En Alicia Moreau de Justo y Avenida Ramírez hay una “baranda” horrible
Las fotos enviadas a nuestra Redacción por Silvina Guerreño son claras en cuanto al derrame de aguas servidas en la esquina de Avenida Ramírez y Alicia Moreau de Justo. Lo que no puede percibirse es el olor nauseabundo que se soporta en la precitada intersección. Vecinos de la zona han requerido presencia de la Municipalidad, pero… solo promesas han recibido. El 147 inútil. Reclamar allí es un suplicio estéril.
La Municipalidad de Paraná o tiene una agenda de obras preferencial, con prioridades establecidas de modo peculiar (sin la más ínfima dosis de conocimiento científico…), o lisa y llanamente apela a poner parches a medida que las deficiencias se agravan hasta el límite de la potencialidad de ocurrir una tragedia.
Por ello, los vecinos han decidido apelar a Redes Sociales como Facebook y a los medios independientes como Cuestión Entrerriana para “alertar”, exhortar, advertir a la Comuna acerca de las necesidades básicas de servicios sin cubrirse adecuadamente o en relación a averías, trastornos de diferente índole que requieren urgente intervención.
La herencia recibida por la Gestión Varisco fue aciaga. No hay discusiones. Pero la actitud de apatía, indolencia del Gobierno municipal capitalino solo ha promovido que los contribuyentes se aglutinen, se nucleen en Asambleas tendientes a sembrar una consciencia colectiva de toda la comunidad para levantar una voz global de repudio a tanta indiferencia de las autoridades.
Y es cada vez más firme el reclamo, cada vez más enérgico.
Por ello sostenemos que Sergio Varisco tiene en sus manos la chance, la posibilidad de escuchar, y actuar. Hasta hoy, ha escuchado y prometido ante distintas demandas, pero han sido muy escasas las reacciones y soluciones.
La gente está cansada de verso y si hay dos áreas donde la retórica ya pareciera ser un “arte” (grotesco, por cierto…) son SERVICIOS Y COMUNICACIÓN.
Varisco puede ponerse a la gente de su lado con decisiones recias, briosas. Y consideramos neurálgico que de una buena vez por todas, arbitre las providencias imprescindibles para renovar su propio crédito.