Ginés González García acusó al Gobierno de Alberto Fernández de soltarle la mano: “Algunos me dicen que fue una cama política”
|El exministro de Salud de la Nación, Ginés González García, habló este martes y volvió a defenderse en el caso del Vacunatorio VIP por el que fue indagado en los últimos días. Pero esta vez también apuntó contra el Gobierno de Alberto Fernández por soltarle la mano en ese momento. “Algunos me dicen que fue una cama política”, aseguró.
“Estoy contento porque pude declarar hace un mes. Estoy acusado de nueve vacunas que estaban autorizadas totalmente, que les correspondían porque eran mayores de 60 años. Algunos tenían otras causas, eran médicos, otros eran personal estratégico, diputados y senadores. Y todos además fueron vacunados cuando ya había en esa categoría más de 35 mil vacunados”, se justificó el exfuncionario en diálogo con Radio 10.
Allí dijo que si le están haciendo juicio por eso “tendría que haber 35 mil juicios más” porque ya se había vacunado ese número de personas, en medio de la pandemia de Covid que dejó una enorme tendal de muertes en Argentina y el mundo.
“No es que se me ocurrió a mí, estaban autorizados, se estaba haciendo en todo el país. Por lo cual es como un insólito, pero lo que sucedió es que se habló de vacunatorio VIP y todo el mundo sabe que nunca hubo un vacunatorio en el Ministerio, ni antes ni después”, aseveró.
En la causa en su contra consta para la Justicia que esas nueve personas, entre las que se encontraba el periodista Horacio Verbitsky, sí fueron vacunadas dentro del ministerio. Por ello, Ginés se excusó: “Esa fue una emergencia porque al periodista que se fue a vacunar al Posadas no lo quisieron vacunar por sus antecedentes políticos. Como consecuencia de eso, un día que yo no estaba en Buenos Aires se pidió permiso al director del hospital para ir al ministerio a vacunar a los nueve y eso fue lo que se hizo”.
“Terminaron diciendo que era una forma que se vacunaba todo el mundo. Que era un genocida, y por supuesto el propio gobierno, porque tengo que decir la verdad, el gobierno en vez de darme la oportunidad de explicar lo que estoy diciendo ahora, que es muy simple, mandó a decir que me habían pedido la renuncia y me quedé sin ninguna chance de defenderme”, arremetió.
Mencionó que para él “eso fue duro” y que le dio mucha pena “porque era un trabajo extraordinario” el que, según su visión, estaban haciendo “en el ministerio, en las provincias, sin diferencias políticas” en la lucha contra la pandemia del coronavirus.
“Hicimos mucho y bastante bien para que el efecto fuera mínimo con respecto a lo que pudo haber sido. Nadie lo valora”, remarcó.
Y volvió con el tema de su salida del gobierno de Alberto Fernández, respondiendo si sabía por qué le soltaron la mano: “No sé, yo quería defenderme y me dijeron ‘ya mandamos a decir que te pedimos la renuncia’. Eso me condenó. Porque si el propio gobierno a quien es el comandante supremo de una pandemia lo defenestra de esa manera, sin permitirle que diga nada, quedé mal parado ante la gente. Los que están en el sector de salud público y privado saben bien cómo pasó todo, que tuvieron los insumos, las vacunas… El resto de la gente, lo entiendo, que tiene algún fallecido, se quedó con bronca”.
Luego, reconoció que fue Santiago Cafiero, jefe de gabinete por entonces, quien le comunicó que ya lo habían “renunciado” y que tuvo un diálogo con Alberto Fernández, a quien también le dio su explicación: “Me dijo “yo te creo, sos un tipo extraordinario”, pero marche preso”.
Por su parte, sobre la actitud de Verbitsky también puso sus mantos de sospecha: “Algunos me dicen que fue una cama política. Pero no lo puedo decir porque no tengo evidencia. Pero fue raro porque no le hice un favor a él, le correspondía. Y aunque él creyera que le hice un favor, no puede decir por radio y dijo una mentira”.
“Primero dijo que era amigo mío y segundo que se vacunó por ser amigo mío. Las dos cosas son macanas. Eso fue lo que también me crucificó. Pero no puedo decir que me hicieron una cama. Yo tenía enemigos, me había opuesto a algunas compras de vacunas que eran con intermediarios. Quería que las compras se hicieran directo con empresas o con estados. Hubo gente interesada que se perjudicó con ello. No quería que hubiera ninguna empresa local, que sean los productores. Tuve una discusión por eso con el Presidente, se enojó conmigo, pero después me dio la razón. Fue que negociamos después con los rusos”, cerró.
González García declaró hace casi un mes ante la jueza federal María Eugenia Capuchetti en el marco de la causa por el Vacunatorio VIP, donde se investigó una estructura paralela para inocular contra el COVID a políticos y periodistas amigos del gobierno de Alberto Fernández. Allí, el exfuncionario también negó la existencia de un vacunatorio y dijo que sólo se vacunaron “nueve personas, ínfimo grupo de personas, pertenecientes a la población priorizada”.
La indagatoria se hizo en forma virtual con la presencia del fiscal Eduardo Taiano y el representante de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA), Sergio Rodríguez.
La imputación sostiene que González García, quien en el comienzo de la pandemia del COVID se desempeñaba como Ministro de Salud de la Nación, “ejerció sus funciones de manera abusiva”. Al momento de reconstruir cómo funcionó y se montó lo que calificaron “un vacunatorio precario”, los representantes del Ministerio Público Fiscal se valieron de varios testimonios que desnudaron la estructura irregular.
Quienes están bajo investigación en este expediente -además del ex ministro de Salud- son Alejandro Costa, entonces subsecretario de Estrategias Sanitarias del Ministerio de Salud; María Elena Borda, ex jefa de Servicio de Medicina Preventiva del Posadas; y Graciela Torales, ex jefa de Coordinación de Atención a Pacientes de ese hospital.
Los representantes del Ministerio Público Fiscal los encontraron responsables de los delitos de abuso de autoridad y peculado de bienes y servicios, al vacunar a personas que no era personal esencial para la lucha contra el COVID, una enfermedad que provocó unos 130 mil muertos en la Argentina.