Facu Campazzo ovacionado por los hinchas de Dallas Mavericks, pero… estaba ausente
|La agenda deportiva del sábado a la noche tenía una única expectativa para el aficionado: ¿debutaría Facundo Campazzo en Dallas Mavericks, su segunda franquicia en la NBA? Tras los elogios del director técnico Jason Kidd y la derrota inicial (107-105) del equipo en el campeonato, contra Phoenix Suns, tras estar arriba por 22 puntos, bien cabía esperar que el argentino iniciara su tercera temporada en la mejor liga de básquetbol del mundo.
Era una incógnita. Faltaba que estuviera aprobada la visa de trabajo, más allá de los dos años en que el cordobés tuvo empleo en Estados Unidos. La presentación del plantel antes del encuentro como local con Memphis Grizzlies sería un indicio claro de si el ex jugador de Denver Nuggets estaría al menos entre los suplentes. Con un juego de luces, música en alto volumen y una fervorosa voz del estadio, uno por uno fueron pasando los basquetbolistas de Dallas, y recibiendo cada uno su ovación.
“En su primera temporada, desde Colorado, el número 23: ¡McKinley Wright IV!”, gritó el locutor, y el novato aclamado pasó del banco de suplentes hacia el centro de la cancha. “En su tercera temporada, desde Oregón, el número 5: ¡Tyler Dorsey!”. Otra ovación, y allí fue Dorsey a reunirse con Wright en medio del parquet. La cámara enfocó de nuevo al grupo de jugadores. Y el presentador volvió a tronar.
“En su tercera temporada, desde Argentina, bienvenidos número 2: ¡Faaacu Campazzo!”, gritó, con una delicadeza: ese “bienvenidos número 2″ (sic) fue dicho en español. El zócalo de la televisación mostró el cartel: “Facundo Campazzo”. Y… nadie saltó a la cancha.
Otro jugador, Theo Pinson, amagó con ir al centro, pero giró y se quedó. El canadiense Dwight Powell y Christian Wood saludaron con choques de manos a Campazzo… Un Campazzo fantasmagórico. Definitivamente, Facu no estaba allí. Tampoco otros dos extranjeros de la dotación de Mavericks: el francés Frank Ntilikina y el letón Davis Bertans, y sus compañeros repitieron el gesto de palmear el aire.
La curiosa situación fue parte de una suerte de presentación del plantel para este campeonato a los hinchas de Dallas, que cubrieron el American Airlines Center, ubicado en el centro de la ciudad texana. Facundo aparecería más tarde próximo a sus compañeros, pero vestido de civil, y siguió el encuentro de cerca. Lo mismo había hecho en el estreno en Arizona.
Los papeles administrativos aún no están listos y por eso el ex número 7 no puede todavía jugar. Por cierto, esta vez el conjunto texano lejos estuvo de necesitarlo: con 32 puntos de Luka Doncic –lejos, el más vitoreado– y 25 más 12 rebotes de Wood, Mavericks arrolló a Memphis con un 137 a 96. Paliza a un adversario en el que Ja Morant (20 tantos) parece estar un poco solo como figura.
El que no está solo, pero en la función de sostener la bandera argentina en la NBA, es Campazzo, porque Leandro Bolmaro ha debutado en Utah Jazz. Con escasísima participación, ciertamente: el también cordobés actuó 55 segundos, sin inaugurar otros campos estadísticos, en el 123-102 como anfitrión de Denver, el ex equipo de Facundo, el miércoles. Ya el viernes, no tuvo acción en el 132-126 como visitante de Minnesota Timberwolves, la ex franquicia de Bolmaro.
Por su parte, Campazzo puede vivir su estreno con la camiseta 2 de Dallas el próximo martes, en el estadio de New Orleans Pelicans, en un partido que comenzará a las 20.30 de Buenos Aires. Si no, podrá hacerlo el jueves, también fuera de casa, contra Brooklyn Nets (20.30). Y la siguiente oportunidad sería la del próximo sábado (22), pero en Texas, frente a Oklahoma City Thunder.
Por lo pronto, algo llamativo: en la lista del plantel que figura en el sitio de Dallas Mavericks en internet, el capitán del seleccionado argentino ni siquiera aparece. De un modo u otro, en la franquicia del extrovertido Mark Cuban, el cordobés es, por ahora, un fantasma.