Francisco tuvo una crisis respiratoria y su pronóstico es reservado
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El papa Francisco sufrió este sábado una crisis respiratoria en el hospital Gemelli, de Roma, y permanecía en estado reservado. Los médicos tuvieron que darle oxígeno y también hacerle una transfusión de sangre, por una fuerte anemia, según el último parte médico.
“El papa no está fuera de peligro. Este sábado a la mañana, Francisco tuvo una crisis respiratoria asmática prolongada, que también requirió la aplicación de oxígeno a alto flujo”, indicó el Vaticano en un comunicado.
“Los análisis de sangre efectuados hoy también revelaron una trombocitopenia (problemas hematológicos), asociada a una anemia, que requirió la administración de una transfusión sanguínea. El santo padre está sufriendo más que ayer. El pronóstico es actualmente reservado”, precisa el comunicado.
Pero ¿cuál es el riesgo más grave que corre Jorge Bergoglio? El cirujano que lo operó dos veces, Sergio Alfieri, lo mencionó en el largo encuentro que mantuvieron él y el doctor vaticano Luigi Carbone al atardecer del viernes con la prensa.
Alfieri dijo que “el riesgo es una sepsis (o septicemia), que podría producirse si los gérmenes pasan de los pulmones a la sangre”.
En la sepsis se presenta “una caída de la presión arterial, ocasionando un shock”, según la literatura médica. “Los sistemas corporales y órganos principales, entre ellos los riñones, el higado, los pulmones y el sistema nervioso central pueden dejar de funcionar apropiadamente, debido a una circulación insuficiente”, detalló el especialista.
Los síntomas de la sepsis “no son causados por los microrganismos en sí. La causan la respuesta a los químicos que el cuerpo libera”. Se lee que “una infección bacteriana en cualquier lugar del cuerpo puede activar las respuestas que conducen a la sepsis”. Entre ellos aparecen citados los pulmones con neumonía bacteriana”, que padece el Papa.
Los médicos señalaron que Francisco sabe que la situación es grave. “Siempre quiso que le dijéramos la verdad”, afirmaron.
“Hemos reducido a algunos medicamentos y está respondiendo a la terapia”, explicó el equipo que lo atiende desde que internado, el viernes 14 de febrero.
El doctor Carboni agregó que el pontífice “no está conectado a ninguna máquina. Cuando lo necesita le ponen unas prótesis natales por la que entra un poco de oxígeno que respira espontáneamente”.