Echegaray renunció a la AGN
Se suele decir que “el peronista sólo acompaña hasta la puerta del cementerio”: Ricardo Echegaray ahora puede dar fe de ello. Entre la espada (la Justicia) y la pared (un PJ que ya postula a su reemplazante), el cuestionado ex titular de la AFIP presentó su renuncia a la Auditoria General de la Nación (AGN). En el organismo contralor nada cambió con la novedad: desde junio que el funcionario había sido suspendido por tres meses por la jueza Claudia Rodríguez Vidal, del Juzgado Contencioso Administrativo Federal 3, ante una cautelar de la diputada Elisa Carrió.
“Viva la Patria!!! Nos llevamos puesto a Echegaray!”, celebró en Twitter ayer Carrió, socia de Cambiemos pero crítica desde el primero momento del nombramiento del ex sabueso K en el sillón reservado a la oposición. Su nombre fue impulsado por Cristina Fernández de Kirchner, avalado por el Partido Justicialista pero oficializado con las firmas de la vicepresidenta Gabriela Michetti y el titular de Diputados, Emilio Monzó, líderes de ambas cámaras del Congreso.
“Motiva el presente allanarle el camino al Partido Justicialista poder gestionar mi reemplazo en el cargo, habida cuenta que las cuestiones sobre las que estoy rindiendo cuentas en la justicia federal insumen tiempos prolongados para su decisión de forma esclarecedora”, escribió Echegaray en una formalísima carta fechada ayer y dirigida al reciente titular del PJ, el diputado José Luis Gioja.
Ni lerdo ni perezoso, o a sabiendas de que le llegaría correspondencia, el ex gobernador de San Juan había fijado un cónclave con mandatarios provinciales, incluido el senador Miguel Angel Pichetto, en el Hotel Savoy para hablar, entre reclamos por el tarifazo y la confabulación para partir los bloques legislativos del FpV-PJ, del reemplazante en la AGN. No se oficializó una propuesta por no ser una reunión formal del Consejo. Al punto que no fue invitado el vice peronista, Daniel Scioli, castigado por no avisar que iría al Instituto Patria a ver a la ex Presidenta el día anterior.
Entre el nombramiento de Echegaray y su renuncia, más allá de las presiones de Carrió y los vaivenes judiciales, con varias causas investigándolo, con indagatoria en agenda por la presunta evasión fiscal de $ 8 mil millones del empresario Cristóbal López, fue la implosión del FpV-PJ con el escándalo de otro López (José, el del convento y los u$s 9 millones), lo que terminó truncando la carrera como opositor del ex AFIP. Hace un mes, en el peronismo que busca olvidarse rápido del kirchnerismo, se promueve la candidatura de Oscar Lamberto. Sin oponer resistencia en el neo-PJ, la postulación del santafecino es vendida por su curriculum: ya estuvo en el organismo cuando lo comandaba el radical Leandro Despouy como uno de los auditores oficialistas que mejor sorteó las presiones de la Casa Rosada frente a los informes que complicaban la misma gestión K.