El investigador del CONICET, Gabriel Rabinovich, lanzó Galtec una compañía argentina de productos terapéuticos para el tratamiento del cáncer
|Con la presencia del Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, y otras autoridades del sistema científico-tecnológico nacional tuvo lugar este mediodía la presentación de la empresa de base tecnológica GALTEC, creada por el investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Gabriel Rabinovich.
El lanzamiento se realizó en la sede del Instituto de Biología y Medicina Experimental (IBYME, CONICET- F-IBYME), y acompañaron a Filmus el secretario de Articulación Científico Tecnológica del Ministerio, Juan Pablo Paz; el presidente de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (I+D+i), Fernando Peirano; la presidenta del CONICET, Ana Franchi; y la directora del IBYME, Damasia Becu, entre otros funcionarios.
Por GALTEC estuvieron presentes el director ejecutivo, Daniel Falcón; el director Operativo, Pablo Hockl; el líder de Investigación y Desarrollo, Juan Manuel Pérez Sáez; y la líder de Desarrollo Preclínico, Kiyomi Mizutamari.
En su trabajo de tesis de doctorado en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) en 1993, Rabinovich identificó y purificó una proteína de unión de azúcares que tenía la particularidad de silenciar linfocitos T activados, células del sistema inmune responsables de atacar tanto a patógenos como a células tumorales. La caracterización molecular y funcional de esta proteína, Galectina-1 (Gal-1), fue el tema de su tesis de doctorado, dirigida por Clelia Riera en la Facultad de Ciencias Químicas de la UNC.
Treinta años después de aquel descubrimiento en su Córdoba natal, y tras múltiples investigaciones que permitieron profundizar el conocimiento sobre el rol clave de Gal-1 en la regulación del sistema inmune en distintos escenarios fisiológicos y patológicos, Rabinovich -quien también es profesor titular de Inmunología en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (FCEN, UBA)- creó GALTEC, junto con colegas del CONICET y profesionales de distintas disciplinas.
GALTEC es una empresa de base tecnológica que tiene entre sus objetivos principales desarrollar productos terapéuticos que puedan modular la actividad de Gal-1, aumentar o bloquear su expresión (“encenderla” o “apagarla”), con el objetivo de manipular el funcionamiento del sistema inmune frente a distintas enfermedades.
Acerca de GALTEC, Rabinovich explicó que “se basa en un triángulo cuyas aristas se retroalimentan una a otra: la del desarrollo, donde los productos ya maduros atraviesan ensayos preclínicos de seguridad hacia buenas prácticas de manufactura a los fines de presentarlos a la autoridades regulatorias más exigentes e iniciar posteriormente fases clínicas; la arista de la investigación, de aquellos descubrimientos que surgieron del laboratorio y que aún necesitan maduración para darles valor hasta transformarse en una solución terapéutica; y la del compromiso social que siempre tuvo nuestro laboratorio en relación a la comunicación con la sociedad y el vínculo con los pacientes”.
Al cierre, Rabinovich aseguró: “Todo este camino recorrido, todos estos descubrimientos no hubieran sido posibles sin el CONICET y sin el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. A su vez, este proyecto involucró a un enorme número de becarios, investigadores y técnicos del CONICET. Tampoco hubiera sido posible sin los financiamientos por parte del Ministerio de Ciencia y la Agencia de Investigación, Desarrollo e Innovación. Brindo entonces por más oportunidades, por un país que construya y no destruya, que incluya y no excluya, en el cual la ciencia, la tecnología y la innovación sean una oportunidad para contribuir a reducir la brecha de inequidad, y muchísimas más oportunidades para pacientes. Ese sin duda debe ser nuestro norte”.
En la ocasión, el ministro Filmus comenzó su discurso saludando “que esté el ex ministro Barañao porque los que defendemos la ciencia tenemos que estar, poner el hombro, porque lo que nos parece obvio no lo es tanto”. Además, destacó “el liderazgo y capacidad de Rabinovich” y su voluntad de quedarse en Argentina “a pesar de los momentos difíciles que pasó en los 90”.
“Hoy parece que podemos encontrar un camino para poner la ciencia al servicio de la gente. Esto justifica el por qué es una inversión estatal, porque tiene que servir a todos. Esto también es generar trabajo, y que las empresas de base tecnológica tengan un destino en nuestro país”, continuó el titular de la cartera científica. “Si logramos esas coincidencias, que se traducen en leyes como la de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, ley de bio y nano tecnología, por mencionar algunas, fueron todas votadas por unanimidad. Ahí tenemos un plexo normativo para defender y vamos a lograr que Argentina deje de lado las políticas pendulares”, finalizó.
Durante el lanzamiento de GALTEC, la presidenta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) Ana Franchi, expresó “Para mí como presidenta del CONICET es un orgullo vivir y acompañar este momento. La ciencia la hacemos entre investigadores, investigadoras, becarios, becarias, técnicos, técnicas y el personal administrativo, también la vinculación y la comunicación de los logros que tenemos. Una frase que quiero destacar que le escuché al doctor Eduardo Charreau quien comentaba que cuando estaba decidiendo si volver o no al país, el doctor Houssay en una carta le decía: ‘La ciencia no tiene patria, pero los investigadores e investigadoras sí la tienen’. Así que quiero darle reconocimiento a la decisión de Gabriel de desarrollar su carrera en Argentina”. Además, Franchi agradeció a Rabinovich y a todo su equipo de trabajo por visibilizar la importancia de la ciencia y la tecnología en el país”.
Y agregó: “Esta empresa va a impactar en la vida de las personas. La importancia de un investigador del CONICET como Gabriel que junto a otros científicos y científicas y articulando con otros actores se puso al hombro esta empresa en una semana como esta, donde a través de la investigación básica y fundamental con fuerte apoyo del Estado tiene trabajos que son reconocidos a nivel internacional y que posiblemente lleguen a productos que van a impactar en la salud de las personas es para destacar”. Además, la presidenta del CONICET remarcó la relevancia de la sinergia público privada.
“La verdadera excelencia se logra no solo cuando se consiguen los premios más importantes sino también cuando el conocimiento resuelve problemas sociales. Nos alegra especialmente este logro que es el resultado de un trabajo de muchos años, donde vimos transformarse una idea apoyada desde un PICT en una nueva empresa de base tecnológica, lo cual resalta la importancia de todos los instrumentos que tiene la Agencia para promover una ciencia y tecnología con impacto en la Argentina”, señaló Fernando Peirano, presidente de la Agencia I+D+i.
GALTEC: cada vez más cerca de los pacientes
Como muchos investigadores, Rabinovich siempre tuvo el deseo de que sus trabajos científicos pudieran ayudar a mejorar la vida de pacientes. En ese sentido, la creación de GALTEC es un paso importante hacia la concreción de aquella vieja aspiración. Sin embargo, siempre consideró que la única forma de que ese objetivo se pudiera cumplir era primero hacer investigación fundamental rigurosa, que sirviera de base al desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas: “A lo largo de tres décadas, tras identificar la presencia Gal-1 en el sistema inmune, logramos determinar muchas de las funciones de esta proteína en diferentes escenarios patológicos y fisiológicos. La creación de GALTEC tiene como principal misión transformar todos estos descubrimientos en tecnologías y productos que puedan impactar en la sociedad y mejorarle la vida a la gente”, expresó.
Aumentar la expresión de Gal- 1 podría ser necesario frente al desarrollo de enfermedades autoinmunes -como esclerosis múltiple, artritis reumatoidea o diabetes- en las que, según han mostrado distintas investigaciones del laboratorio, la deficiencia en esta proteína podría ser causa de que se desregulen los circuitos tolerogénicos y el sistema inmune ataque tejidos funcionales del propio organismo, con importantes daños para la salud y la calidad de vida del paciente. Bloquear Gal-1, en cambio, podría ser necesario frente a ciertos cánceres, en los que se ha probado que la elevada expresión de Gal-1 ayuda a los tumores a escapar a la respuesta de los linfocitos T del sistema inmune, así como a crear vasos sanguíneos que les permiten abastecerse de nutrientes y oxígeno para poder crecer y diseminarse.
Tras tres décadas de investigación básica que permitieron determinar la importancia de Gal-1 en distintas patologías, así como la eficacia terapéutica de bloquear o estimular su expresión en modelos de diferentes enfermedades, Rabinovich, junto con colegas y colaboradores, decidieron que era el momento de abocarse al desarrollo de estrategias terapéuticas. Con esos objetivos en mente, entre otros, fundaron formalmente GALTEC. En este sentido ya han desarrollado y presentado candidatos para la inhibición de Gal-1. Aunque los primeros anticuerpos monoclonales anti Gal-1 que usaron en distintas investigaciones eran de naturaleza murina, en un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) este año ya usaron, probaron y caracterizaron un anticuerpo humano.
“Este anticuerpo monoclonal permite bloquear Gal-1 e inhibir su actividad angiogénica e inmumo-supresora, y tiene un alto grado de especificidad que le permite reconocer a Gal-1 pero no a otros miembros de la misma familia de proteínas”, indicó Rabinovich. Este desarrollo tuvo como protagonistas a dos cofundadores de GALTEC, Juan Manuel Pérez Saez y Pablo Hockl, investigador y personal de apoyo del CONICET en el IBYME respectivamente. Alejandro Cagnoni, investigador del Consejo en el IBYME y asesor científico de la empresa, fue el responsable de la caracterización funcional y biofísica del anticuerpo monoclonal neutralizante.
Poder desarrollar una variante de Gal-1 que al administrarse compense su deficiencia ha sido complejo -de acuerdo con la palabra de los especialistas-. Sin embargo, indicó Rabinovich, gracias al aporte de expertos en química, modelado, e investigación clínica, como el propio Cagnoni, Santiago Méndez Huergo, Santiago Di Lellay y Karina Mariño, investigadora del CONICET y asesora de GALTEC, se está en camino a poder sortear los inconvenientes planteados. Estos trabajos han sido realizados en colaboración con referentes argentinos como Darío Estrin y Julio Caramelo.