Fallo de La Haya: Bahillo y su expectativa
|“Estamos aguardando con expectativa y ansiedad el fallo del Tribunal de La Haya”, dijo el intendente de Gualeguaychú, Juan José Bahillo. Remarcó además que “la gran protagonista de esta historia es la comunidad de Gualeguaychú, que llevó adelante esto con un fuerte compromiso de lucha durante siete años”.
“La jornada de mañana será muy especial, determinante para la continuidad del reclamo, como comunidad debemos estar unidos fraternalmente ante esta circunstancia, por el reclamo de la comunidad y también por el trabajo de Cancillería, los técnicos y abogados que han sabido llevar adelante lo que Gualeguaychú ha planteado”, sostuvo el Intendente.
Bahillo remarcó la militancia de los vecinos “que sufrió altibajos, que tuvo momentos desfavorables, aún cuando parecía que todo estaba perdido; pero que supo sobreponerse a todas las adversidades y haciendo un aprendizaje de cómo llevar adelante este reclamo”, acotando que “como comunidad el saldo es altamente positivo”.
Reflexión
El Intendente de Gualeguaychú, reflexionó sobre esta instancia, a través de una publicación titulada “El valor de un pueblo unido”. Allí señala que “faltan pocos días para que conozcamos el fallo de la Corte Internacional de Justicia de la Haya y en la ciudad vivimos un clima de expectativa y gran ansiedad, porque en este fallo se resumen siete años de una lucha en que Gualeguaychú se plantó frente a poderosos intereses y dijo NO”.
Destacó también que “en poco tiempo, aprendimos a hablar un nuevo idioma, incorporamos conceptos, argumentos para defender nuestro ambiente. Estudiamos leyes, repasamos antecedentes, conocimos otras historias que se cruzaban con la nuestra: porque la tierra es una y los intereses que la agreden se expanden por el mundo como uno solo”.
“Cientos de reuniones, miles de banderas dibujadas, impresas, incontables noches bajo las estrellas para dejar una huella de nuestro reclamo, para hacer oír una voz, para que el mundo nos viera y se interesara por saber las razones de la protesta de unos hombres y mujeres acá, en el sur del mundo. Muchas palabras, abrazos, lágrimas, argumentos encontrados, acuerdos y una sola consigna: NO a las PAPELERAS”.
“Nuestra lucha sufrió traspiés y altibajos, momentos en que todo parecía que saldría a favor de nuestro reclamo y otros en los que, con los brazos cansados, sentíamos que la dimensión de este desafío nos pasaba por encima. Pero nunca nos dimos por vencidos y cada vez que fue necesario, el pueblo entero se movilizó a la calle, a las rutas, al puente para mostrar su fuerza y su entereza: niños, jóvenes, adultos, familias enteras que sin dudarlo se sumaron a tirar del mismo carro”.
“Después de estos años, la ciudad no es la misma y tampoco sus ciudadanos. Con nuestra pasión hemos sido ejemplo para otros pueblos y para sus dirigentes; a medida que aprendíamos de esta lucha, ese saber se derramaba sobre otras comunidades, se extendía a otros hombres y mujeres, se comunicaba, se transmitía, fundando nuevas palabras, otras formas de organización y de movilización”.
“Gualeguaychú ha crecido, ha madurado, hemos entendido que hace falta una actitud de responsabilidad frente al ambiente, que nuestras acciones, nuestro trabajo, nuestra vida diaria tienen consecuencias que debemos controlar, mitigar para evitar más daño. La protesta contra las grandes industrias contaminantes vuelve su mirada hacia nosotros mismos y nos obliga a replantear de qué modo vivimos y cómo podemos vivir mejor, en armonía con lo que nos rodea”.
“Y hemos crecido también en otro sentido, porque aprendimos que juntos y unidos podemos más, que lo mejor es sumar, que es necesario escuchar y comprender, contener al otro que –a nuestro lado- quiere lo mismo que nosotros aunque piense distinto.
Muchas veces vivimos situaciones de intolerancia y enojos que no nos condujeron a ningún lado y que por el contrario, significaron un retroceso. Pero supimos aprender y entender”.
“Falta poco para conocer un resultado que nos preocupa y nos mantiene en vilo. Pero no hay dudas que gran parte de esta lucha ya la tenemos ganada. Hemos recorrido un largo camino rico en experiencias y saberes que no tiene vuelta atrás. Me parece importante rescatar los valores puestos en juego en nuestra lucha. Los invito a pensar en ellos porque son la base para edificar una ciudad mejor: el respeto por el otro y por lo que nos rodea y la firme convicción de defender esos valores indispensables para el fortalecimiento de la sociedad actual”, finalizó.