Franco Colapinto mostró su carisma y magnetismo en el Fanzone de Imola

Dos horas antes de que comience el último entrenamiento en Imola, Franco Colapinto recibió el cariño del público, y sobre todo del argentino, en su divertida aparición en el Fanzone del Gran Premio de Emilia Romagna, donde comenzó hablando en italiano y terminó en español, alegrándose por las banderas de Argentina y las camisetas de Boca que veía entre la multitud.
“Estoy muy contento de estar de vuelta acá a Imola, a Italia. En Monza fue mi debut en la Fórmula 1 y ahora con Alpine en Imola. Veremos que podemos hacer este fin de semana, pero, nada es bellísimo ver a los tifosi y esperamos un buen fin de semana”, arrancó en italiano cuando le preguntaron cómo se sentía en su regreso a la categoría, instantes después de subirse al escenario junto a Pierre Gasly, Max Verstappen y Yuki Tsunoda.
Luego de las presentaciones, llegó la hora del juego que la F1 les propuso a las duplas de Alpine y Red Bull: sport stacking, o el arte de apilar y desapilar diez vasos en el menor tiempo posible. Y el argentino hasta se animó a chicanear al tetracampeón del mundo en sus intentos por ponerlo nervioso y llevarse la victoria. “Max no es bueno en esto”, disparó. Yuki tomó la posta y comenzó y el neerlandés terminó, con lo que redondearon un tiempo de 33s02.
Colapinto, entonces, arrancó para Alpine. Con concentración pero algo lento, logró colocar los diez vasos sin tirar ninguno y luego Gasly completó la jugada en 32s32. “Les ganamos por siete décimas”, soltó de nuevo Franco, alegrándose porque su equipo lidera el ranking de la parrilla en el juego.
“Gracias a todos por venir. Veo más banderas argentina que nada. Así que feliz. Muchas remeras de Boca también. Así que gracias por venir a apoyar y ojalá tener un buen fin de semana. Gracias por todo el apoyo de siempre. Disfruten también”, dijo en español en su mensaje final, que levantó a las decenas de argentinos que estaban allí bajo sol y que explotaron en un “Franco, Franco”.
Mientras Verstappen y Tsunoda rápidamente se iban rumbo a el garage donde estaban las camionetas negras que los habían trasladado desde el paddock y hacia allí también iba Gasly, Colapinto advirtió rápido el gesto de uno de los empleados de Alpine que tenía unas gorras blancas firmadas por los pilotos para entregarlas entre los fanáticos. Entonces, caminaron por la pasarela roja ubicada a continuación del escenario y las arrojaron hacia todos los costados.
Aunque a diferencia de otras veces, cuando protagonizó intercambios con personas que le hablaban desde abajo, esta vez siguió las reglas de presentación, juego y despedida como el resto de los pilotos, el argentino vivió un momento especial. El grito de “Franco” no se dejó de escuchar hasta que, finalmente, dejó el Fanzone, lleno del amor de los fanáticos.