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En Nación, Cultura transforma los museos

Tarifar el ingreso, directores concursados, la posibilidad de asociarse libremente con empresas, buscar sus propios recursos con concesiones. Bajo el paraguas de un cambio de paradigma, los museos nacionales buscan transformarse en “aparatos económicos” que generen sus propios ingresos a la par de las partidas presupuestarias destinadas desde el Ministerio de Cultura.

 

El ministro de Cultura Pablo Avelluto presentó a los nuevos directores que resultaron ganadores del concurso convocado en octubre pasado y adelantó la nueva hoja de ruta prevista para estas instituciones: autonomía económica. Para este año, los 24 museos nacionales y los 11 institutos nacionales tienen asignado un presupuesto base de $ 380 millones con la idea de engrosarse por fondos que puedan generar ellos. “Hay que dotar de recursos y trabajar con los museos para que lo enriquezcan”, sostuvo el funcionario durante la presentación que se llevó a cabo en el Museo Nacional de Bellas Artes.

 

De espaldas a la obra maestra de Antonio Berni “Pesadilla de los injustos (La conspiración del mundo de Juanito Laguna trastorna el sueño de los injustos)”, el ministro estuvo acompañado por el secretario de Patrimonio Cultural Marcelo Panozzo y el antecesor de este, que actualmente se desempeña como asesor del ministerio, Américo Castilla. Este último fue el primero en dar detalles de cuál será el camino que deberán andar los nuevos directivos: “El museo es un aparato económico”.

 

El ministro de Cultura, Pablo Avelluto, presentó a los primeros diez directores de Museos Nacionales que fueron elegidos mediante concurso público. El acto se llevó a cabo en el Museo Nacional de Bellas Artes. Lo acompañaron Marcelo Panozzo, Secretario de Patrimonio Cultural y Américo Castilla, asesor del área.Foto: Silvina Frydlewsky / Ministerio de Cultura de la Nación

Experto en patrimonio y museos, Castilla esbozó los ejes teóricos de este nuevo camino. “Se ha producido un cambio de paradigma. El modelo de museo del siglo XIX se continuó tres cuartas partes del siglo XX y se cambió recién a fines de los ’60, cuando se pasó a un museo diferente, más abierto. Recién ahora queda clara que la función no es solo restaurar o conservar, es un sistema social de interactividad compleja”, explicó.

 

Entre las principales implementaciones figura el cobro de una entrada contribución para visitar las colecciones permanentes, entre la que se podrá optar por al menos dos tarifas. No obstante el ingreso será libre y gratuito para quien así lo desee. Las muestras temporarias podrían ser pagas ante los altos costos que conllevan su realización.  “Los museos van a poder cobrar aquello que consideren”, explicó Avelluto.

El monto de los dos bonos contribución aún debe ser evaluado, pero estiman que uno será similar al que se paga actualmente, entre 20 y 30 pesos, mientras que el otro, un poco más alto, podría equivaler a una entrada de cine. En el último caso el visitante podrá recibir un souvenir o algún tipo de membresía a cambio. “Lo vamos a decidir desde el ministerio charlando con los museos y sus necesidades”, precisó Panozzo en diálogo con Cronista.com.

 

El secretario de Patrimonio Cultural explicó que lo recaudado por entrada irá a una cuenta bancaria administrada por Cultura para luego ser devuelto a los museos de acuerdo al porcentaje que acercó cada uno. “Lo que aporte cada museo vuelve a cada uno con la posibilidad de ejecutar ese dinero y gastarlo”, afirmó. En la actualidad son las Asociaciones de Amigos las que manejaban los fondos, una logística que en algunos casos genera una guerra de egos, intereses y poder.

 

Avelluto ya firmó el decreto que hace caer las tarifas actuales de los museos y se aguarda que se completen las revisiones legales para su publicación en el Boletín Oficial. A partir de ahí se podrá implementar el nuevo sistema de tarifas. En el ministerio estiman que antes de fin de año alcanzará al 100% de los museos nacionales.

 

En este camino de transformación, los museos estarán abiertos a la asociación con empresas para llevar adelante proyectos de envergadura. “La experiencia que tienen los privados en el manejo y el gerenciamiento de grandes empresas es indispensable que se traslade a estas instituciones sin fines de lucro. Si bien los museos no van a repartir la ganancia entre sus accionistas van a reinvertir ese dinero y potenciar su función”, confía Castilla en diálogo con este medio. “Necesitamos que las empresas se convenzan que su responsabilidad también tiene que ver con la cultura”, coincide Panozzo.

 

Nuevos directores para un nuevo paradigma

 

En esta primera convocatoria de la gestión Macri se llamó a concurso para cubrir 11 cargos directivos en museos e institutos nacionales durante un periodo de cinco años. Se buscó terminar así con una dinámica de “elegir a dedo”, como explicó Avelluto.

 

Fueron seleccionados por su trayectoria, carrera y experiencia en gestión cultural Martín Marcos (Museo de Arte decorativo); María Laura Mendoza (Casa Ricardo Rojas), Carolina Carman (Instituto de investigaciones históricas), Andrea Elías (Casa de Yrurtia), María Rosa Planna Betalemmi (Casa Natal de Sarmiento), Gabriel Di Meglio (Cabildo de Buenos Aires y Revolución de Mayo), María Leonor Acuña (Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano) y María Victoria Salias (Museo de la Historia del traje). En tanto se sumarán al equipo de Andrés Duprat en el Museo de Bellas Artes Mariana Marchesi (directora artística) y Mariano D’Andrea (director de gestión administrativa).

 

En mayo está previsto que se abra el concurso para ocupar otros museos como el Malvinas e Islas del Atlántico Sur (formó parte de la primer convocatoria, pero solo se presentó un postulante que no cumplió con los requisitos), el Museo Histórico Nacional, el Museo Jesuita de Córdoba, el Museo Mitre y el Palacio San José, entre otros.