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Fiesta de Disfraces: todos de farra

La Fiesta de Disfraces es el sello distintivo de Paraná. Así como Gualeguaychú es sinónimo del Carnaval, o Viale del Asado con Cuero, la capital entrerriana tiene la farra top de la Argentina. Un show que trasciende la parranda en el predio, y que en realidad conmociona a toda la ciudad. Hace instantes cientos de chicos y chicas hicieron un lindo lío en Plaza de Mayo desde donde partieron en micros dispuestos loablemente por la Comuna. Imperdible Galería de postales exclusivos.

 

Con hotelería colmada, casas adyacentes al predio alquiladas, y derivaciones a Villa Urquiza, Oro Verde, Diamante y Santa Fe, la 15ª Fiesta de Disfraces promete ser fantástica.

La previa con Paraná se Disfraza ya dio los primeros síntomas en cuanto a que la capital de Entre Ríos se ha insertado firmemente en la consideración turística no solo nacional sino también internacional.

 

Es que, a la belleza natural, y la situación geográfica -siendo un punto equidistante neurálgico con respecto a otras grandes urbes argentinas como de la vecina República Oriental del Uruguay- se suma un acontecimiento al cual ha adherido la ciudadanía, poniéndole una onda increíble.

 

Y ello se comprobó primariamente con el edificio municipal ornamentado para la ocasión, como las vidrieras de comercios decoradas especialmente y los empleados y propietarios atendiendo disfrazados.

 

Fue una semana distinta y la sensación de júbilo, de alta alegría, se potenció ayer y muy especialmente hoy.

Eran las 19.00 cuando la cámara de Cuestión Entrerriana empezó a ver a disfrazados y disfrazadas desfilando por la Peatonal. En realidad, se trasladaban a casas de amigos/amigas, pero era evidente que comenzaba la Gran Previa.

 

Todo se desmadró a las 21. Fue como una especie de aluvión juvenil que pobló la Plaza de Mayo donde el municipio facilitó transporte GRATUITO en micros urbanos con choferes realmente diplomados de Súper Pacientes.

 

Desde ese momento y hasta las 22.30 estimativamente, el flujo/recambio de jóvenes fue incesante, tanto sobre calle 25 de Mayo, como frente a la Catedral Metropolitana.

Los disfrazados pasaron a posar para nuestra inquieta cámara como para los celus de padres que les concedieron a sus pequeños hijos un fin de Día del Niño extraordinario, habida cuenta que pudieron retratarse con Súper Héroes, y otros ídolos, en algunos casos con atuendos muy bien logrados o maquillajes sensacionales.

 

Las subidas a los colectivos fueron al mejor estilo barras del fútbol; eso sí… sin desbordes más allá de alguna que otra picardía.

Un dato saliente… Pese a la positiva iniciativa de la Municipalidad en cuanto a traslado, y al esfuerzo del área Turismo, muchos no sabían lo de los micros, ni la gratuidad del servicio, ni de donde salieron y faltó en la Plaza personal que asesore, por lo cual hubo varios pibes que se equivocaron subiendo a micros pagos, y/o hasta optaron por abordar remises y taxis sin tarifas especiales como arriesgando a tomar coches sin identificación.

 

Un punto que seguramente el Chino Monti y sus asistentes anotarán para el año próximo en pos de seguir perfeccionando una gestión elogiable, cada vez más eficaz y ultra productiva de su órbita.