Fiesta de Disfraces: ¿Qué veinte años no es nada…?

Pasó la 20ª edición de la Fiesta de Disfraces y el saldo no deja de ser positivo. Hubo de todo en cuanto a los atuendos. Desde la más exquisita originalidad y demostración de buen gusto, como calidad y cantidad de laburo evidenciados, a la improvisación no exenta de audacia, singularidad y hasta de extravagancia. No solo el predio gigante fue epicentro de tanto júbilo. Paraná se Disfrazó con una onda increíble. La Seguridad, el Tránsito, la altísima ingesta de alcohol, la falta de señal de celulares, la accesibilidad, el trato a la Prensa y el notorio ingreso de Menores siguen en deuda luego de dos décadas. Evolución en cuanto a Sanidad. Estuvieron Julián Serrano, Malena Narvay, Stéfano (Yeyito) De Gregorio y Virginia Gallardo. También se vio a influencers, youtubers e instagramers como Sofi Morandi, Lucas Spadafora, Mica Suárez, y Bárbara Martínez. El barco vikingo péndulo, de lo mejor en el Playground.

 

Paraná volvió a proyectarse hacia el mundo con un mega show de jerarquía internacional al cual asistieron no menos de 60 mil personas. Los organizadores mantuvieron la sana y sabia tendencia en cuanto a seguir corrigiendo errores y vale subrayar el compromiso de toda una ciudad que vivió a pleno la Fiesta de Disfraces, participando de una alegría contagiosa a lo largo y ancho de la capital entrerriana.

Es ser nobles reconocer que La Banda del Palo consolida la disposición en subsanar dificultades o carencias de anteriores ediciones. No obstante, ya es tiempo de subsanar añejas dificultades o imperfecciones que con menos suficiencia y con mayor voluntad a sacrificar recaudaciones, podrían enmendarse sin tantas dilaciones contraproducentes.

 

El fresco dijo “presente”, sin embargo, el calor gestado por semejante multitud, mitigó el efecto gélido, en tanto que, la ausencia total de lluvia favoreció a que todo culmine con Extra Bonus.

Las carpas donde predominó la Cumbia y el Cuarteto, o la de música electrónica, más otras estructuras donde se dividieron los estilos y sonidos como internacionales, nacionales, o ritmos brasileros, otorgaron resguardo a los más desabrigados.

 

Un detalle… Muchos, muchísimos asistentes, reprocharon la reiteración constante de temas musicales, como si el Playlist de ciertos DJ’s no hubiera tenido un consenso básico, elemental.

El que la rompió en este rubro fue Nachito Buiatti. Impresionante. Demostró un oído excelso y una onda descomunal. Nada que envidiarle a los top’s internacionales. Más bien, todo lo contrario. Un gran acierto su inserción en el Line Up.

 

Las pantallas volvieron a ser sensación, como los shows de láser y luces robóticas, más una gigantesca escenografía  a puro arte y diseño innovador, el cual se elevó con la inclusión de acróbatas, malabaristas y preciosas bailarinas, cristalizando un mágico show visual.

A ello se suma un trabajo híper creativo con la mezcla de música étnica con música electrónica, sugiriendo fases de rave y dance, completando una estética la cual combina algo rustico con algo tecnológico y con algo de dimensión, más el vestuario retro urbano.

 

Dos detalles no nimios… Un corte de audio a las 02.30 que duró demasiado, justo cuando tocaba Kapanga (a quienes se vio descompuestos justo en medio del stop por el cual vociferó un rato, acidamente, la concurrencia) y es cada vez más elocuente que no estaría mal rotar animadores. La sensación compartida en Redes es que faltó verba motivante desde el escenario. No alcanza con el “Dale, dale, dale…”, o el “se pudre todo…”.

 

Todo bien con la onda “Marianito Iudica”, muy piola el presentador o “host”, sin dudas que del oficio, sabe, pero hay muchas más consignas para levantar a la gente. Sobran frases, lemas, es imprescindible poder de improvisación mayúsculo y saber coordinar con los DJ’s.

Por eso, nada mejor que el intercalar anfitriones y hasta adosarle el toque femenino. Obvio… es nuestra concepción. Quizás haya alguna explicación.

Todo bajo control, salvo excepciones…

 

A cargo de la Seguridad se habían dispuesto entre 400 y 450 efectivos policiales. Hubo muy pocas detenciones y demasiados arrebatos, algunos de ellos violentos. No solo de celulares se despojó a las víctimas. También hubo robo de billeteras, de carteras y hasta se substrajo disfraces.

Felizmente, no constatamos heridas de armas, pero sí hubo algunos golpeados con extrema severidad por los forajidos que realizaban “golpes” abruptos, intempestivos, tipo comando según lo que se narra en Redes Sociales por damnificados.

 

Del mismo modo, hubo atentados contra vehículos con sectores muy bien cuidados, y otros totalmente desprotegidos.

 

El consumo de alcohol desproporcionado generó que los responsables de la Sanidad tuviesen una agitada noche, pero concretándose un correcto operativo más allá de tener que derivarse a muchos pacientes a los efectores de Salud cercanos donde el Ministerio de Salud había montado guardias especiales elogiablemente.

También cabe acotar que se atendió a algunas personas por traumatismos diversos, en especial torceduras de tobillo o golpes por caídas.

 

Lamentablemente, cueste creerlo o no, la presencia valiosísima de personal de la Cruz Roja fue confundida como si se tratara de disfrazados.

 

Enarbolar una bandera de crítica acérrima ante tantos aciertos, y tan elocuente mejoría respecto a las anteriores ediciones suena a ridículo. Los organizadores se han caracterizado por montar un espectáculo de jerarquía a lo largo de dos décadas y siguen puliendo año a año diversos detalles adversos.

 

Lo inherente a seguridad para evitar ilícitos como actitudes deshonestas, hubo muchas chicas manoseadas y acosadas por ejemplo, debe pulirse profundamente.

Es verdad que solo se lamentaron incidentes aislados teniendo en cuenta el porcentaje de perjudicados y la amplísima mayoría que la pasó bárbaro, pero el accionar de arrebatadores (varones y mujeres), pudo tener otros mecanismos de prevención o de reprimenda.

 

Idem, no se contempló la oportuna reconvención a los más revoltosos que pudieron ser exhortados a la calma para evitar males mayores. Si hubo riñas fue específicamente por los estados alterados que ocasiona la ingesta desmesurada de alcohol.

 

Otro debe se sigue centrando en el disponer a futuro de un sector lindero más amplio para estacionamiento, debidamente iluminado y con celosa custodia pues no faltaron algunas “avivadas” de trapitos, resignación de algunos pero otros que se rebelaron y se concluyó con algunas discusiones, amenazas y forcejeos innecesarios.

¿No podrán resignarse metros del predio, venderse menos entradas, y reposicionar los playones? ¿No está bueno reorganizarlo con fundaciones benéficas?

 

Asimismo, se sigue sin aceitar el mecanismo de ingreso sobre todo en la franja entre las 23 y las 01 horas, o no se consigue aun tributar mayor protección en especial a las damas, cuando se desea retirarse antes que salga el sol. Varios comentarios no solo escuchamos sino que se leen vía Facebook y Twitter. Todos coincidentes en cuanto a que quien deseaba dejar el predio antes de la salida del sol, se encontraba con sectores muy desprotegidos y para colmo sin taxis y sí con remises truchos.

 

Por ende, se suscitaron escenas de pánico en algunas jovencitas que se hallaron, en medio de la penumbra llamando desesperadamente, cuando hallaban señal, a empresas de taxi o remises oficiales y rezando para que lleguen lo más rápido posible al desamparado sector.

Una buena idea sería establecer temporales bases de ambos rubros, ofreciéndoseles a los choferes la custodia respectiva para que no sufran ilícitos.

La fresca temperatura y el líquido consumido llevó a que las visitas a los baños químicos fuesen asiduas y ello volvió a complicar transitar esa zona y lograr cumplir con ciertas necesidades no sin soportar situaciones desagradables, algo que parece -por ahora- no tener solución.

Ya sugerimos en dos oportunidades se podría contratar a Personal de Limpieza el cual acceda a los mismos por turnos para así brindar un reacondicionamiento más continuo y de éste modo se otorguen medidas básicas de higiene y salubridad.

 

No fueron pocos los varones que se vieron orinar fuera de los mismos no porque estuviesen ocupados sino pues era harto imposible aguantar los hedores de dichas unidades sanitarias, donde paradójicamente, se vio a parejas teniendo sexo, lo que revela la desprotección de ese sector.

 

Desde la provincia de Santa Fe llegaron miles de participantes, pero asimismo se vio a muchos cordobeses, correntinos, formoseños, misioneros, platenses, porteños, mendocinos, y hasta chubutenses.

 

Como siempre, Paraná Campaña fue la plaza por excelencia de visitantes entrerrianos.

 

El carácter internacional tuvo por sello a un contingente de uruguayos, a un colombiano, y a unas parejas del Brasil.

 

Vale elogiar la cantidad y calidad de las carpas, en especial enfatizar la jerarquía que otorgaron a algunas, diversas firmas auspiciantes del mega-acontecimiento. Lástima que se sigue fallando en materia de señalización o cartelería más visible o por qué no, Promotoras Guías para dilucidar ubicaciones o sectores.

 

La tele sigue participando, pero…

 

Ya ampliaremos, pero vale la pena recalcar nuestra valoración hacia la transmisión de Canal 11, permitiéndonos vivir desde adentro la Fiesta desde hora temprana, como luego, a la medianoche se sumó el 9 aunque sin conductores.

 

Sin embargo, lo continuamos pidiendo y no nos dan el gusto, seguro que por un tema de costos… Una previa más larga, con más periodistas, más puestos, una recorrida por todas las carpas, mayor descripción no quedarse en la fácil de presentar a los disfrazados y realizar las mismas preguntas horas y horas como un cliché. Otra vez el dispositivo fue reducido y persiste la duda si es solo por el tema “inversión”, la casualidad “sindical” ligada a que era un feriado, o porque continúa faltando aceitar mecanismos en conjunto con la Organización.

 

Estamos convencidos que ambos canales o también Cablevisión están dotados de personal y técnica para hacer algo muchísimo mejor. Con otro despliegue, entrando al corazón del mega-show, recorriendo carpas, evitando la anodina repetición.

Por eso consideramos que ya es hora de crecer y de arriesgar una mayor inversión para lograr mayor calidad. Poder, se puede, estamos seguros. Solo hay que ponerse de acuerdo y manos a la obra. Es una vez al año…

 

La Fiesta de Disfraces es un sello distintivo de la ciudad. La capital entrerriana nuevamente se vio sacudida por éste mega-acontecimiento que nos deja muy bien parados a nivel nacional y hasta internacional. Nos encantaría que siga creciendo y para ello hay que rescatar lo bueno y lo malo. De nada sirven los elogios fáciles como tampoco son buenas las críticas ácidas.

¿Ingratitud incorregible?

 

Cuestión Entrerriana volvió a sentirse muy mal tratada por la Organización que dispuso arbitrariamente y sin sentido concreto, “ceder DOS credenciales por medio”, pero después uno se enteró que asistieron colegas NO A TRABAJAR, con “invitaciones especiales” y que algunos hasta las cedieron en sagaces “transacciones”.

Siguen siendo estériles las intenciones de hacer rever esa medida absurda teniendo en cuenta lo que año a año ha tributado GRATUITAMENTE nuestro Diario, y así se echa por tierra la aspiración de plasmar un operativo delineado que podría incluir varias cámaras fotográficas, una de video, y dos redactores, repartidos entre los jóvenes y dando especial atención a los Seniors o VIP’s.

 

Talones de Aquiles

 

Una vez más, fue muy “light” el cacheo o la verificación de accesorios de disfraz. En verdad, hay horarios… Vas temprano y ahí sí, el control es exhaustivo, como si entraras a un boliche ultra VIP. Pero cuando los accesos se colman, es muy evidente la merma en la inspección, reduciéndose la rigurosidad y constatándose una peligrosa permeabilidad.

Pasaron 20 años y no se cae una idea en cuanto a cómo seducir a que se concurra más temprano.

 

En cuanto al reordenamiento vehicular, hubo muchas quejas de variado tono. De hecho, se registraron cortes o restricciones sorpresivos y no comunicados, así mucha gente soportó embotellamientos que llevaron no menos de una hora promedio. Y hete aquí un dato: si se quiere mayor y mejor difusión, que la Organización facilite la llegada, el desenvolvimiento y la salida de los periodistas. Ya con 20 años deberían estar aceitados esos mecanismos.

Idem, los vecinos que debían llegar a sus domicilios o acceder a lugares de trabajo del área vivieron momentos muy aciagos, soportando injusticias que crean descontento en la ciudadanía.

 

Sostenemos… ¿En dos décadas no se consiguió retroalimentarse de las experiencias fatídicas? Da la sensación inequívoca que falta voluntad y quizás, por allí, poder de absorción de ideas renovadoras que podrían llevarse a la práctica, dejando atrás una intransigencia infecunda.

Lo aquí descripto tiene muchísimo de objetividad y algo de subjetividad pero con la mejor onda. Felicitamos a los organizadores y esperamos que algún día valoren nuestra cobertura. Nunca es tarde… Quizás llegó el momento de empezar a consolidar los veinte años para modificar algunas actitudes que dejan entrever una incipiente y peligrosa tendencia a la soberbia.

 

Pasó otra edición, la 20ª, y una vez más Paraná se conmovió con la Fiesta de Disfraces más importante de América Latina y uno de los acontecimientos de mayor relieve mundial.

La Organización sacó otro “aprobado”, con “bueno”, pero hubo detalles que siguen sin mejorar y unos aspectos que parecen haber empeorado, sobre todo los relacionados con el trabajo en conjunto entre Privados y Gobierno’s. Hay mucho por hacer. Solo hay que profundizar la autocrítica y despojarse de un engreimiento tóxico. La Banda del Palo, Municipalidad de Paraná y Gobierno de Entre Ríos no deben soltarse las manos.

 

¿Qué pasa con las empresas de telefonía celular?

 

Si bien no es condicionante en extremo, la mayoría de los presentes, en especial algunos periodistas que deseaban contar segundo a segundo lo que allí vivían, padecieron graves trastornos con las señales de los celulares. Tercera galería de fotos desde el predio.

 

Sabido es que por las características topográficas de la zona, se hace muy complicado gozar de señales de telefonía celular a tope. No es nuevo. Desde que comenzó a utilizarse el predio del Acceso Norte, han sido incesantes las insatisfacciones, no solo de quienes adquirieron sus tickets sino también de fuerzas de Seguridad, como de Servicios de Emergencia o hasta de la propia Organización que debió extremar los recursos técnicos para contar con líneas de orden internas en pos de estar permanentemente enlazados entre los diferentes puntos del predio.

 

El punto en conflicto es las dificultades ostensibles que se generan para los medios televisivos o hasta para los grandes medios gráficos que desean subir fotos o data de la Fiesta OnLine, y sus propósitos se ven afectados no solo con un colapso de sistema por tantos miles de celulares ubicados en el área, sino a su vez, repetimos, por las condiciones de ese segmento.

 

De éste modo, tratar de subir fotos a Redes Sociales, o navegar por internet en pos de contar lo que se está viviendo, es casi una Misión Imposible.

Por ello es que, fue más usual leer Twits o Mensajes en Muros de Face de gente que no fue al Mega Show, que de presentes en la propia Fiesta. Así, la TV pasó a ser un vínculo relevante hasta para comprobar que todo se desarrollaba sin coyunturas adversas.

 

Hubiera sido muy positivo que la organización disponga con la necesaria anticipación, de un sistema preconvenido para que Personal, Claro o Movistar allanen tan cuestionado problema potenciado por los miles de celulares conectados en un radio específico. Honestamente, lejos estamos de contar con la erudición pertinente, pero hablando con productores y técnicos de TV, supimos que hay métodos para, al menos, MEJORAR los enlaces o de última, montar una Carpa Específica con las herramientas tecnológicas imprescindibles, sobre todo para la prensa.

 

El punto es que, para ello, debe dedicarse otro tiempo más de las innumerables responsabilidades que ya cuentan los miembros de La Banda del Palo, y quizás, sea considerado un déficit de escasa relevancia.

 

Vale la pena acotar que, años atrás, algo de eso ocurrió con el Seven de El Plumazo, pero progresivamente fue depurada dicha carencia o insuficiencia. Es que es un brete originado por cualidades naturales del espacio elegido, sin embargo, hay técnicas de corrección a partir de determinaciones adoptadas en tiempo y forma, y/o requeridas por los canales ejecutivos pertinentes, ejecutándose operatorias intrincadas, arduas, en pos de tributar una sustancial modificación de este espectro.