aquellos que salieron con duras y estiraron mucho su detención, como Esteban Ocon, Yuki Tsunoda, Carlos Sainz y Oliver Bearman. Además, también se encontró con pilotos en la pista que trabajaron de manera genial para ayudar a su compañero de equipo, como ocurrió con Sauber. Colapinto se topó con Gabriel Bortoleto, quien logró retener de manera brillante cada embate del argentino, mientras Nico Hülkenberg abría una luz cada vez más grande adelante.

En ese momento se notó falta de reacción de Alpine. Tal vez agregar otra parada, sacarse de encima a Bortoleto, a quien no podía superar porque tenía mucha más velocidad en su motor Ferrari, y llegar con mejor resto al cierre. Podría haber sido, pero desde el equipo no cambiaron. Eso solo lo hizo perder cada vez más terreno y alejarse de la chance de los puntos.

Colapinto se había ilusionado con los puntos y parecía posible después de su gran paso adelante en la clasificación, pero Alpine está lejos. El team firmó en Canadá su séptima carrera sin puntos de las diez disputadas, apenas anotó 11 (todos de la mano de Gasly) y su último puesto en la Copa de Constructores no es más que el fiel reflejo de la actualidad que atraviesa. Con el octavo lugar de Hülkenberg en Montreal, ya le sacaron nueve puntos a los de Enstone en la parte baja. La marca francesa ya piensa más en 2026 que en 2025. Quedan 14 carreras para cerrar el año, un camino que en los papeles parece tortuoso.

Canadá fue positivo y negativo para Colapinto. En lo personal, sin dudas, un paso adelante con lo del sábado, en tiempos en los que ya empezaba a ser mirado de reojo y a punto de llegar a Austria, la próxima cita, que marcará el plazo inicial de cinco carreras que le marcaron como horizonte al argentino el día que fue ungido como titular en reemplazo de Jack Doohan. Su “desbloqueo”, como dijo Briatore, llegó en el momento justo. El resto, lo más negativo, es que hoy por hoy maneja el peor auto de la categoría. Y eso, al menos en los papeles, parece difícil que cambie.

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