Falleció Rubén Gey, “El relator del Pueblo”

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- El deporte entrerriano muestras por estas horas profunda consternación por el deceso de Rubén Gey, uno de los más reconocidos relatores de fútbol de la Provincia y destacado delantero de proyección nacional, en la década del ’80. El “Ratón” se ganó el cariño de la gente por su sencillez, su humildad, su generosidad. Hoy, el dolor por su partida es insondable.

Rubén fue el máximo ejemplo en cuanto a que no se necesita poseer una voz privilegiada, tonos, modulaciones o inflexiones particulares, o una verborragia ilustrada para llegarle al oyente y seducirlo tan solo con frescura, con simpatía, con plena soltura, con espontaneidad y mayúscula autenticidad.

Él relataba como hablaba. Por ahí hasta inventaba o quizás cambiaba palabras, pero su narración tenía ese no se qué especial, atrayendo a escucharlo tan solo por su naturalidad.

Claro que, a esa simplicidad, le adosaba conocimiento, erudición empírica.

Su Facultad fue el campito, las canchas que pisó de distintos niveles del fútbol nacional, los miles de minutos como jugador, los vestuarios, el trato profesional con decenas y decenas de entrenadores y dirigentes, su relación íntima con cada uno de los estamentos del balompié, incluyendo la correspondencia con la tribuna.

Así se nutrió, y así se “recibió” de periodista deportivo y relator con el honor de ser respetado no por su saber facultado sino por saber transmitir lo que le gusta a la gente escuchar.

El “Ratón” priorizó la simpleza. Y el producto que otorgó en cada transmisión o conduciendo un programa, gustó. Captó la atención de una audiencia ávida por escuchar relatos con el idioma -precisamente- del radioescucha.

Fuera del Estudio o de la cabina, no había diferencias… Amabilidad total. Positivo. Siempre dispuesto a escuchar y a irradiar la mejor energía.

Tuve la satisfacción de desarrollar una etapa de mi carrera junto a él en una inolvidable época de LT 14. Estudios Centrales en las transmisiones de Patronato y Tribuna Deportiva. Nunca antepuso un liderazgo implícito, más bien, todo lo contrario. Optó por compartir, siempre con una actitud fecunda.

Tal vez podrá haber quienes consideren que no fue el “mejor” profesor, espejo o referente de la “camada joven”, sin embargo muchísimos colegas -dos décadas más chicos- hoy valoran el aprendizaje cosechado junto a él.

Por eso la congoja, abruma a quienes se sintieron identificados con ese estilo, y el desconsuelo se acentúa entre los que cimentaron una amistad entrañable o meramente, gozaron de su bondad indescifrable.

Rubén Gey está inscripto en el Libro de los máximos narradores. No hay dudas. Pero, ante todo, su recuerdo se mantendrá perenne en miles y miles de corazones agradecidos por todo lo que generó al entrar a través de la radio en cada hogar, y esa proverbial conducta esparcida a lo largo y ancho del camino de vida recorrido.