El clero de Paraná tuvo un “miércoles crismal virtual”
|Los sacerdotes de la arquidiócesis de Paraná mantuvieron el Miércoles Santo un encuentro virtual con el arzobispo, monseñor Juan Alberto Puiggari. Se trata de la primera experiencia de este estilo, que se ajusta a las medidas de aislamiento en el marco de la pandemia del coronavirus.
El presbítero Fabián Castro compartió las conclusiones de este Miércoles Santo distinto para el clero de Paraná. “Esta vez, a causa de la pandemia del Coronavirus, no se pudo realizar el encuentro físico. Tampoco la misa, que quedó pospuesta para más adelante… cuando se levante la cuarentena”, aclaró.
Sin embargo, pudieron hacer la comunión presbiteral con el arzobispo, detalló, “de una manera inimaginada hace sólo una semana atrás”.
Para participar de la reunión, que se realizó a través de la plataforma “Zoom”, los sacerdotes tuvieron que “amigarse” con la tecnología: En el debut de la modalidad virtual, “no entendíamos cómo conectarnos… cómo encender la cámara y el micrófono… cómo apagar el micrófono para que se escuche mejor… cómo participar”, explicó.
Superados los obstáculos tecnológicos, se dispusieron a centrarse en lo más importante: “el encuentro humano, fraternal, presbiteral” e incluso místico, en Dios y con los otros.
Presididos por monseñor Puiggari, más de 50 sacerdotes, incluyendo a quienes se encuentran fuera de la arquidiócesis, estuvieron presentes en la reunión, lo que la hizo “más rica que de costumbre”, consideró el presbítero Castro.
Oración y palabras del arzobispo
La reunión comenzó con la oración del salmo 116, a cargo del presbítero Carlos Cepeda. Luego, el arzobispo hizo una meditación espiritual para trabajar cada uno en la intimidad de su oración personal.
“Lo primero fue ayudarnos a tomar conciencia de que debemos tener un oído atento a lo que nos quiere decir Dios con todo esto que está pasando. ¿Hacia dónde va nuestro mundo, en la postpandemia? Sin lugar a dudas que estamos viviendo un cambio de época”, reflexionó el sacerdote.
“Sabemos que esto es acción de la Providencia, que siempre está marcada por la misericordia divina. Y lo que ocurre es signo de la necesidad de purificaciones que se deben desatar para tener un mundo más justo, donde se respete la dignidad de todos los seres humanos (desde su concepción hasta la muerte natural)… donde la ‘salud’ del planeta también sea respetada”, añadió.
En ese sentido, y para purificar la Iglesia desde las comunidades, monseñor Puiggari propuso cuatro “claves espirituales”.
Fuente: Prensa AICA.-