El Paraná amenaza hora tras hora
De acuerdo a los datos suministrados por la Prefectura Naval Argentina, se verificó un nuevo avance del río, y varias familias denuncian que en zona del Thompson el agua llegó a las viviendas proviniendo de las cloacas.
“El escenario puede agravarse ya que continúa lloviendo en las cuencas de Brasil, lo que provocará que el Paraná siga con su tendencia, aunque difícilmente provoque una crisis grave”, destacó un funcionario del Instituto Nacional del Agua (INA) que continúa muy de cerca toda la información emanada de los organismos que se encargan de estudiar el comportamiento del clima y del río.
La creciente actual de río Paraná que empieza a afectar la ribera capitalina temen sea la peor de los últimos 50 años, 
habida cuenta que la tendencia se profundizaría por la gran influencia que ya está teniendo en el clima de la región la denominada corriente de El Niño.
Las perspectivas a largo plazo que incluyen enero y febrero de 2010 indican que existe un 45% de probabilidad de que las precipitaciones que ocurran se sitúen por encima de los valores normales para estos meses, provocando crecidas como hace años no se veían.
Esta situación aparece “como consecuencia de las anomalías de temperatura del océano Atlántico” y en momentos en que el fenómeno de El Niño está desarrollando condiciones en el Pacífico ecuatorial, expresan en el INA.
Las playas
Ya la playa del CAE ingresó en cuenta regresiva de quedar bajo las aguas. El área de parrillas está totalmente inundada. El natatorio y el faro, igual.
Aún hay un par de metros de fondo y de ancho de arena, pero el personal del club es pesimista respecto al futuro pues se observa como vierte el agua en uno de los pasillos adyacentes al comedor.
Se siguen extremando los recaudos en cuanto a defensa. El trabajo es incesante pero no basta ya el colocar bolsas de arena. El Paraná está rebelde y va derrotando todo obstáculo que se le pone a su paso.
Asimismo, los boxes de botes y lanchas ya están anegados.
Resisten, insistimos, la cantina, el acceso a vestuarios, y un muy pequeño sector de sombrillas donde el socio disfruta
los rayos del sol y la nueva “pileta” armada hasta el boyado donde por ahora los niños están de fiesta habida cuenta de su amplitud y la altura que no sobre pasa las rodillas.
El Rowing
El Paraná Rowing Club goza de un poco más de arena que su colega, pero el agua -como ya informamos la pasada semana- tapó la zona baja del restó-bar.
Por ahora, sus asociados cuentan también con la zona de parrilleros y quincho lindante al Municipal aunque ya hay 
desbordes incipientes en la punta de esa área.
El Municipal
Desde la cantina hacia la izquierda (mirando a la Isla), en el Municipal aún queda una porción de arena pero es muy estrecha. Sí, se le agrega un área de césped.
Como ya hemos informado ampliamente, aquí se viven a diario desafíos peligrosísimos de bañistas, grandes y chicos, que no solo se refrescan ante las elevadas temperaturas, sino que también pescan entre los árboles, mesas del sector de parrillas y columnas de alumbrado.
Otros, en un área de pasto, junto al Rowing, le dan a la pesca con mayor seguridad.
El Thompson
En el Thompson se disfruta del mejor balneario, pero si bien se reconoce a dicho lugar como el paraje ideal para pasar una linda jornada junto al río hay aspectos positivos dignos de resaltar y negativos que URGENTE deberían corregirse.
Lo BUENO: es gratis, hay aún mucha arena, y entre la costa y el boyado la franja para ser utilizado tipo natatorio es amplísima y se observa segura. Además, hay bañeros, que actúan de inmediato cuando ven que algún bañista asume riesgos innecesarios y se ha procedido igual a los balnearios de mar en lo concerniente a que cuando un nene se pierde se busca a los padres aplaudiendo. Buenísimo.
En la faz recreativa, todavía se puede jugar a la pelota, a la paleta, al Beach Voley y hay una “Banana” para desplazarse sobre el Paraná dándose un chapuzón al ser despedidos por un viraje intencional preparado por el “chofer”. Nos pareció, pero quizás estemos equivocados… Creimos ver que también hay viajes en motos de agua y/o se alquilan las mismas. Confesamos que no estamos seguros.
Lo MALO: A) la suciedad (los cestos están repletos); B) la cola para ir a los baños de Damas; C) algunas presencias con dudosas intenciones.
Respecto a éste último punto, de hecho que éste domingo se registraron un par de incidentes que incluyeron amenazas mutuas con armas blancas, los cuales pudieron ser graves y no se vio ni un policía.
Para colmo, según una turista de Buenos Aires, ya viene pasando en los últimos días y algunas son peleas falsas, para concitar la atención en el incidente y descuidar pertenencias.
Otros aspectos a corregir: 1) autos “tuneados” con parlantes desde donde brota música agradable pero en un volumen estridente, ensordecedor y NADIE les dice nada; 2) los precios del Parador (por las nubes) donde es una pena no se 
distinga a un matrimonio “grande” (de 40 para arriba…), y más aún, a una Familia con niños para atender de modo distinto, con diferente onda a la que se atiende a los chicos jóvenes que pueblan el sector de mesas externo consumiendo una cerveza entre varios en no menos de una hora.
El Thompson, con mayor custodia, mayor limpieza, baños químicos y precios no de la Costa Atlántica puede ser la GRAN ALTERNATIVA no solo para el ciudadano común sino para el turista.
No tenemos la menor idea de cómo es actualmente la explotación de ese balneario, pero bien se podría dividir en sub-balnearios con áreas comunes, otras más cuidadas y un sector pago donde se tributen servicios extras. Hoy es un mix que felizmente no ha tenido consecuencias graves.
