El general Milani negó en La Rioja acusaciones por delitos de lesa humanidad
Cesár Milani, flamante jefe del Estado Mayor del Ejército, se presentó en la justicia para negar “absolutamente” las acusaciones de presuntos delitos contra los derechos humanos cometidos durante la última dictadura militar.
“Tras haber sido autorizado ayer por el ministro de Defensa, Agustín Rossi, se presentó se presentó espontáneamente hoy ante el Juzgado Federal de La Rioja, a cargo de Daniel Herrera Piedrabuena”, informó el Ejército en un comunicado difundido por la agencia DyN.
El general de división tiene el objetivo de “ponerse a total disposición (del magistrado) negando absolutamente los presuntos hechos que se le atribuyen a través de algunos medios de comunicación”, agregó el texto.
Milani se presentó ante la justicia de La Rioja porque se desempeñaba como subteniente en el Batallón de Ingenieros de Construcciones 141 de esa provincia durante la última dictadura. En ese cargo, está sospechado de tener vínculos con la desaparición de Alberto Ledo, un joven de 21 años que cumplía el servicio militar obligatorio durante el Operativo Independencia en Tucumán en 1976.
La denuncia
Luego de las denuncias del senador por Jujuy Gerardo Morales y de un grupo de ex presos políticos riojanos acerca de la relación del flamante jefe del Estado Mayor del Ejército César Milani con la última dictadura y la desaparición del soldado Alberto Ledo, se sumaron las revelaciones acerca del insólito patrimonio en poder del general.
Según reveló Jorge Lanata, Milani declaró en 2010 una fortuna de $1.494.610, que creció en 2011 a $1.785.889, pese a que su salario del Estado pasó de $14 mil en 2010 a $15 mil en 2011.
Además, Milani es dueño de un Alfa Romeo Mito 2011 matrícula KCN 237 que está a su nombre en el registro de la propiedad automotor. El actual jefe del Ejército “olvidó” incluirlo en su declaración jurada, consigna Clarín.
Una mansión en el exclusivo barrio de La Horqueta en San Isidro también forma parte de los bienes del general desde 2010. En la declaración jurada de ese año declaró que pagó por esa propiedad, de 1.150 metros cuadrados, un millón y medio de pesos. Sin embargo, si se toma el valor de mercado y el tipo de cambio del dólar en 2010, ese inmueble no baja de los 600 mil dólares, es decir $2.600.000. En la casa de San Isidro asimismo realizó refacciones que incluyeron una cascada artificial.
Para justificar ante la Oficina Anticorrupción (OA) el origen de los fondos con los que compró la mansión, Milani dijo que lo hizo con la venta de un un departamento en Moldes 2376 piso 6, operación por la que declaró haber recibido $800 mil. Y, además, Milani registra la venta del departamento seis meses después a la compra de la casona de San Isidro.
La maniobra fue tan poco clara que hasta la OA debió pedirle aclaraciones: le pidió al entonces titular de la Jefatura II del Ejército (área de Inteligencia del que sigue a cargo hasta hoy) que aclarara con qué plata se había comprado esa mansión en La Horqueta y por qué no había declarado la compra de un Honda Fit en 2010. Pero ni aún con esos ahorros a Milani le cerraban los números. Entonces, dijo que había vendido su departamento de Belgrano, que sacó dos préstamos y usó $109.936 de la herencia de su padre.
En la última declaración jurada que tiene presentada, Milani dijo haber incorporado cuatro bienes en Cosquín, Córdoba, por herencia de su padre: un local comercial en Obispo Bustos 591, donde funciona una unidad básica del Frente para la Victoria que lleva el nombre de César Milani en honor a su padre, una casa en el barrio Los Carolinos valuada en $5.545 y otra en el barrio La Remembranza de $384 y un departamento declarado en $8.929. Sus ahorros pasaron a 60 mil dólares en efectivo. Los números volvieron a inquietar a la OA, que le envió una nueva intimación.