Eleecciones 2015: Provincia de Buenos Aires, la prueba de fuego del Oficialismo
|Un país dentro de otro país. Convertida a esta altura en cliché, la definición la utilizan oficialistas y opositores para explicar la complejidad de la provincia de Buenos Aires, esa que todos conceden en denominar la madre de todas las batallas.
Los números respaldan la exageración: en un territorio mayor al de Italia, alberga a más de 16 millones de personas -y el 37% del electorado nacional- en 135 municipios diseminados en una geografía que va del concreto aglomerado del conurbano a la planicie agraria de la pampa e incluye una vasta costa.
Clave para cualquier partido que aspire a tomar las riendas del país, la Provincia elegirá al sucesor de Daniel Scioli, quien busca convertirse en el primer gobernador bonaerense en convertirse en presidente a través de las urnas. Y el oficialismo depositó en Aníbal Fernández la responsabilidad de retener el control.
El jefe de Gabinete y su compañero de fórmula Martín Sabbatella se impusieron en la interna del Frente para la Victoria a la dupla Julián Domínguez-Fernando Espinoza. En el camino habían quedado antes las aspiraciones una decena de dirigentes del mismo espacio, quienes se sumergieron en el “baño de humidad” que reclamó Cristina Kirchner para despejar variables.
Desde el 10 de agosto, y mientras intenta cerrar las heridas de una primaria acaso demasiado costosa en términos políticos, el binomio Fernández-Sabbatella se dedicó a anunciar miembros de su eventual gabinete y optó por polarizar con la apuesta de Cambiemos.
María Eugenia Vidal, quien lleva como vice al radical, Daniel Salvador, se adivinó desafiante en las primarias de agosto. Sin competencia, la candidata del frente que postula a Mauricio Macri para la Casa Rosada resultó la más votada, arañando el 30%. Claro que quedó por debajo del conjunto del FpV, que le sacó 10 puntos.
La candidata, que se ilusiona con romper la tradición masculina en la Gobernación de Buenos Aires, buscó acaparar el voto opositor con el mensaje de que el distrito no tiene ballotage.
Como el FpV, el Frente Renovador supo tener una poblada interna antes de las PASO. Pero el partido de Sergio Massa pasó el colador y dejó una única boleta: la que encabeza Felipe Solá, quien busca volver al sillón de Dardo Rocha, que ocupó entre 2002 y 2007. Su candidatura -que está escoltada por Daniel Arroyo- se encolumna en el sello de UNA, la alianza que Massa tejió con el cordobés José Manuel de la Sota, y amenaza con quitar parte del voto peronista que pretende el oficialismo
Los restantes candidatos por llegar a La Plata son el senador nacional Jaime Linares por Progresistas; y Néstor Pitrola, por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores.
En las PASO, más del 10% de los bonaerenses que asistieron a las urnas votaron en blanco en la categoría de Gobernador.
Además del ejecutivo nacional y local, los 12.431.014 bonaerenses habilitados elegirán a 35 integrantes de la Cámara baja nacional, 23 senadores y 46 diputados provinciales, así como también 135 intendentes y 1.097 concejales.