Enrique Cresto y una noble franqueza: “Hay que reconstruir lo que rompimos y después armemos algo con las nuevas generaciones”
|ESPECIAL.- El intendente Enrique Cresto dijo que estaba convencido de que su gestión como intendente iba a “quedar en la historia como una de las mejores de Concordia”. No obstante, tras la derrota del PJ el 22 de octubre pasado a nivel local, admitió que si bien puede decir que es la mejor gestión de la historia, perdió. Y lo atribuyó al aspecto político de la gestión.
Cresto reconoció que el haberse ido a la Nación tuvo un costo. “Se nos desordenó políticamente todo”, remarcó. “Por eso digo que el gran responsable de la derrota soy yo en Concordia y después empezar a echar culpas a aquel que jugó mal o al que no acompañó. En el peronismo el que gana conduce y el que pierde acompaña. Podemos decir que perdimos porque no acompañaron pero el gran responsable soy yo y, en la provincia, Gustavo. A partir de ahí hay que empezar a reconstruir el peronismo”, admitió.
De hecho, sostuvo que Concordia siempre tiene que estar en la fórmula para la gobernación: a la cabeza o como vice. “La vez que estuvo ganamos y cuando no estuvo, perdimos”. Y además remarcó que renunció a sus aspiraciones de impulsar a alguien de su riñón para la intendencia y llevó a Paraná una propuesta de dos candidatos (Armando Gay y Ángel Giano) con una misma lista de concejales, priorizando la unión del PJ, pero no fue escuchado.
Cresto reafirmó que, antes de plantear cuestionamientos, es imprescindible realizar una autocrítica. “Somos responsables nosotros: Bordet allá, nosotros acá”.
En lo inherente a si piensa en presentar debate por la conducción del Partido, dijo que no puede conducir el PJ local ni Bordet el PJ provincial. “Primero hay que reconstruir lo que rompimos y después armemos algo con las nuevas generaciones. Hay que renovar. En Concordia hay muchos compañeros y compañeras jóvenes que tienen muchas ganas. Y a nivel provincial también. Hay intendentes jóvenes menores a 45 años que son los que tienen que empezar. Y nosotros no poner palos en la rueda”, manifestó.
La interna
En agosto pasado, seis precandidatos se presentaron en la interna del PJ. Cresto remarcó que es la primera vez que no se ordena en Concordia. “El peronismo sabe que para ordenarse en la provincia, primero debe ordenarse en Concordia. Ordenándose en Concordia, se ordena la provincia y se gana la provincia. Así fue siempre, en el 87, en el 91, en el 95 y en el 99 no se ordenó. En Concordia fue Orduna contra (Luis) Jakimchuk. Mi padre jugó contra (Héctor) Maya, no llevaron a nadie de Concordia en la fórmula y se perdió. Concordia en la fórmula tiene que estar por peso político. Si no es a la cabeza, como vice. La vez que estuvo ganamos y cuando no estuvo perdimos”, dijo. Las tres gobernaciones de Jorge Busti, las dos de Bordet y las dos de Sergio Urribarri le dan la razón.
Cresto dijo que le llevó a Bordet una propuesta de dos candidatos, el senador Armando Gay y el diputado Ángel Giano, compartiendo una misma lista de concejales para “ordenar Concordia” que era viable. “Ponías todo el peronismo a trabajar: ganaba uno e iban todos para ahí”, subrayó.
Asimismo, aseveró que resignó sus pretensiones de poner un candidato propio. “Tenía funcionarios en la gestión que podían ser candidatos; tenía a Leticia, mi esposa, trabajando en lo social al lado mío pero sin cargo, reinstalada. Pero dijimos que no, que había que pensar en un proyecto provincial”, indicó.
Recordó que siempre hubo acuerdo entre el sector que busca la gobernación con el que apunta a la intendencia. Cuando Busti fue gobernador, en 1995, acordó con su padre para que se quede con la intendencia. Algo parecido sucedió en 2015 cuando Bordet fue por la gobernación y Enrique Cresto se quedó con Concordia. Pero no tuvo eco la propuesta y quedó descartada. “No sé si Giano estuvo en desacuerdo”, dijo.
No obstante, reiteró que es el responsable de lo que sucedió luego fue él, ya que la primera responsabilidad de quien ostenta un cargo público del PJ es “devolverle al Partido lo que el Partido le dio”.
Algo similar sostuvo respecto del presidente Alberto Fernández, a quien le encomendaron conducir bien el país as픫le entregas el mandato a otro peronista como le entregó Néstor a Cristina”.
“El que tenía que agarrar el bastón de mando fue Alberto. Alberto se va con el orgullo de que el Frente de Todos no se rompió. Pero perdió las elecciones”, indicó.
“Lo mismo Bordet, a Bordet lo puso Urribarri como presidente del partido. No hubo internas, no hubo nada”, enfatizó y opinó que Urribarri “fue un gobernador exitoso” para el PJ porque Busti, en su momento, le confió la gobernación y él “se la devolvió a otro peronista”.
“Es como dijo Bordet: ‘es (Adán) Bahl’, y no hubo internas; nos corrieron a todos”, remarcó.
“No sé cuál será el orgullo de Bordet, pero perdimos las elecciones”, indicó.
La no asunción como diputado
El intendente sostuvo que le hubiese sido más fácil asumir como diputado nacional en 2021, ya que hubiera estado tranquilo mientras estaba Francolini en Concordia. “Si hubiera ganado, hubiera asumido pero no gane las elecciones. Fue la peor elección en la historia del peronismo”, admitió.
Por eso, decidió quedarse en el Enohsa un año más para que “no les corten las obras a Entre Ríos”.
De hecho, desde las elecciones de 2021 hasta octubre de 2022, cuando retornó a la intendencia, comenzaron 150 obras más en la provincia. “Todos los intendentes de todos los partidos me pedían que no asuma porque querían obras”, indicó.
Y polemizó al expresar que en la Nación se reparten los fondos de manera discrecional. “Por eso no tenemos un país federal. En un país federal cada uno tiene los recursos y un intendente no tiene que pasársela en Buenos Aires. Un intendente tiene que estar los 365 días del año en su ciudad. Que vengan los fondos y después decidir qué hacer con la plata. Pero no, la plata hay que ir a buscarla allá”, indicó.
Eso le valió reproches de la ciudadanía. Cresto, en su defensa, dijo que le pidieron que sea candidato y dejó de lado sus aspiraciones para la gobernación. “¿Por qué no fueron los otros? Porque se reservaron para el 2023”, indicó. Cuando retornó a la ciudad, se dio cuenta de que debía reconstruir el vínculo con los concordienses que se había deteriorado. “Pero tenía encima la interna”, indicó.
No obstante, reiteró que si no hubiese estado en el Enhosa, no hubieran llegado 500 obras a la provincia. Y contó una anécdota respecto de la construcción de los 1.000 jardines de infantes que el ex presidente Mauricio Macri prometió y nunca cumplió. Alberto Fernández iba a concretarlos en cuatro etapas de 250 jardines cada una. “De los primeros 250, a Entre Ríos le tocaban siete porque la provincia es el 3 % del padrón”, dijo.
De inmediato, se comunicó con Bordet, le preguntó cuántos necesitaba. La respuesta fue 28, “¿Cuántos jardines se hicieron? 28. Fui, me senté con Victoria Tolosa Paz y le dije que para Entre Ríos necesitamos 28. Y se inauguraron casi todos”.
La familia Cresto
“Por ahí le duele mucho a ciertos sectores del peronismo cuando hablo de estos temas. Nosotros somos una familia, desde mi bisabuelo hasta acá, vinculadas al desarrollo de Concordia. Elegimos Concordia para vivir”, indicó. “Es la ciudad donde viven mis cuatro hijos y donde posiblemente van a vivir mis nietos. Por eso voy a hacer lo posible para que sea la más linda del mundo”, indicó Cresto.
“A mí me crearon en una metalúrgica, barriendo galpones, haciendo la caja, saliendo a cobrar. Me criaron en lo privado. Mi familia es así. Enrique Tomás Cresto fue el apicultor más grande de la provincia. Era un citricultor de 60.000 cajones de fruta. Mi bisabuelo se instaló en la zona sur y tenía una empresa de cerámica donde se hacían los caños de barro de cloacas que los llevaban a la Estación Norte del ferrocarril y salían para Misiones”, dijo.
“Nuestra familia está vinculada al desarrollo de Concordia de actividades primarias, secundarias y terciarias. Mi abuelo decía siempre que ‘somos empresarios que nos dedicamos a la política. No los políticos que nos hicimos empresarios’. Eso genera bastante… y hubo una campaña de desprestigio a la familia, al apellido y terminaron dañando al peronismo”, consignó.
De hecho, destacó que su esposa, Leticia Ponzinibbio, quien lo acompañó desde el trabajo social, nunca tuvo un cargo público. “¿Eso es nepotismo?”, se preguntó. Cuando comenzó la gestión, estaba su primo Marcelo Cresto. “Hoy no está más en la gestión. ¿Era bueno o no en Deportes? A mí me llegaron más cosas positivas que negativas porque lo hacía con vocación”, resaltó.
“Con los cargos que tuve en Nación, ¿Pensás que no podría haber puesto a mi padre en CTM, en la CARU, en cualquier lugar?”, consultó enérgicamente.
Además, recalcó que tanto el cómo sus hermanos son egresados universitarios, profesionales y algunos dirigen empresas privadas. “No es que somos ‘los hijos de los políticos’” indicó. Y puso de relieve que su hermana Mayda fue candidata a senadora porque se lo pidieron Bordet y Bahl. “Yo no quería ponerla a mi hermana”, apuntó.
Más adelante, acentuó que cuando fue diputado provincial, no dejó ningún empleado en la Legislatura a pesar de que venían y le preguntaban por qué no hacía lo mismo que muchos legisladores que dejan “200 en planta permanente”. Lo mismo cuando fue senador. Fue jefe de bloque del PJ. “El jefe de bloque tiene un manejo importante en la Cámara, puede meter gente. ¿Cuánta gente metí? Ninguno”. “Hay muchos que construyeron políticamente del nepotismo de los Cresto y terminaron metiendo a la mujer, o la hermana o al cuñado en los lugares públicos”, dijo.
En la conclusión de la nota, fue rotundo: “Yo ando en un Peugeot blanco particular. Porque a mí me enseñaron algo: no hay que herir los ojos de la gente. Y menos en esta época”.
Fuente: Diana Slavkin y Guillermo Coduri – Diario Junio.-