El papa Francisco preocupado por la situación en Gaza: “Esto es crueldad no es guerra”
Durante la audiencia navideña a la Curia Romana en el Aula de las Bendiciones del Vaticano, el Papa Francisco denunció con firmeza la situación en Gaza. Al referirse al cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca de Jerusalén de los Latinos, el pontífice expresó: “Ayer no dejaron entrar a Gaza al patriarca de Jerusalén como habían prometido y han sido bombardeados niños. Esto es crueldad, no es guerra”.
Esta declaración constituye una de las denuncias más contundentes del Papa Francisco contra la actuación de Israel en Gaza. Ya en noviembre, en un libro, Francisco había solicitado investigar las denuncias de genocidio en la Franja de Gaza.
El día previo, el Papa se reunió en el Vaticano con el presidente palestino Abu Mazen, en un encuentro que duró media hora. Posteriormente, Abu Mazen dialogó con el Secretario de Estado Pietro Parolin. Según una nota oficial del Vaticano, ambas reuniones abordaron la “gravísima situación humanitaria en Gaza” y coincidieron en la urgencia de un alto el fuego inmediato y la liberación de los rehenes israelíes retenidos por Hamás.
El comunicado también subrayó la importancia de la solución de los dos Estados como única vía para lograr una paz duradera, instando a que este objetivo se alcance “a través del diálogo y la diplomacia”. Además, se reiteró la necesidad de que Jerusalén sea protegida por un estatuto especial que garantice su carácter como un “lugar de encuentro y amistad entre las tres religiones monoteístas”.
En sus declaraciones posteriores a la prensa, Abu Mazen destacó el carácter cercano y amistoso de la audiencia con el Papa, describiéndola como “encontrarse con un viejo amigo”. También agradeció al pontífice sus constantes llamados a favor de la paz en Medio Oriente y expresó su esperanza de que el Vaticano continúe apoyando el reconocimiento del Estado palestino en la comunidad internacional.
El presidente palestino reafirmó su postura sobre la necesidad de una solución basada en dos Estados y recordó el encuentro histórico de hace una década, cuando junto al entonces presidente israelí Shimon Peres, plantó un olivo en los jardines vaticanos, símbolo de paz que permanece en la memoria colectiva del pueblo palestino.
