Fuerte retroceso del dólar: pierde valor global y confianza como moneda de reserva

El dólar estadounidense se desplomó a su nivel más bajo en tres años, arrastrado por el agravamiento de la guerra comercial entre Estados Unidos y China y la creciente incertidumbre sobre su rol como moneda de reserva mundial.
Un indicador del dólar frente a una cesta de divisas principales cayó este viernes a 99,5, marcando su mínimo en aproximadamente tres años, según datos del mercado. La debilidad de la moneda refleja la creciente desconfianza en su estabilidad en medio de los conflictos comerciales globales.
Economistas atribuyen el retroceso a una pérdida de confianza estructural. George Saravelos, analista de Deutsche Bank, explicó que “a pesar del aplazamiento de los aranceles por parte del presidente Trump durante 90 días (excepto a China), el daño al dólar ya está hecho”. Añadió que el mercado reconsidera el atractivo estructural del dólar como reserva global y que atraviesa un proceso de rápida desdolarización externa.
La preocupación no se limita al mercado de divisas. También se produjo un colapso en los bonos estadounidenses, confirmando que el dólar ha sido la última víctima de la turbulencia financiera global. La escalada en las tensiones comerciales llevó a China a aumentar sus aranceles sobre productos estadounidenses del 84% al 125% a partir del 12 de abril, y a 145% este mismo viernes, intensificando la presión sobre la economía norteamericana.
En este contexto, los operadores de opciones adoptaron una posición bajista por primera vez en cinco años, señal de una retirada más amplia de activos estadounidenses. Este giro se traduce en un éxodo de capitales hacia refugios tradicionales como el yen japonés, el franco suizo y el oro. El euro, por su parte, alcanzó su nivel más alto en tres años, protagonizando su mayor avance en dos días desde 2009.
“El estatus del dólar como moneda de reserva está en duda”, advirtió Christopher Wong, estratega de Oversea-Chinese Banking Corp. Según el analista, el mercado cuestiona el llamado ‘excepcionalismo estadounidense’ y reacciona al creciente endeudamiento de Estados Unidos, elementos que erosionan la confianza en la divisa norteamericana.
Las reversiones de riesgo a un año, un indicador clave sobre la dirección esperada de una moneda, se inclinaron hacia una baja del dólar por primera vez en cinco años, lo que refleja la magnitud y velocidad del cambio de percepción. Además, un análisis basado en puntuación Z —método que mide la desviación de precios respecto a sus valores históricos— reveló que el giro bajista en la visión del dólar es el más extremo registrado.
El resultado es un mercado que recalibra sus suposiciones de largo plazo sobre el dólar, ya no visto como refugio seguro sino como una moneda cada vez más cuestionada en su papel hegemónico en la economía global.