Fuente(s), de inspiración para la dirigencia de Patronato
|ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- La dirigencia de Patronato hizo un nuevo esfuerzo económico de relieve y apostó fuerte a quien hace mucho, pero mucho tiempo, estaba en mente y corazón de los propios directivos, del hincha y hasta de la prensa sabedora del carisma, capacidad y calidad de trabajo, como oficio de Marcelo Fuentes.
Digamos que hasta quizás se demoró demasiado este retorno habida cuenta del aprecio recíproco que había y si uno tiene en cuenta la ecuación tiempo-resultados-logros finales-erogación a lo largo de tantos años de sucesivas frustraciones.
Pero este es un arranque de año excepcional. Con un notición halagüeño. Ahora es el momento de empezar a ajustar otros detalles. Por ejemplo, la relación con TODA la prensa.
No hay que subestimar al periodista. Ni sobreestimarlo, ni menoscabarlo. El medio más humilde tiene su llegada, sus lectores, sus oyentes, sus seguidores habituales sea por estilo o meramente por gusto, por paladar de lo que se escucha, ve o lee.
No hay que faltarle el respeto al periodista porque dé a conocer su criterio, su pensamiento, su perspectiva, su opinión.
Los dirigentes, los técnicos y hasta los jugadores se han llenado la boca de conceptos altisonantes y/o hasta de actitudes soberbias y en algunos casos provocativas en lo gestual o hasta en lo actitudinal.
Han dado cátedra, han hecho gala de conductas netamente contradictorias, pues no quieren que nadie les haga ver de sus actos; sin embargo, sí algunos osan ENSEÑAR cómo se debe trabajar en los medios y se enojan, se fastidian, y asumen comportamientos para nada edificantes de modo caprichoso.
Es como un permanente asumir el capricho de esbozar ese nefasto “maten al mensajero” y no reflexionar acerca del por qué Paraná no tiene fútbol AFA del grande desde 1978.
Si hay algo INDISCUTIBLE, que hemos puesto de relieve en tantos artículos refrendados, es la voluntad, el sacrificio, el empeño de cada grupo directriz en las tres décadas siguientes por hacer lo mejor posible, por poner al fútbol paranaense en el concierto grande del fútbol nacional.
Ha sobrado compromiso, abnegación, perseverancia. Pero falló el método, lo sistemático. Hubo (y hay) orden en materia de no perjudicar el patrimonio institucional y eso desde ya que es MAGNIFICO.
El solo hecho de cumplir con lo que se promete en materia contractual ya es un toque de distinción sobre tantos clubes del fútbol de Ascenso que adeudan a sus jugadores meses y meses de sueldos hasta terminar o abandonando o perdiendo su capital.
Patronato es un buen ejemplo en el fútbol argentino. Acuerda y cumple. Quizás no paga cifras siderales, o le falta arrojo en materia de convenir premios (algo con lo cual no coincidimos y lo hemos afirmado en varias notas), pero nadie puede negar que se cumple con el mes a mes.
Puede sonar a “básico”, no obstante en un país donde sobran los desocupados, los desempleados, y cuesta enormemente conseguir una labor digna acorde al potencial singular de cada habitante, Patronato brinda una fuente de trabajo y cumple con lo BÁSICO. Sí, con ese “básico” que se diferencia de muchas instituciones que prometen contratos fastuosos y luego todo pasa a depender de la campaña.
Entonces, si esa política correcta ha sido reconocida, no se pueden afear todos esos buenos pasos dados con posiciones vanas, soberbias, arrogantes.
El orgullo es mal consejero. Estanca o hasta genera progresiva decadencia al no saber aceptar la crítica, el punto de vista diferente.
Por eso, con esta llegada de Marcelo Fuentes, de un tipo sagaz, hábil en las relaciones públicas, debe darse el “click” de calidad.
Deben cambiar comportamientos y así evitar los dimes y diretes que luego terminan siendo como boomerangs conspirativos.
Sin ir más lejos, el CÓMO se dio la rescisión con Amaya despertó un sinfín de comentarios perniciosos que deben evitarse.
Si se quiere llegar al Nacional B o más arriba aún ya es tiempo de cumplir el rol con mayor rigor específico.
Hay que ser más serios, despojarse de cualquier rasgo de pasión desenfrenada y/o posturas petulantes e insolentes.
Ya es tiempo de armar un Departamento de Prensa que evite malos entendidos, rumores, murmullos que solo deterioran relaciones internas e imagen del club, equipo y cuerpo técnico.
Este es el momento ideal para oficializar cada paso que se de.
Para que haya mínimamente un periodista responsable de cubrir entrenamientos, en especial los a puertas cerradas y cuente que se desarrolló allí, dé a conocer lesionados o enfermos, organice y/o convoque a conferencias, atienda la requisitoria y tenga voz formal de lo sucedido en torno a tal o cual coyuntura, como sepa cuáles son las necesidades de sus colegas en TODO sentido, contemplando con eficacia la atención a los periodistas de otras plazas.
Gente amiga ha tratado de ser servicial en materia de acreditaciones, gente que primero respetamos y esencialmente apreciamos, pero éste es el momento ideal para dar el salto de calidad.
La erogación no es tan grande y el fin justifica los medios porque de Patronato se hablará más y MEJOR.
Marcelo Fuentes es el factor aglutinante. Con su experiencia como jugador y su perfeccionamiento ya como técnico, él es quien más puede abrir las cabecitas de estos valerosos directivos que solo deben dejar atrás conductas poco edificantes, CERRAR LA USINA GENERADORA DE INFORMES EXTRAOFICIALES Y/O PRIMICIAS las cuales se transforman en BOLAS DE NIEVE imparables hasta producir un alud.
Este es el momento de dar paso a un estilo similar al de Sionista, que en tan pocos años de básquet de alta competencia supo ir enmendando cada vicio, llenando cada carencia, y cristalizando así un trato casi ideal con la prensa siendo reconocido ello a nivel nacional.
Está en manos de los dirigentes, pero si Marcelo no quiere dolores de cabeza, debe proponer ello. De lo contrario, más allá de su calidad humana y profesional, estará en riesgo de otro cisma y hasta de perjudicar su imagen.