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Francisco: “Las mujeres sufren a menudo una falta de reconocimiento”

El papa Francisco firma el prólogo del libro “Mujeres y ministerios en la Iglesia sinodal”, publicado por la editorial Paoline y escrito “a cinco manos”: por dos cardenales -Jean-Claude Hollerich y Sean Patrick O’Malley- y tres teólogas -la religiosa salesiana Linda Pocher, la anglicana Jo B. Wells y la virgen consagrada Giuliva Di Berardino-.

Pocher es profesora de Cristología y Mariología en el Auxilium de Roma, mientras que Wells, es obispo de la Iglesia de Inglaterra y subsecretaria general de la Comunión Anglicana, en tanto que Giuliva Di Berardino, consagrada del Ordo Virginum de la diócesis de Verona, es liturgista, profesora y responsable de cursos de espiritualidad y del dictado de ejercicios espirituales.

Por su parte, el cardenal Jean-Claude Hollerich, es arzobispo de Luxemburgo y relator general del Sínodo, mientras que el cardenal Sean Patrick O’Malley, es presidente de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores y arzobispo de Boston.

La obra, explica VaticanNews, es fruto de “un diálogo entre autores, en este caso virtual, o mejor dicho, ‘literario’, fruto de un diálogo real entre los propios autores, y también con el Papa y el Consejo de Cardenales, durante la conocida reunión del C9 del 5 de febrero. Aquel en el que -por primera vez desde la institución del organismo- también las tres teólogas fueron llamadas por el pontífice a participar, para ofrecer aportes sobre el tema del “papel femenino en la Iglesia”.

En el prefacio, publicado íntegramente por L’Osservatore Romano, el Santo Padre basa su reflexión en uno de los presupuestos clave de su pontificado: “La realidad es más importante que la idea”. Es el mismo principio -y Francisco dice estar satisfecho de ello- que guía “el programa propuesto por la hermana Pocher para la instancia de formación brindada al Consejo de Cardenales sobre el tema de la mujer en la Iglesia, también en relación con una cuestión tan importante y delicada como la de los ministerios en la comunidad eclesial”.

El drama de los abusos
El tema, tras el que se esconde “un cierto sufrimiento de las comunidades eclesiales respecto al modo de entender y vivir el ministerio, no es una realidad nueva”, subrayó el Papa, destacando cómo “el drama de los abusos nos ha obligado a abrir los ojos ante la lacra del clericalismo, que no afecta sólo a los ministros ordenados, sino a un modo distorsionado de ejercer el poder dentro de la Iglesia en el que todos pueden caer: también los laicos, incluso las mujeres”.

“Escuchar los sufrimientos y las alegrías de las mujeres es ciertamente una manera de abrirnos a la realidad”, afirma Francisco. “Escuchándolas sin juzgar y sin prejuicios, nos damos cuenta de que en muchos lugares y en muchas situaciones sufren precisamente por la falta de reconocimiento de lo que son y de lo que hacen y también de lo que podrían hacer y ser si tuvieran el espacio y la oportunidad. Las mujeres que más sufren son a menudo las que están más cerca, las que están más disponibles, preparadas y dispuestas para servir a Dios y a su Reino”.

No sacrificar la realidad en el altar de las ideas
El Papa Francisco nos invita, por tanto, a mirar la realidad más que las ideas, para evitar caer en la “trampa” en la que la propia Iglesia ha tropezado a menudo durante la época moderna; a saber, la de “considerar más importante la fidelidad a las ideas que la atención a la realidad”. “La realidad, sin embargo, es siempre mayor que la idea, y cuando nuestra teología cae en la trampa de las ideas claras y distintas, se convierte inevitablemente en un lecho de Procusto, que sacrifica la realidad, o parte de ella, en el altar de la idea”, subraya el pontífice. El mérito del volumen “Mujeres y ministerios en la Iglesia sinodal” es, por tanto, “no partir de la idea, sino de la escucha de la realidad, de la interpretación sapiencial de la experiencia de las mujeres en la Iglesia”.

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