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El refuerzo de fondos para Defensa que impulsó Rossi se posterga para marzo

Con la sanción y ejecución de la ley de emergencia como prioridad, la puesta en marcha del Fondo Nacional de la Defensa (Fondef), que el ministro del área, Agustín Rossi, proyectó aun antes de asumir para potenciar inversiones en el equipamiento de las Fuerzas Armadas, quedó postergada, al menos, hasta marzo.

 

“El Senado lo va a debatir cuando trate el presupuesto 2020”, explicaron cerca del ministro Rossi, quien ideó la iniciativa semanas antes de la asunción del presidente Alberto Fernández para contar en su primer año de gestión con un plus de $14.000 millones para renovar el equipamiento castrense.

 

El proyecto, votado por el propio Rossi en el Congreso, fue aprobado por la Cámara de Diputados por amplia mayoría y debe ser tratado aún por el Senado. Las prioridades para la incorporación de material y unidades no fueron definidas, pero el ministro cree que la Argentina necesita un buque polar y definir qué hacer con la flota de submarinos. Luego de la tragedia del ARA San Juan, el único operativo es el ARA Salta, pero sin capacidad para sumergirse. De su anterior gestión, durante la presidencia de Cristina Kirchner, Rossi recuerda la modernización de los Hércules C 130 de la Fuerza Aérea, que se hizo en Dallas y en la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea), con sede en Córdoba, mediante transferencia de tecnología.

 

El fondo contempla un incremento progresivo de recursos, a partir del 0,35% del total de los ingresos corrientes previstos en el presupuesto para 2020, hasta llegar a un 0,8% en 2023. Los recursos tendrán que ser afectados a la recuperación, modernización e incorporación de material para las FF.AA. En el entorno del ministro de Defensa calculan que los $14.000 millones que se podrían obtener en el primer año representan el doble de lo que se asigna por ley a las escuelas técnicas.

 

Rossi explicó en los fundamentos de la iniciativa que aspira a revertir “la distribución regresiva del gasto de defensa actual, que asigna más de un 85% del presupuesto a gastos de personal”. El objetivo es incrementar gradualmente el financiamiento para el reequipamiento de las Fuerzas Armadas. Al respecto, señaló que en 2015 los gastos en personal (sueldos y pensiones) representaban el 77,15% del presupuesto militar, proporción que en 2019 creció al 85 por ciento. En el proyecto se puntualizan los criterios que deben aplicarse para asignar los recursos del Fondef. Se debe favorecer, en primer lugar, la “sustitución de importaciones, el desarrollo de proveedores y la inserción internacional de la producción local de bienes y servicios orientados a la defensa”. Para Rossi es clave que en las operaciones que se emprendan exista transferencia de tecnología. También se ordena “promover la innovación productiva, inclusiva y sustentable, por medio de un mayor escalonamiento tecnológico”, además de “incrementar las acciones de investigación y desarrollo, tanto en el sector público como privado”. Otra finalidad del proyecto defendido por Rossi es “mejorar las condiciones de creación, difusión y asimilación de innovaciones por parte de la estructura productiva nacional”.

 

La propuesta fue bien recibida en el universo castrense. Incluso el anterior ministro de Defensa, Oscar Aguad, acompañó de buen grado la iniciativa. En las Fuerzas Armadas consideran que “es un paso importante para garantizar una fuerte inversión” y estiman que ayudará a promover la innovación y la industria nacional. Sin embargo, sectores castrenses plantean su inquietud por los ajustes salariales y presupuestarios que podrían aplicarse en el área de Defensa en virtud de la emergencia aprobada por el Congreso.

 

Las pautas generales para el reequipamiento militar ya están reguladas en la ley 24.948 y contemplan, en primer lugar, la recuperación del material fuera de servicio, siempre que “sea factible y aceptable y mantenga la aptitud necesaria para responder a las capacidades operativas”. Antes de la incorporación de nuevo material, la norma vigente recomienda “modernizar el material disponible, cuando resulte apto, factible y aceptable”. Y se indica que “al tratar la incorporación de nuevos equipos, se deberá dar prioridad a aquellos que potencien la capacidad disuasiva, favorezcan la normalización con los ya existentes a nivel conjunto y aporten nuevos desarrollos tecnológicos”.

 

En marzo de 2019, el entonces presidente Mauricio Macri presentó ante una formación de oficiales y suboficiales del Ejército una serie de unidades y equipamiento que el Ejército destinó principalmente al refuerzo de su presencia en la frontera norte. Se trata de vehículos militares, armamentos, radares, drones, equipos sanitarios y adelantos tecnológicos destinados a las operaciones de apoyo logístico, como parte de la colaboración con las fuerzas de seguridad en la lucha contra el narcotráfico.