FDD 2014: desarme y … ¿mudanza definitiva?

Mucho se habló del cambio de sede para la Fiesta de Disfraces 2014, y hasta se mencionó la casi inexorable chance de mudarse a Colonia Avellaneda. No obstante, hubo acuerdo y la 16ª edición fue otro exitazo en ejido capitalino. Ahora, mientras se desarman carpas, escenario, baños químicos, etc, etc, se dice que La Banda del Palo ya tiene terreno propio. Galería de fotos que sirven de archivo histórico.

 

Paraná es una usina generadora de chismes, unos confiables, otros descartables y como corolario de lo que fue una cobertura más, sin credenciales, sin siquiera habernos invitado a la presentación, no podíamos dejar de anunciar lo que uno de éstos días la Organización quizás confirme.

 

O tal vez, el rumor sea infundado y la versión sea desestimada y rechazada por La Banda del Palo. En el marco de las suposiciones, lo factible puede pasar en instantes a ser desechado y en realidad lo que aquí contamos no tiene fundamento sólido más allá que sí es consistente el murmullo inherente a que el predio de Don Bosco y Circunvalación es propiedad de la Caja de Médicos Bioquímicos, y sus dueños tienen en mente darle otro uso a esa parcela cuya superficie atesora millones de anécdotas.

 

Dicen que la Fiesta pasaría a ser de Colonia Avellaneda, donde se habría plasmado el negocio inmobiliario, aunque desde ese municipio habría división: alegría por un lado en cuanto a los ingresos que se generarían y preocupación por las características del mega-evento, teniendo en cuenta los saldos en relación a ilícitos varios, la proliferación de gente extraña por afuera del show que busca ganancias con changas diversas, y la suciedad que ocasiona varias, pero varias, manzanas a la redonda.

 

Veremos qué sucede. Todo, por ahora, es un cuchicheo sin asidero, sin consistencia. Lo ÚNICO sólido es el desbarajuste que provocaron las más de 60 mil personas en el Acceso a esta Capital, desde el predio hasta Avenida Ramírez y Terminal de Omnibus inclusive. Eso sí es innegable.

Claro que, también se puede ver el otro lado, el POSITIVO, con una movida turística excepcional que puso de nuevo a Paraná ante los ojos del mundo.