El “amigo” Trump “le hará precio a Milei”: impondría a la Argentina el 10% de aranceles para sus importaciones

El llamado “Día de Liberación” ha llegado, anunció el presidente Donald Trump en la Casa Blanca y lanzó este miércoles un masivo paquete arancelario “recíproco” que subirá las tarifas al menos un 10% a todos los productos que ingresen a territorio estadounidense y mucho más a decenas de países que tienen gran déficit con Estados Unidos, una medida que tendrá un profundo y caótico impacto en el comercio mundial, mientras las naciones afectadas se alistan para aplicar represalias.
En una ceremonia formal en el Jardín de las Rosas, donde suelen anunciarse políticas de Estado fundamentales y que este miércoles lucía repleto con todo su gabinete presente e invitados especiales, Trump dio a conocer al fin su plan que tiene el objetivo de poner el mismo nivel de tarifas de los productos que EE.UU importa y los que exporta a cada país.
Trump dijo que muchos países han atacado a Estados Unidos con “barreras no monetarias”, como la manipulación de la moneda, los subsidios, los impuestos exorbitantes y el robo de propiedad intelectual por décadas. “Por décadas el país fue saqueado”, dijo. Y anunció que este miércoles 2 de abril es el día de “nuestra declaración de independencia económica” y lo describió como uno de los momentos más importantes en la historia de Estados Unidos.
Trump mostró una tabla con 25 de los países que serán más afectados por la iniciativa de Trump en donde se veía a China, que recibirá un 34% de aranceles; la Unión Europea con 20%, Vietnam con 46%, Taiwán con 32%, Japón con 24%, India con 26%, Corea del Sur con 25% y otros más.
La Argentina no fue mencionada en esa lista por Trump, pero si no consigue ninguna exención tendrá una suba base de 10% a los productos que exporta a EE.UU., como el resto de los países. El canciller Gerardo Werthein se reúne este jueves en Washington con Jamieson Greer, el jefe del United States Trade Representantive (USTR) y buscará revisar los números del comercio bilateral para lograr algún acuerdo que alivie a los productos argentinos.
“Era de oro”
Trump dijo que esta medida traerá una “era de oro” para Estados Unidos, y que “los empleos y las fábricas volverán rugiendo a nuestro país” y que generarían “billones y billones de dólares para reducir nuestros impuestos y pagar nuestra deuda nacional”.
Al aplicar el esquema de “tarifas recíprocas”, Trump dio por desechado otro plan que también estuvo en análisis como la aplicación de un arancel general de 20% a todos los productos que ingresen a Estados Unidos.
Los expertos advierten que una guerra tarifaria no solo podría golpear el crecimiento global sino también y la inflación en la primera potencia.
Europa ya había advertido que respondería. “No queremos necesariamente tomar medidas de represalia” pero “tenemos un plan sólido para hacerlo si es necesario”, advirtió la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
En Taiwán, el ministro de Asuntos Económicos Kuo Jyh-huei dijo que “nuestras contramedidas han sido evaluadas y analizadas: por ejemplo, cómo reaccionaríamos a un arancel del 10%” o “del 25%”.
Algunos confían en obtener exenciones, como Vietnam, que ofreció reducir sus aranceles aduaneros sobre una serie de productos. Japón anunció la creación de 1.000 “ventanillas de consulta” para ayudar a las empresas y espera conseguir un trato indulgente. El Reino Unido busca “un acuerdo económico”, declaró el martes el primer ministro británico, Keir Starmer.
Los ataques de Washington al libre comercio empujan a países a acercamientos estratégicos. Durante el fin de semana, China, Japón y Corea del Sur anunciaron su intención de “acelerar” sus negociaciones para un acuerdo de libre comercio. Y altos cargos europeos pidieron fortalecer los lazos entre la Unión Europea (UE) y Canadá.
El de este miércoles fue el paso más extremo de la guerra arancelaria de Trump. Desde que el 20 de enero regresó a la Casa Blanca, ha aumentado las tarifas en un 20% a productos de China, una 25% a parte de los de México y Canadá, un 25% sobre el acero y el aluminio a nivel global y ahora lanza los aranceles recíprocos.
Pero la ofensiva no termina. Trump anunció también que entrará en vigor en la madrugada del jueves un arancel adicional del 25% a los automóviles y componentes fabricados en el extranjero. Teóricamente habrá una excepción: los vehículos ensamblados en México o Canadá estarán sujetos a un impuesto del 25% sólo sobre la parte de piezas sueltas que no procedan de Estados Unidos.
Todas estas nuevas reglamentaciones generan un ambiente de caos que ya comenzó a afectar el consumo y los economistas encienden las señales de alarma. Predicen que la suba de tarifas va a generar inflación en Estados Unidos y un posible freno al crecimiento.
Sin embargo, habrá que ver cómo reaccionan los estadounidenses cuando el precio de los automóviles y otros productos básicos escalen y las tasas de interés permanezcan altas para frenar la inflación. Las encuestas indican que, si bien el presidente tiene un alto nivel de aceptación por su política migratoria, un 53% de los habitantes desaprueba el manejo de la economía por parte de Trump.