El Gobierno de Entre Ríos prohibió “fiestas electrónicas ilegales” en una isla frente a Rosario
|La secretaria de Ambiente de Entre Ríos, Rosa Hojman, suspendió mediante una resolución en forma “preventiva, total y temporal” cualquier actividad en el parador Wakeland, propiedad del empresario ganadero Enzo Federico Vignale, que el fin de semana pasada convocó a una “fiesta electrónica ilegal” en el establecimiento ubicado a la vera del corredor Rosario-Victoria, dentro de un área de reserva natural y “violando normas ambientales”.
La medida, a través de la Resolución Nº 100 de la Secretaría de Ambiente, fue comunicada este jueves a Vignale y Mónica Elsa Cisneros, quien también figura como propietaria del predio ubicado al costado de la ruta nacional 174, a la altura del kilómetro 7,3 donde se encuentra la primera “bajada” del puente interprovincial yendo de Rosario a Victoria. Eso es dentro de la Reserva de Usos Múltiples y Área Protegida Islas y Humedales de Victoria. El área cuenta con un plan de manejo que prohíbe actividades como las promocionadas por Wakeland.
El portal ERA Verde publicó que la decisión oficial se apuró ante el conocimiento de que para este lunes 12 de febrero estaban convocando a otro encuentro “rave”. Si se constata esa nueva irregularidad, señala el texto ministerial, se pondrá en conocimiento de la misma a la Fiscalía de Estado de Entre Ríos.
La Resolución, a la vez, fue enviada a la Municipalidad de Victoria, con jurisdicción en la zona, y al Juzgado Federal de Victoria. Precisamente en este último, había ingresado una denuncia de organizaciones ambientales entrerrianas y rosarinas ante la convocatoria en redes sociales para la fiesta electrónica de la semana pasada.
La presentación fue difundida en un comunicado con la firma, entre otros, de El Paraná no se Toca, Somos Humedal Victoria, Salvemos los Humedales Villa Constitución, Taller Ecologista y la Multisectorial Humedales Rosario.
Con la denuncia, la Justicia Federal ordenó el allanamiento, secuestro de equipos de sonido y luces instalados en el parador, pero una vez que la fiesta ilegal se realizara. Desde temprano, el sábado, quienes circulaban por la conexión Rosario-Victoria podían ver las grandes carpas blancas y los baños químicos ya instalados para el evento. El domingo, los organizadores se negaron a suspender la actividad e impidieron el acceso de la Brigada de Ambiental que había llegado por la presentación ante el juez federal Federico Martín.
La resolución de la Secretaría de Ambiente entrerriana señala que la actividad organizada por el parador “no es solo de por sí riesgosa para el ambiente, sino que, además, en el caso concreto, se han provocado daños ambientales al ecosistema del Área Protegida como surge de los hechos constatados” el domingo pasado. El documento destaca que los eventos como el último, otros anteriores y el anunciado para el lunes próximo, no cuentan con “la correspondiente certificación, provocando daño ambiental y riesgo ambiental significativo”. Pro eso, sigue, “resulta necesario aplicar el principio preventivo a fin de que no se realicen actividades riesgosas y dañinas para el ambiente hasta tanto se pueda determinar que estas no afectan significativamente el entorno”.
Wakeland, reincidente
Wakeland está en la isla Deseada, jurisdicción de la Municipalidad de Victoria. Y dentro de la RUM (Reserva de Usos Múltiples) Humedales e Islas Victoria, un territorio de 376.000 hectáreas sobre el que rige un plan de manejo que establece las actividades permitidas y prohibidas. La región fue creada por la ordenanza 2.185 del Concejo de Victoria como Área Natural Protegida en 2003. En 2019, la ley provincial de Entre Ríos 10.671 la declaró de la misma manera y la incorporó al Sistema Provincial de Áreas Naturales Protegidas. También, la clasificó dentro de la modalidad de manejo Reserva de Uso Múltiple, que entre otras interdicciones prohíbe el uso de agroquímicos.
Los colectivos ambientales que denunciaron la promoción de la fiesta del domingo pasado señalaron que el sonido de esos eventos se puede escuchar a una distancia de hasta 5 kilómetros, lo que sugiere un nivel que supera con creces los decibles permitidos según la normativa del plan de manejo. Y que implica, además de alterar la fauna del humedal, perjudicar a los pobladores isleños e incluso a emprendimientos cercanos que cumplen con los preceptos de cuidado del ambiente. Otras de las violaciones reiteradas son la concentración de personas que supera el aforo permitido, lo mismo que el ingreso de numerosos vehículos.
En julio del año pasado, el mismo parador organizó otras dos fiestas electrónicas. No eran las primeras, hubo otras denunciadas los sábados 12 y 26 de febrero de 2022. Ante las denuncias, el 23 de julio de 2023 hasta allí llegó personal de la Delegación Islas de Victoria y la Brigada contra el Abigeato de la Policía entrerriana. Fue cuando la fiesta estaba en etapa de “after”.
El ganadero Vignale es quien tiene una habilitación municipal para el funcionamiento como parador, con el nombre de fantasía Wakeland. Pero no figura como organizador de las fiestas porque pesa en su contra una cautelar de la justicia federal. Es que el 1° de julio de 2020, por un amparo ambiental del juez Federal 2 de Paraná, Daniel Alonso, en medio de las incesantes quemas en el humedal, se estableció “la prohibición absoluta de acciones humanas con capacidad para alterar el medio ambiente, especialmente la quema de recursos naturales, actividades que impliquen riesgo de incendio aún de carácter accidental; construcción de diques y terraplenes de cualquier naturaleza o realización de actividades que pongan en riesgo el ecosistema”. Lo que incluye las convocatorias con música, alcohol y consumos recreativos.
El evento denunciado el domingo pasado fue promocionado por Boiler Producciones. Varias organizaciones ambientales señalan al hijo del propietario del campo, Federico Andrés Vignale, como quien organiza las fiestas electrónicas ilegales en el Delta. Es la cara visible de Wakeland.
Fuente: Gentileza El Ciudadano&LaRegión.-