El dólar baja pero las tasas crean un interés atroz
|A fuerza de colocar una tasa de interés cada vez más elevada jornada tras jornada, después de mucho tiempo el Gobierno terminó una semana cambiaria completa en paz. Es que el dólar cayó el viernes, y en los últimos cinco días seguidos su precio acumuló una baja de 8,3%, por una mayor oferta de divisas y cierta retracción en la demanda. En cambio, la tasa de interés ya se ubica por encima del 73% anual. Honda preocupación en deudores de tarjeta y créditos como en potenciales tomadores de préstamos.
A través de las Letras Líquidas (Leliq) del Banco Central a 7 días, el Gobierno está captando los billetes nacionales en manos de los bancos para que los mismos no vayan a dolarizarse, una estrategia utilizada para calmar la tendencia alcista del tipo de cambio en un contexto en el escasea una considerable oferta genuina de divisas.
En este nuevo escenario, a lo largo de la semana, la tasa de interés ofrecida para seducir a las entidades y vender estos papeles fue cada vez mayor, debido a que el lunes pasado se ofreció 67,2%, pero luego fue incrementándose día tras día hasta alcanzar este viernes los 73,3%. Es decir, creció 6,1 puntos porcentuales en cinco ruedas.
Es decir, en la última jornada de la semana se adjudicaron Leliq a 7 días por $104.831 millones, a una tasa promedio de corte de 73,31%, la renta más alta hasta el momento, que llegó en algún caso a tocar un máximo de 74,1% en alguna postura.
De esta manera, en los cinco días de la semana el Banco Central ya colocó un total $436.000 millones de estos papeles entre las entidades financieras, para darles un incentivo monetario para que mantengan sus posiciones en pesos inmovilizadas.
Estas subastas seguirán siendo el eje de corto plazo de la política de la entidad reguladora dirigida ahora por Guido Sandleris, debido a que viene aclarando desde hace varias jornadas que “continuará realizando diariamente subastas de Leliq a 7 días para cumplir con la regla de crecimiento nulo del promedio mensual de la base monetaria que entró en vigencia el primero de octubre”.
En base a esta acción de política monetaria, en el segmento mayorista el precio de la divisa cayó 46 centavos (-1,2%) para cerrar a $37,84, lo que representa un descenso de 8,3% (unos $3,41 menos) en toda la semana, tras haber tocado el viernes anterior su precio máximo histórico de $41,25.
Si bien el volumen total negociado este viernes fue apenas superior al del jueves, se ubicó en u$s477,6 millones, una cifra considerada en el mercado como normal para la plaza doméstica.
“El estímulo para el desarme de posiciones y el ingreso de divisas generado por el alto nivel alcanzado por las tasas de interés justificaron la fuerte corrección de dólar en el segmento mayorista”, resumió el operador Gustavo Quintana de PR Cambios.
A ello se suma que el contexto mundial alentó la salida de capitales de los mercados emergentes, provocando apreciaciones en las monedas regionales, entre ellas el peso, como reacción a una mayor aversión al riesgo luego de que la tasa del Tesoro estadounidense a 10 años tocara el mayor nivel desde el 2011 a un máximo de 3,23%, a lo que se suman los temores a una guerra comercial internacional.
Todo ello se reflejó en las pizarras de las principales entidades que operan en la City, según el relevamiento del Banco Central, donde el promedio en ventanillas fue de $38,91 para la venta, cifra que representa un retroceso de 47 centavos respecto al día anterior.
En el Banco Nación, la cotización al público cayó 50 centavos para establecerse a $36,90 para la compra y $38,70 para la venta.
Respecto a los precios más elevados encontrados en la City entre los bancos para el billete estadounidense, se destacaron los $39,15 en HSBC, los $39,10 en el Galicia y los $39 en Santander y Supervielle.
Por su parte, en el mercado marginal, el blue se negoció sin cambios a $38, por lo que se ubicó 91 centavos por debajo (-2,3%) que el promedio minorista oficial.
En cuanto a los mercados de futuros, en el Rofex la cotización para diciembre de este año se ubicó en los $42,95 por unidad.
El total negociado a largo plazo fue de u$s615 millones, de los cuales más del 60% se pactó a octubre y noviembre a $39,30 y $41,30, con tasas de 54,2% y 59,6% anual, respectivamente.
Cabe recordar que esta semana debutó la banda de flotación establecida por el Banco Central para el tipo de cambio, en la que la divisa podrá moverse entre $34 y $44 sin intervención oficial. Pasado ese techo, el BCRA avisó que venderá un máximo de u$s150 millones diarios.
Al respecto, el ex ministro de Economía, Domingo Cavallo, criticó esta medida del BCRA: “El sólo mencionar la cifra de 44 pesos por dólar, en un mercado tan predispuesto a pensar que el precio del dólar siempre va a ser más alto, fue un gran error”, dijo.
Y agregó: “Por si eso fuera poco, se anunció que la intervención admitida a partir de ese precio no sería para evitar que siga subiendo, sino para abastecer al mercado con una cifra de 150 millones de dólares por día, a subastar fuera de la operación normal del mercado”.
“Y un error más grave aún, fue anunciar que los límites de la zona de no intervención se ajustarán diariamente a un ritmo del 3% mensual hasta fin de año, sugiriendo que el Banco Central está más preocupado por una eventual apreciación real del peso que por estabilizar el precio del dólar”, finalizó su crítica Cavallo al Gobierno.
En resumen, en la semana el Gobierno pudo quitarle atractivo a la divisa estadounidense por medio de brindarles solamente a los bancos una tasa de interés en pesos muy seductora, materializada en las Letras Líquidas (Leliq) a 7 días de plazo.
“Este método hace que mantener dólares en posición a los bancos no le resulta un buen negocio, y con una divisa que desde el lunes pasado se operó entre una banda de $38 y $39, la estrategia fue volcarse a pesos con un call money que se pactó a 66% y swaps cambiarios que se operaron en 63% por 4 días por el feriado en Estados Unidos del próximo lunes. Además, otros activos en pesos que tienen buen rendimiento”, resumió el operador Fernando Izzo de ABC Cambios.
Un hecho que preocupa a la City es que la emisión e impulso a la colocación de estas Letras Líquidas genere una nueva “bola de nieve” de vencimientos en pesos.
Al respecto, en base al programa monetario del Banco Central y las proyecciones del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), el stock de Leliq podría pasar de 2,3% a 4,3% del PBI desde ahora a mediados de 2019, “expansión que en parte se explica por el rescate de las Lebacs”, resume Mariano Devita, economista del IERAL de la Fundación Mediterránea.
Para aclarar que “el stock de Leliq podría llegar a representar un equivalente a 63% de la base monetaria en el transcurso del primer semestre de 2019”, aunque subraya que igual estaría lejos de representar un volumen “peligroso” como el que significó la “bola de nieve” que se ha formado con las Lebac.
Sobre todo, los analistas consideran que, en este contexto, no puede ser dañina la implementación de esta política monetaria de tasas altas, siempre y cuando sea pensada para estabilizar la situación económica en el corto plazo. Es decir, no sostener este plan mucho más allá en el tiempo.