Entre Ríos refuerza lazos culturales con Suiza y potencia su oferta turística
|El gobernador Gustavo Bordet, junto al embajador de Suiza en Argentina, Hanspeter Mock, encabezaron una gala cultural del Molino Forclaz en la Casa de Entre Ríos, en Buenos Aires, con el objeto de afianzar los lazos fraternales de la provincia con la comunidad suiza y promover la actividad turística.
La Casa de Entre Ríos en Buenos Aires fue el escenario de una gala cultural desarrollada bajo el lema Una provincia de puertas abiertas. La inmigración suiza en Entre Ríos. La actividad incluyó la presentación de una teatralización por parte del Museo Provincial Molino Forclaz, ubicado en la ciudad de San José, uno de los numerosos atractivos turísticos que ofrece la provincia. La actividad también incluyó una degustación típica de la gastronomía suiza, la que estuvo a cargo del personal de la embajada del país europeo.
El gobernador, Gustavo Bordet, acompañado de su esposa, Mariel Ávila, al recibir al embajador suizo, Hanspeter Mock en la Casa de Entre Ríos, consideró “muy emotiva” la jornada concretada el miércoles en el lugar. Dijo que tener la representación del personal que trabaja en el Molino Forcláz en la Casa de Entre Ríos “es poner en valor lo que venimos desarrollando durante mucho tiempo en la provincia, y hacerlo con el auspicio de la Embajada de Suiza es doblemente importante. Por eso valoramos muchísimo y le agradecemos al embajador el acompañar siempre en este tipo de eventos que acrecienta los lazos culturales e históricos con nuestras corrientes inmigratorias y también avizora un futuro de cooperación y de integrar cultural de nuestra provincia con la Confederación Suiza”.
El gobernador saludó a la comunidad suiza presente en el lugar y expuso su agrado de “poder realizar esta actividad que pone en superficie uno de los museos más emblemáticos que tiene la provincia de Entre Ríos, como es el molino Forclaz, que asombra por la historia, la representación que se hace habitualmente a los visitantes y porque guarda un pedazo de historia de suiza pero también uno importante de nuestra historia entrerriana”.
Luego, el gobernador subrayó: “Entre Ríos ha sido una provincia que se ha caracterizado por albergar a distintas corrientes inmigratorias que vinieron a nuestro suelo para quedarse y trabajar la tierra. Quizás allí este un poco el secreto de que Entre Ríos todavía conserva una muy buena distribución demográfica de su población y se puede ver en las distintas colonias, aldeas, donde todavía persisten las costumbres de aquellos inmigrantes que vinieron en el siglo XIX y XX”.
Bordet recordó que sus abuelos también vinieron con ese grupo de inmigrantes y apuntó: “Hace 160 años llegaba el primer contingente de inmigrantes suizos que venían a fundar lo que fue la Colonia de San José. Por eso se decía que era la inmigración franco suiza o suizo francesa. Con el tiempo nos dimos cuenta de que a pesar que venían en el mismo barco, los piamonteses tenían sus costumbres, los valesanos tenían las suyas y los saboyanos también tenían sus costumbres. Pero había un común denominador que atravesaba a todas las culturas que traían de cada uno de sus países. Todas vinieron con la firme determinación de quedarse en este suelo, de vivir con sus familias y de darle a nuestra provincia la trascendencia y la importancia que hoy tiene en el orden nacional. Por eso están aquí, en la casa de Entre Ríos, homenajeando a aquellos suizos que hace 160 años llegaron por primera vez a nuestra colonia San José que tiene ese valor del reconocimiento y también mostrar en Buenos Aires la rica diversidad cultural que tiene la provincia de Entre Ríos” expresó el mandatario.
Por su parte, el embajador Mock expresó: “Esta es la segunda tierra para muchos inmigrantes, la Argentina en general, pero Entre Ríos en particular, que junto a Santa Fe fueron las dos provincias que primero acogieron los suizos, y que más suizos acogieron y la que más los integraron. Es siempre impresionante para mí recorrer esa bella provincia y ver en los parajes y en las ciudades apellidos que son los mismos que tenemos en Suiza. Por eso me parece muy simbólico el evento de hoy, valorando un monumento importante de la provincia de Entre Ríos construido por un inmigrante suizo y dando así fe y celebrando esos vínculos humanos que para mí son los más importantes que pueden existir entre dos naciones. Vuelvo a agradecer a la provincia de Entre Ríos y al gobernador por esta iniciativa y por asociarnos”.
En la gala cultural también estuvieron el ministro de Economía y Hacienda, Hugo Ballay, el ministro de Producción, Carlos Scheppens; el intendente de Colón, Mariano Rebord; la intendenta de San José, Irma Mojo; el senador provincial por el departamento Colón, Pablo Canali; el diputado provincial, Martín Anguiano; el director de la Casa de Entre Ríos, Hugo Marsó; el director del Museo Provincial Molino Forclaz, Juan Carlos Bueth; y la agregada cultural de la Embajada Suiza, Isabel Mourat.
El Molino Forclaz
El Molino Forclaz es un antiguo molino de viento situado a cuatro kilómetros de la ciudad de Colón, entre esa localidad y la ciudad de San José, y fue construido por Juan Bautista Forclaz, un inmigrante de origen suizo que llegó a esa zona en 1859. Su familia fue una de las fundadoras de la Colonia San José.
Fue el declarado Monumento Histórico Nacional desde 1985 y Patrimonio Arquitectónico e Histórico de la Provincia de Entre Ríos desde 2003. El museo cuenta con un predio de cinco hectáreas en las que está emplazado el molino de viento y la casa de la familia Forclaz. Es uno de los tantos atractivos turísticos que posee la provincia donde se llevan a cabo diferentes actividades como la teatralización de época que se concreta para representar las actividades típicas que se llevaban a cabo cuando el molino estaba en actividad.
En 1859 se instaló en la Colonia San José el suizo Juan Bautista Forclaz, integrante de una familia de molineros de oficio. Los hermanos Forclaz trabajaron primero con un molino de malacate -movido por mulas- y en 1887 iniciaron la construcción del molino de viento, de reminiscencias holandesas. Fue terminado en 1890, cuando se armaron las maquinarias interiores.
Las construcciones realizadas por la familia Forclaz conforman un conjunto arquitectónico representativo de lo que eran las chacras de inmigrantes de la Colonia San José: la vivienda, los galpones para depósito de herramientas de labranza y demás enseres, el molino de viento y el molino de malacate, el aljibe. Entre estas construcciones, agrupadas en la zona más alta del predio, se destaca el molino de viento.