Falleció el periodista Jorge Alberto Álvarez
|ESPECIAL (por Francisco “Pancho” Calderón).- Un día más que aciago fue el de éste miércoles en cuanto a noticias. Al deceso del ex presidente, Néstor Kirchner, se sumó el fallecimiento del periodista santafesino Jorge Alberto Álvarez Romero, excelso comunicador y catedrático como hombre de estrecha confianza con el senador nacional Pedro Guillermo Guastavino quien en menos de un día sufre dos golpes de efecto devastador.
Jorge Álvarez tuvo una dilatada trayectoria en medios santafesinos como LT10, LT9 y el viejo Cablevideo. Además fue profesor universitario.
Trabajó a lo largo de más de cuatro décadas. No hizo otra cosa. No sabía. No podía. No quería. Llevaba el periodismo en la sangre, inoculado, como un veneno al que era adicto. Comunicaba con una sencillez y una precisión inigualables. Era periodista hasta la médula y parecía que no podría ser otra cosa. No por falta de virtud.
Escribía con una claridad inusual, un proverbial talento para separar el grano de la paja ideológica y de la farfalla pseudointelectual. Supo siempre salpimentar todos sus escritos y comentarios con esa prudente distancia que se precisa para distinguir el bosque de los árboles.
Era un todoterreno en eso de comunicar, y él lo hacía como pocos. Por eso su impronta indeleble quedó en todos los espacios radiofónicos que dirigió, presentó o donde colaboró; esa atinada mescolanza de cultura, sencillez e ingenio.
Jorge Álvarez supo obsequiarnos un paradigma de enérgicos y poéticos discursos panegíricos, con amplio sentido metafórico y profundo contenido filosófico. Un autentico artista de la palabra. Un poeta del discurso público, un orador de alto vuelo, profundo y capaz.
Sus dilatados años en el ejercicio del periodismo lo catapultaron como un comunicador versado, lo que ha podido demostrar en todo los escenarios locales, regionales, y nacionales donde pudo exhibir sus dotes excelentes, con suma elegancia y profundidad teórica, adentrándose en variados tópicos críticos, manejando con esmero y soltura, con elegancia, los escenarios donde ha sido un autentico protagonista de la palabra, de la elocuencia, montado en una esplendida oratoria.
Con sentido pedagógico edificó, educó, orientó y enseñó su arte de comunicar. Jorge Álvarez fue un comunicador culto y de plenas convicciones, trazando con gran capacidad de análisis, agudos retazos de la vida política y social argentina.
Su carácter taciturno y solitario facilitó su entrega completa a una profesión por demás absorbente.
Para aquellos que pudimos entrever las llamas de su entrañable pasión en ocasión de haber integrado el Equipo de Prensa del vicegobernador Pedro Guillermo Guastavino, su punzante recuerdo nos acompañará por el resto de nuestros días.