Falleció Oscar López Ruiz: un eximio referente del jazz y el tango que transitó la vanguardia de la mano de Piazzolla
|A los 83 años, murió este viernes 24 de diciembre el guitarrista y compositor Oscar López Ruiz, quien se encontraba internado en terapia intensiva en el Sanatorio Güemes en estado crítico, luego de pasar los últimos días internado a raíz de un cuatro de septicemia, según informó su familia.
Su hija Alejandra López Jascalevich informó el miércoles 22, a través de su cuenta de Facebook: “Vengo a contarles que el estado de salud de mi padre es crítico. Estaba internado en terapia intensiva por un cuadro de septicemia y fue entubado y su organismo no está respondiendo a los tratamientos y su vida se esfuma. Sólo nos queda esperar lo peor”, adelantó su hija.
Este talentoso artista tocó durante 25 años junto a Astor Piazzolla, como integrante de diferentes propuestas como el Quinteto Nuevo Tango, Conjunto 9 y el Octeto Astor Piazzolla. López Ruiz tuvo, además, una extensa trayectoria como guitarrista y destacado arreglador y compositor dentro del jazz y de la música popular.
Participó de distintos grupos y orquestas, junto a músicos de la talla de Lalo Schifrin, Gato Barbieri, de su hermano Jorge López Ruiz, Buby Lavecchia, Sergio Mihanovich, Oscar Alemán, Baby López Fürst, Pichi Mazzei, Donna Caroll, Eladia Blázquez, Dino Saluzzi, Leopoldo Federico, Chico Novarro, Eduardo Lagos y el Cuarteto Zupay.
También fue director artístico del sello discográfico Trova, entre 1967 y 1969, época en que la grabadora desarrolló un catálogo histórico con las ediciones de discos de Piazzolla, el Mono Villegas, Chico Novarro y Horacio Ferrer.
El guitarrista tuvo además una importante actividad como compositor y arreglador de bandas sonoras para películas como Los jóvenes viejos (1962), dirigida por Rodolfo Kuhn; La chica del lunes (1967), de Leopoldo Torre Nilsson; Los herederos (1970), de David Stivel; y La venganza de Beto Sánchez (1973), de Héctor Olivera, entre otras.
Esta labor la conjugó con alrededor de 35 espectáculos revisteriles, entre los teatros Maipo y Astros, entre otros.
Su estilo guitarrístico
Como instrumentista, fue un guitarrista creativo en sus armonizaciones, flexibles y de una plasticidad que se conjugaba delicadamente con el bandoneón de Piazzolla, o como un acompañante ubicuo, ligero y calmo. Sus improvisaciones eran piezas agudamente cinceladas que combinaban un espíritu jazzístico abierto con un sonido ciudadano que le permitía un modo de expresión único, personal.
Su experiencia con Piazzolla quedó plasmada en un emotivo diario sobre sus experiencias que tituló: Piazzolla, loco, loco, loco: 25 años de laburo y jodas conviviendo con un genio. Sin duda, López Ruiz es una parte indisoluble de la obra de Piazzolla, en especial, en la ruptura entre la música del bandoneonista con la tradición tanguera en los años sesenta.
El músico nació en La Plata el 21 de marzo de 1938. A partir de los 13 años estudió guitarra con el maestro Antonio Sinópoli (1878-1964) y se perfeccionó con la pianista húngara Bela Wilde, discípula de Rachmaninoff.
En 1950 se mudó a Buenos Aires y su debut profesional fue en 1954, con la Orquesta Tony-Armand, con guitarra eléctrica. Más adelante, López Ruiz fue miembro del Bop Club, de Buenos Aires, donde habría conocido al pianista Lalo Schifrin, con quien tocó. A fines de los años cincuenta integró Los Cinco Latinos, grupo con el que hizo giras por América latina.
A instancia de su hermano, el contrabajista Jorge López Ruiz, Oscar entró en el Quinteto Nuevo Tango, de Piazzolla, en 1961, como “solista titular” cubriendo la vacante que había dejado otro grande, Horacio Malvicino, hasta la disolución de este proyecto en 1967.
Desde ese lugar, participó en una serie de trabajos que fueron revolucionarios dentro del tango y de lo que sería, posteriormente, la música de Buenos Aires, como, por ejemplo, Piazzolla o no? Bailable o apiazolado (1961); Nuestro tiempo (1962), Tango contemporáneo y Tango para una ciudad, ambos lanzados en 1963.
También fue parte del Concierto en el Philarmonic Hall, de Nueva York (1965), El Tango (con textos de Jorge Luis Borges) con Edmundo Rivero en voz y Luis Medina Castro en lectura, e Historia del Tango: Volumen 1, La Guardia Vieja y Volumen 2, La época romántica, ambos en 1967, además de Oblivion (1984), entre otros.
A la hora de describir su experiencia junto a Piazzolla, López Ruíz destacaba que “Ástor era complejo,y no reaccionaba frente a los hechos como cualquier persona”.
“Era un genio -explicó en una entrevista- y tenía una sensibilidad aguzada, una realidad distinta. Eso a veces podía malinterpretarse, pero estar con Piazzolla tantos años fue un privilegio enorme. Ástor nos cuidaba, nos respetaba y nos hacía respetar. Recordemos que éramos los que él había elegido para llevar adelante su obra, que en los sesenta representó una lucha muy dura”.
“De todos modos, jamás me reí tanto como cuando salíamos de gira. Fuimos muy amigos en una época. Le gustaban los chistes y las bromas pesadas. Ahora bien, no tenía mal carácter con nosotros; tenía dificultades para relacionarse con los mediocres”, añadió el guitarrista.
Además, y sobre todo, desde 1966 Oscar López Ruíz fue el acompañante histórico, tanto en la música como en la vida, de su esposa, la cantante Donna Caroll, hasta su muerte, ocurrida el 31 de marzo de 2020, a sus 80 años.