En Fluviales deben ponerse de acuerdo
|Un mes y pico atrás sacamos unos tickets para viajar a Santa Fe por Fluviales. Eran cuatro, pero de pronto se sumó un viajante más aunque, al llegar sobre la hora el quinto pasajero, optamos por pedir la devolución y cambiar por el próximo horario que era del “rival” ETACER, no hubo dificultades. Dos semanas luego, una unidad de Fluviales llegó tarde a raíz de una coyuntura interna. Requerimos el cambio de idéntica forma y tampoco hubo dramas. Todo en Paraná. En Santa Fe la actitud es diferente.
Ventanilla de Fluviales en Santa Fe. Sacamos cinco tickets el 3 de junio para salir en el micro de las 20.30. Ingresamos a la unidad. El olor que había era insoportable. Lo notificamos al conductor. Evidentemente, alguien estaba sucio pues el micro lucía en impecables condiciones. Eso no se discute. Aunque quizás hubiese sido edificante que el chofer verificase la veracidad de lo demandado.
Lo único que dijo fue: “y bueno… vayan a ventanilla y cambien los pasajes por el próximo”… El próximo era de ETACER. Fuimos a la Ventanilla sabiendo que en Paraná NUNCA tuvimos negativa en lo inherente a un cambio y primero debimos esperar que alguien nos atienda pues la señorita a cargo de la misma había salido.
Después, cerca de las 20.45, la misma nos atendió con un balde en la mano y muy apurada nos contestó: “les puedo cambiar por el próximo, pero de Fluviales exclusivamente, ya que por nuevas disposiciones de la Empresa así se realizan los cambios. Ya NO hay devoluciones”
Al comentarle que en Paraná ello nunca nos ocurrió y explicarles el problema suscitado, o sea, ajeno a nuestra voluntad, nos respondió: “bueno decidan que van a hacer porque tengo que seguir haciendo otra cosa…” (palabras más, palabras menos, puede no ser exacto el contenido aunque sí la actitud fue nefasta…)
¿Qué hicimos? Retornamos a Paraná diez minutos luego en ETACER y nos quedamos con los boletos para tomar las fotos que ilustran éste artículo. O sea, nos metimos los pasajes en el …….. (bolsillo) y tratamos de evitar mayor calentura.
No nos afectan los pesos tirados a la basura. Nos molesta: a) la conducta primero del chofer en no verificar lo sucedido para evaluar colocar desodorante o si es necesario remover el o la pasajero/a que no estaba en condiciones higiénicas de viajar; b) PRINCIPALMENTE el mal talante, la expresión INDESEABLE de alguien que debe estar al servicio, día, hora, condiciones salariales al margen…
El pasajero no tiene la culpa si la señorita estaba pasando por un mal momento, o si la fuerzan a limpiar la oficina o los pasillos, o vaya uno a saber qué estaba higienizando.
El pasajero no tiene la culpa si la señorita estaba indispuesta o si la enoja el trabajar un domingo a la tardecita. De corazón, HUMANAMENTE, lo lamentamos…
El pasajero no tiene la culpa si la empresa no selecciona su personal adecuadamente, o si les exige en demasía.
Por ello reiteramos…Todo pudo solucionarse con buena voluntad del chofer en levantarse de su butaca y constatar el pésimo olor que el resto optó por aguantar para volverse más temprano desde la vecina localidad, o por que simplemente no lo afectan aromas nauseabundas (en concreto, a materia fecal, no a un gas…)
Pero de última, bastaba una sonrisa, un pedido de disculpas y explicar el por qué ya no se hacen devoluciones, ofreciendo, de buenas maneras, renovar los mismos pero solo para la misma Empresa. Y SIN APUROS, Y MUCHO MENOS SIN GESTOS DE FASTIDIO.
Ahora bien… ¿mintió la señorita de la Ventanilla? ¿hay reglas diferentes entre ciudades? ¿varió todo en menos de dos semanas?
Aunque bien vale dedicar unos centímetros más a los viajes Interurbanos entre las capitales de Entre Ríos y Santa Fe, respectivamente. ¿No llegó la hora que la Comisión Nacional de Transporte verifique/controle la cantidad de pasajeros que suben a los ómnibus entre ambas localidades?
Hay choferes sensatos y hay otros que no tienen dificultad de llevar a la gente como vacas o peor aún como sardinas en lata. ¿Será que cubren los trayectos a Comisión?
Es hora que viajemos más cómodos y SEGUROS. Hay días y horarios en los que trasladarse entre éstas ciudades es una verdadera ODISEA, de muy mal gusto, no solo para los que viajan parados sino también para los que usualmente llegamos a tiempo a la Terminal y viajamos sentados pero sufriendo tener traseros en la cara, carteras o mochilas que te golpean la cabeza y un sinfín de incomodidades como jóvenes universitarios los cuales no tienen problemas en charlar con compañeros alocadamente, adolescentes con un inodoro en la boca o particularmente exaltados, o repartidores de distintos productos luego de jornadas de trabajo que se hacen sentir en sus sacrificados cuerpos.
Consideramos que si hay que pagar más, se debe pagar más. No queremos que las empresas trabajen a pérdida. Lo que es más, nos parece justo que quieran ganar todo el dinero posible, pero que brinden un servicio DIGNO.
Honestamente, es hora de compensar una suba de arancel devolviendo confort y GARANTIAS de tener un viaje sin riesgos. Y ojo… en ésto, INCLUIMOS A ETACER. Que quede bien en claro…