El Consejo de la Magistratura volverá a 20 miembros
|La Cámara en lo Contencioso Administrativo federal declaró ayer la inconstitucionalidad de la ley que en 2006 redujo el Consejo de la Magistratura de 20 a 13 miembros. Una reforma que fue impulsada por Cristina de Kirchner cuando era senadora y primera dama y que para el kirchnerismo había sido importante porque reducía espacios correspondientes a fuerzas opositoras y a estamentos técnicos en los cuales al Gobierno le costaba hacer pie. Esto reforzaba el rol del Ejecutivo en el organismo colegiado.
El fallo que rubricaron los camaristas José Luis López Castiñeira y Luis Márquez establece retomar el modelo anterior que le otorga un rol central a la Corte Suprema de Justicia.
Es el segundo estiletazo de este fuero en 48 horas ya que el miércoles se declaró ilegal parte de la normativa de la Comisión Nacional de Valores. Tanto ese fallo como el de la Magistratura se conversaron largamente en la Corte y se materializaron en la Cámara en lo Contencioso. Una vez más queda demostrada la interlocución directa del camarista Sergio Fernández con los intereses del cuarto piso.
En el caso del fallo contra la CNV existía un plus porque esa decisión la firmó el camarista Jorge Morán que no le perdona al ahora auditor Julián Álvarez que su hijo (funcionario de la Corte) no haya sido designado camarista en San Martín. Conexiones y conflictos que bastan para entender que ambas cuestiones (Magistratura y CNV) tendrán una conclusión fácil de prever cuando lleguen a la Corte.
Estas arremetidas procesales han encontrado un correlato perfecto en el fuero penal y concretamente en el juzgado de Claudio Bonadío, quien en el lapso de tres días allanó el Banco Central, procesó al titular del PAMI e indagó al ministro de Salud. También hizo a tiempo de fotografiarse junto al camarista de la Casación Juan Carlos Gemignani, que fue premiado por una universidad privada. Gemignani fue removido del caso del pacto con Irán por una acción del Gobierno.
La reforma de la Magistratura en 2006 tuvo la anuencia de dos jueces que en ese entonces eran consejeros: Luis Cabral (que todavía lo es) y Manuel Caminos. Estos jueces de la lista Bordó del gremio de magistrados acordaron con el kirchnerismo del Senado, que conducía la actual Presidente, la reducción de la Magistratura a cambio de dos innovaciones muy concretas y que les eran directamente favorables: que los jueces pudieran integrar la comisión de Selección (de la cual estaban excluidos) y que se fusionaran en una sola, las de Disciplina y Acusación (esta última también la tenían vedada).
A cambio, la política tendría mayor control sobre el organismo. Era un buen momento para hacer este tipo de acuerdos: el kirchnerismo venía de arrasar en la Legislativa de 2005 y la economía se había estabilizado.
Ahora, con un Gobierno en retirada y una economía con todos los indicadores complicados, la oportunidad de volver al formato anterior asomaba como imperdible. Ese reclamo formal no provino de los jueces sino del Colegio de Abogados de la Ciudad, cercano a Mauricio Macri y que impulsó acciones para lograr este desenlace. Es la misma entidad que espera lograr una cautelar que invalide las designaciones del kirchnerismo en la Auditoría General de la Nación.
Más allá de la política, debe decirse, con 20 o con 13 miembros la Magistratura persiste como un organismo con un funcionamiento burocrático que nada aporta al fortalecimiento institucional para el cual fue concebido. Las razones esgrimidas para la reforma fueron el beneficio administrativo que significaba menor integración con menor gasto presupuestario y una distribución de tareas con garantía de mayor transparencia. Nada sucedió.
El fallo de ayer pone en agenda una cuestión sensible en materia de administración de Justicia: la Corte podría retomar su silla en la Magistratura lo cual debe conectarse con las declaraciones lapidarias de Ricardo Lorenzetti sobre el funcionamiento del organismo. El último juez de la Corte que ocupó un lugar allí fue Enrique Petracchi.
Para la política que viene tras la elección del domingo -gane quien gane- el fallo de ayer encierra una oportunidad interpretativa: así como el Consejo debería volver a su formato anterior de 20 asientos, la Corte podría retornar a su versión amplia de 9 ministros. La reducción de ambos entornos nació de la pluma de Cristina de Kirchner quien, por eso mismo, siempre se mostró renuente a avalar una ampliación de la Corte. Un entendimiento que ahora podría ser funcional al poder que emerja en la noche del domingo.