Fiesta de Disfraces en el “Gayá”
La Comisión Directiva del Quique Club organiza una Fiesta de Disfraces en su estadio “Gayá” de Alsina 653. Este sábado, a las 22.30, dará comienzo el evento para el cual se han planificado premios, sorteos y barras de tragos, entre otras atracciones. El objetivo prioritario es concluir con las refacciones de los sanitarios. Ya se vendió una buena cantidad de entradas anticipadas a un costo de 50 pesos, lo cual incluye una consumición.
La Familia Decana arranca una serie de acontecimientos extra-deportivos en su sede de calle Alsina. La idea es recaudar fondos que permitan continuar con obras imprescindibles para proseguir desarrollando una trascendente labor formativa como la que ha acometido en los últimos años.
La Fiesta de Disfraces es una vieja, aunque siempre vigente, tradición de los “Albirrojos”, con la cual no solo socios de la institución sino también amigos de otras entidades se juntaban a dar rienda suelta a la alegría en un clima ciento por ciento familiar dejando por un rato las rabietas, las broncas, las frustraciones y/o simplemente los cansancios de la cotidianeidad.
Hoy, la joven dirigencia de Quique tiene un desafío inmenso: el sacar al club de una heredada coyuntura económica-financiera que complicó metas de toda índole y hasta perturbó proyectos ambiciosos. Por eso necesita de la buena onda de TODO el deporte paranaense. Así que se invita no solo al asociado o a los jugadores de las distintas categorías y sus familiares, sino también a amigos de otras instituciones para gozar de una noche distinta y súper divertida.
Con lo recaudado, la consigna es culminar las tareas de renovación de vestuarios y, saneado ello, llegará el turno de una anhelosa gestión: ajustes en el techo del gimnasio y el tecno-piso deportivo que permitirá a sus talentosas formaciones jugar en casa propia instancias claves de competencias provinciales y nacionales.
Pero hay muchos más desafíos y hay una enorme actitud de sus directivos para afrontarlos. Hay entusiasmo, hay ganas, hay pasión. Y ello es digno de reconocerlo como de apoyarlo.
Hoy, de nada sirve seguir hurgando en todo lo malo que se hizo en anteriores gestiones directrices. Hoy, vale sumar ganas de colaborar para crecer y corregir así una senda que pudo ser equivocada, generando complicaciones diversas.
Lo pasado, no debe ser pisado, debe ser tenido muy en cuenta para potenciar lo bueno, enmendar lo malo y no reiterarlo. Por lo visto, ésta entusiasta camada de directivos tiene buenos planes, apuntando al futuro con renovados bríos.