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El adiós de Sionista: una pérdida irreparable para la Liga

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Asombrados, estupefactos, atónitos. Así quedamos tras anunciarse oficialmente la escisión definitiva (¿?) del básquet profesional de Sionista. Una tristeza mucho más movilizante que la pérdida de categoría. El descenso pegó fuerte; esto es un golpe de efectos irreparables. Una pérdida insalvable. La Liga DESilusiona.

 

La impactante noticia requiere una urgente toma de consciencia por parte de todos los estamentos del básquet argentino.

Se retira una de las franquicias más ordenadas en tres décadas de Liga Nacional. La historia dirá que fueron varias las abdicaciones pero ninguna en estas condiciones. Inclusive, hubo franquicias que nacieron y desaparecieron con un paso tan exitoso como fugaz.

 

Sionista abandona el Circuito Profesional sin deberle un peso a nadie. Cumpliendo desde hace dos décadas con cada uno de sus deberes de modo ejemplar, siendo un paradigma o el ideal directriz a emular por el resto de los clubes.

Más allá de pretensiones; agentes, representantes, jugadores, técnicos reconocieron a Sionista como “la plaza” distinguida por su virtuosa o íntegra administración de recursos.

 

La declinación da síntomas síntomas de hastío, de hartazgo. Y deja un mensaje indeleble luego de ser magnífica usina laboral con una pulcra organización.

Es inobjetable que el desgaste sistémico implicó tan fulminante sentencia.

 

Si bien todos están absortos con las finales de Conferencia en los dos niveles de la competencia AdC, la infausta novedad debería inducir a una profunda reflexión.

Acaba de dimitir uno de los asociados de mayor predicamento. Con todos sus números impecables. Absolutamente distinto a tantos que se fueron por la puerta de atrás, con millonarias deudas y conflictos de toda índole.

 

Hemos leído innumerables tuits (obviamente, vía Twitter) y posteos de Face en los cuales, sobre todo periodistas, opinan al respecto.

Nada hemos apreciado desde esferas dirigenciales como pocos técnicos y jugadores se han pronunciado.

 

Nos alarma la aparente indiferencia. Desiste de seguir participando una franquicia que hizo de la prolijidad un dogma.

Pareciera que a la Asociación de Clubes poco o nada le interesa y circunscribe la referencia en su web a un mínimo espacio en el Sector del TNA con la propagación nimia del parte de prensa surgido desde la entidad paranaense.

 

Y si algún imbécil minimiza la coyuntura, será porque su ignorante mentalidad le impide comprender que hay mucho más que un mero asunto presupuestario o que el descenso fue el estigma determinante de la medida adoptada.

Nos atrevemos, quizás temerariamente, a presuponer que la decisión se venía desentrañando desde antes de los Playoffs por la Permanencia. Por ende, si en la cancha se defendía positivamente la continuidad, idéntica determinación podría haberse ejecutado.

 

Y no es especulación… Es convicción que algo se partió, se quebró en el apasionado y noble corazón de Benjo Svetliza, regidor de este riquísimo proceso.

Lo competitivo queda al margen… Y, en verdad, mucho ya hemos hablado de lo estrictamente deportivo, de aprobaciones y críticas, de elogios y reparos, mientras otros no se animaban y/o animaron a decir lo que nosotros -desde tan humilde espacio- sí enunciamos. Lo que otros optaban, preferían satirizar en asados, reuniones diversas, coloquios de café y/o hasta en charlas de tribuna en segmentos del básquet vernáculo o doméstico.

 

Quizás ese fue el gran débito de la franquicia… Saber discernir grados de lealtad, incluso en el seno mismo de la estructura. Saber descifrar situaciones y/o circunstancias para evitar deterioros de imagen absolutamente remediables recurriendo a las medidas oportunas e ineludibles.

Y no lo dijimos una vez… Fuimos asesores. No se supo interpretar o captar nuestros mensajes.

 

La Liga DESilusiona. Daría la sensación de hacerse todo para recrear los ‘70/’80  (’76 al ’83) en los cuales Capital Federal monopolizaba la trascendencia de proyección internacional.

De hecho, la célebre Liga del Ruso (Najnudel) terminó siendo el gran negocio de unos pocos que desde su misma creación están instalados en la cúspide, y hacen y deshacen a su antojo…

 

Pero es muy loco, o hasta contradictorio… salvo Ferro (’89, ‘85/’86), Boca (1997, 2004/07) o cercano a la Capital, San Andrés en la 1ª edición (1984), la corona de Liga tuvo mayoría de reyes del Interior (Córdoba, Mar del Plata, Santiago del Estero, Corrientes, Sunchales, Comodoro Rivadavia, Rafaela, Olavarría, Venado Tuerto, General Pico, San Luis).

Y siempre imperó la gobernación porteña… Tan singular, como extravagante.

 

Y un dato saliente… la mayoría de los campeones (por no decir todos…) tuvieron un mecenas empresarial o una muy fuerte apoyatura política.

Pero lo discordante o incompatible es ver cuantas incoherencias se registraron con la plena complicidad de cada “socio” que no se rebeló ante la incongruencia y/o hasta injusticia.

 

Sí, hubo amagues de cismas, pero todo sigue igual, o peor… Más paradójica y absurda que nunca. Como hasta hubo una “premiación” para Eduardo Bazzi que terminó en el baloncesto FIBA luego de ser resistido y vilipendiado por tantos.

Benjamín Svetliza no lo expresa, pero tal vez coincide en nuestra visión. Por eso nos imaginamos que se hartó de tantos contrasentidos y pegó el portazo.

 

Estamos tristes… Fueron innumerables nuestros artículos que pudieron ser decodificados con sagacidad y animarse al riesgo de propender a un cambio.

Paraná se quedó sin Liga, pero la Liga se quedó sin una plaza logísticamente espléndida y un miembro intachable.

 

Posiblemente, haya dirigentes satisfechos de haberse sacado de encima ese “accionista” irreprochable. El silencio sepulcral lo dice todo…

Nos invade una desolación, un dolor indescriptible. La pena es insondable porque estuvimos junto a Sionista desde el inicio en la Etapa Federativa y en las dos últimas temporadas ya no lo acompañamos como antes. Pese a jamás dejar de cubrir un juego, nuestra presencia en el campo mermó rotundamente por razones de salud o incompatibilidad laboral, siguiéndolo sí vía Streaming, uno de los muy pocos aciertos de la nueva gestión AdC.

 

Entre tanta consternación, al menos surge el consuelo en cuanto a que -probablemente- el básquet de Paraná vuelva a unirse y a encolumnarse tras Echagüe y su aspiración de volver a la máxima categoría. Eso sí… Nos gustaría que, así como Benjo Svetliza tuvo la valentía de decir “basta” y no postrarse ante un imperio irracional de quienes dirigen la AdC, la dirigencia del AEC fortalezca, apuntale, consolide su posicionamiento y proponga una reestructuración del TNA en contar con un ascenso más y otros detalles que resguarden sus inobjetables derechos.

De lo contrario, será un seguir participando tan costoso como infructuoso.