El campeón ganó…A lo Ciclista
|Arrancó la temporada 2011 del basquetbol asociativo paranaense Superior y solo hubo triunfos locales. El último campeón, Ciclista venció a Echagüe 61 a 53 no sin zozobra. Olimpia tuvo un papel discreto en su victoria ante Unión por 63 a 59. Talleres aplastó a Patronato 70 a 42 y el CAE fue más inteligente en el cierre para doblegar con angustia a Quique por 59 a 52.
El Apertura “Víctor Gastaldo” registró solo triunfos de los anfitriones. En el juego principal de ésta 1ª fecha, Ciclista superó con lo justo a un Echagüe que lo dominó hasta promediar el último capítulo.
Antes de ponerse la bola en acción competitivamente, hubo una brevísima ceremonia en la cual el “Flaco” Gastaldo, quien se mantiene guapísimo como si el tiempo no pasara para él, lanzó la primera bola al aire después de recibir el saludo de ambos planteles, como de los entrenadores y dirigentes de cada entidad.
La APB estuvo lógicamente representada por su presidente, Pascual Passarella y otros miembros de Mesa Directiva.
Una pena que no se contó con Voz del Estadio, para que la buena cantidad de aficionados y hasta varios de los jugadores, sepan que en el centro de la cancha el homenajeado era uno de los mejores basquetbolistas que dio Entre Ríos al baloncesto nacional, siendo querido y aún recordado a lo largo y a lo ancho de la república.
Era cuestión de arrendar un equipo al menos por media hora y hasta permitir que el “Flaco” y Passarella se dirijan a la concurrencia y protagonistas del espectáculo de fondo.
Otro detalle: el juego U17 terminó muy tarde y eso causó que el match entre el CCP y el AEC comience mucho después que los otros tres, lo cual impidió que los fotógrafos de los medios logren asistir a todos los escenarios.
Como en las finales
Ciclista arrancó complicado y terminó ganando con una reacción admirable. El “Bubu” Todone había causado estragos en el perímetro de Echagüe, y tanto el “Flaco” Isaac, como Esteban Bertonchini y luego Leo Catellotti influyeron bajo los cristales contra un adversario que erró muchísimo de Tres y lució tan nervioso como descompensado.
Mariano Passadore entendió que el negocio era bajar un cambio, cambiar la postura defensiva, pasar a una defensa zonal y especular con que la ineficacia del “Negro” permita contragolpes.
El sistema no falló y toda vez que la bola llegaba a Todone venían dinámicos ajustes, al igual que cuando entraba la pelota las líneas se replegaban con enorme actitud e intensidad.
La consistencia de ese esquema confundió a un Echagüe que en 20 minutos había anotado 34 puntos (14 y 20), para bajar notoriamente a 12 y 7 en tercer y último chicos.
Importantísimo por su derroche de energías resultó el “Colo” Lizarraga e internamente tributó mucho oficio Nicolás Almeida. Sin embargo, lo mejor del CCP llegó desde el banco con 33 tantos contra solo 10 de la bancada visitante.
Pese a airados reclamos de uno y otro bando, consideramos correcta la tarea de los jueces Martín Tesoro y Pablo Cabrol más allá de errores que no influyeron en el resultado final.
Para Ciclista queda la motivación de saber que pese a la baja de Luciano Garrone y al no poder debutar Carlitos Petrilli por lesión, HAY EQUIPO.
Para Echagüe, la bronca de saber que le faltó variables para romper la zona “Verde” y asimismo dejó una imagen algo frágil en cuanto a un puesto tan trascendente como el de base.
Miguelito Zandomeni volvió y está pagando el precio de la “inexperiencia” en cuanto al básquet APB. Mariano Passadore le puso una zona y sus hombres no lograron quebrarla, pero aparte, Ciclista expuso eso que no cualquiera tiene, un corazón enorme, una actitud ganadora propia de campeones.
“Azulgranas” en apuro
Olimpia sufrió demasiado para vulnerar a un enjundioso Unión de Crespo por 63 a 59. Oscar Bonell, el DT de los “Verdes” sólo contó con siete jugadores, sin embargo le produjo hondos trastornos a los paranaenses, subcampeones del Clausura 2010.
Unión tuvo tres ausencias por lesiones. Ramiro Gottig y Yamil Medrano (padecen esguince) y Franco Cechetti (molestias en los meniscos). A su vez Javier Díaz y Harold Vera todavía no están en condiciones de jugar porque recién arrancaron los entrenamientos de pretemporada el pasado miércoles; mientras que, por razones personales, tampoco dijo “presente” Eduardo Folmer.
Ya desde el principio los de la Capital Avícola triunfaron por 18 a 21 sustentado ese triunfo parcial por una defensa zonal de movimientos intensos que impedía lanzamientos cómodos, forzaba situaciones y gestaba contragolpes.
En el segundo chico todo se empardó aunque el nivel técnico del juego fue decayendo progresivamente a la par de decaer los números estadísticos. Albornoz habló con sus dirigidos en el vestuario y el CAO salió distinto a jugar los 10 de la media hora..
De hecho que de la mano de Francisco Geller el elenco capitalino remarcó diferencias con una defensa consistente que ya no permitió tanta soltura en el traslado de Carboni como negó espacios a Barreto. El 17-6 con que concluyó la etapa desnuda el crecimiento de uno y la caída estrepitosa del otro.
Sin embargo no hay que darlo nunca por muerto a Unión. Los crespenses entraron a jugar el último cuarto a matar o morir pero con dignidad y así se pusieron a tono para amenazar con llevarse los dos puntos del “Pietranera”.
Albornoz leyó a tiempo cuál era la tendencia, donde estaban los puntos neurálgicos del por qué esta falsa actuación de sus jugadores y con algunos cambios halló las respuestas válidas para quedarse con el triunfo.
La diferencia, notablemente, estuvo en el banco. Bonell casi no tuvo variables para uso confiable. Albornoz consiguió desde los sustitutos nada menos que 35 puntos, o sea más del 50 % del scorer total.
En el Parque se mataron
Quique llevó barra al estadio del Parque Urquiza y se hizo ver como sentir, pero no alcanzó el aliento estridente de sus hinchas, cayendo en un partido de bajísimo nivel técnico pero de alto voltaje por el temperamento esgrimido en un ir y venir de roces constantes, de fricciones al límite del golpe artero, ante un arbitraje que inteligentemente optó por el “siga…siga…” ya que de lo contrario algunas individualidades hubieran sido expulsadas.
Hubo momentos atractivos, interesantes, pero realmente los dos se propusieron que gane el más guapo aunque sin embargo, terminó ganando el más inteligente, el más práctico, acreditándose los del Parque un triunfo (59-52) que casi se va a Alsina 653 de no ser por el “Flaco” Schuab, el oficio de Lucio Martínez y mayores como mejores alternativas desde el banco.
El “Decano” creemos que se equivocó en el último cuarto cuando apostó más a la vorágine, al vértigo, a la actitud combativa que al básquet, y cayó confundido en sus propias redes al toparse con un CAE que no arrugó y que tampoco se desesperó ante instancias realmente muy exaltadas, como asimismo ejerció una defensa que restó por completo espacios y ángulos a un Pablo Veiga que en el cierre fue totalmente “secado”.
Elías y Bottazzi fueron objeto de innumerables críticas con las cuales no estamos de acuerdo, al menos con las esgrimidas en la clausura donde, insistimos, si los árbitros ejercían una labor justiciera al 100 % terminaban jugando uno x uno Dosebe vs. Musante.
Cada uno desde el banco vio “su” partido y es respetable pero en éste caso, no compartible más allá del aprecio personal que se pueda tener por cada DT o algunos jugadores.
La realidad es que en el gimnasio “Albinegro” no terminó peor por milagro.
Talleres sin compasión
Patronato no logró, entre el fin del buen clausura jugado y las vacaciones, conformar un equipo que no otorgue tantas ventajas como el del Apertura y así no solo que imposible fue cubrir la ficha valiosísima (para cualquier plantel….) de José Lenardón sino que tuvo otras bajas y no consiguió altas de relieve.
Talleres se aprovechó de ello, presentando casi el mismo plantel del 2010 por lo cual ganó en experiencia, en conocimiento entre las partes. Así, el “Rojo” vapuleó al “Sangre y Luto” por 70 a 42 e inclusive la diferencia pudo ser mayor.
Desde los primeros 10 el equipo de Gómez impuso su ley, con defensa de enorme actitud para llegar a cada ángulo de tiro “Santo” y corriendo toda vez que pudo. Monjes, Petenatti y Follonier fueron los titulares destacados y luego se agregó Octavio Gómez desde el banco. Si bien en el segundo cuarto y en el tercero los forasteros se animaron a preocupar al conjunto de Irigoyen y Feliciano, Talleres acomodó definitivamente las cosas en el último con otro castigo sin misericordia.
Por la visita solo Julián Jarupkin y Matías Cittadino pudieron zafar al reprobado en un debut que tal vez marque la tendencia de un elenco muy humilde que necesita como mínimo un par de fichas mayores más para estar compensado.