Duro frente judicial afronta a Flybondi, que sacude a la ANAC

Los problemas operacionales y financieros que Flybondi exhibió en los últimos meses se materializaron esta semana en una consecuencia judicial para la aerolínea. Tras una denuncia del fiscal federal Carlos Rivolo, la compañía quedó en el ojo de la tormenta junto a la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).
El señalamiento de Rivolo estuvo referido a presuntas irregularidades relacionadas a la habilitación de instalaciones de mantenimiento que Flybondi tiene en Ezeiza. El caso estalló tras la publicación de un artículo del sitio especializado Aviación Argentina, donde se reveló que los talleres involucrados habían sido previamente “congelados” por ANAC a raíz de distintos problemas que ponían en jaque la calidad operacional.
Según la investigación periodística, la medida de ANAC no habría sido respetada en su totalidad por Flybondi, compañía que llevó adelante igualmente tareas de mantenimiento en diversos aviones. Una acción potencialmente grave a nivel institucional ya que habría implicado una desobediencia directa a la entidad reguladora.
La denuncia de la Justicia fue dirigida contra el CEO de Flybondi, Mauricio Sana y la Administradora Nacional de Aviación Civil, ANAC, Julia Cordero por presunta infracción del artículo 190 del Código Penal (poner en peligro la seguridad de una aeronave). Al mismo tiempo, fueron señalados diversos funcionarios del organismo estatal y otros integrantes de la empresa afectados a las áreas técnicas.
Hace meses Flybondi comenzó a sufrir una crisis operacional. Con una serie de cancelaciones y reprogramaciones diarias, la compañía que llegó como abanderada del plan “Cielos Abiertos” durante la administración de Mauricio Macri cayó entre la consideración de los consumidores e incluso tuvo que enfrentar sanciones públicas, como la que le impuso el Gobierno bonaerense.
Esa turbulencia operativa, sumada a otros inconvenientes, llevaron a ANAC posar la lupa sobre la empresa. Entre las irregularidades encontradas estuvieron los problemas detectados en el área de mantenimiento, donde se habrían señalado distintos eventos relacionados al orden y trazabilidad de repuestos, el respeto de los esquemas de reparaciones indicadas por los fabricantes y herramientas fuera de condiciones.
Tras constatar el estado de situación, ANAC habría procedido a la suspensión de las tareas de mantenimiento para Flybondi en los talleres ubicados en Ezeiza. Sin embargo, la empresa habría proseguido con dichos trabajos en al menos tres aeronaves, cuestión que el ente regulador habría conocido. Esto último fue lo que terminó implicando a ANAC en la denuncia. Según el señalamiento de la investigación periodística, se permitió la operación de las aeronaves afectadas a pesar del incumplimiento presuntamente ejecutado.
Tanto desde ANAC como desde Flybondi destacaron en distintos medios que la seguridad operacional de los aviones nunca fue puesta en riesgo. Sin embargo, el caso supone un antecedente de alto impacto para ambas partes. Al respecto, el organismo intervenido por Julia Cordero aseguró que la aerolínea fue notificada para rectificar el mantenimiento de las aeronaves afectadas y que, una vez constatado el cumplimiento de ello, se permitió la operación de las mismas. Una versión que defendería el accionar gubernamental. Mientras tanto, desde Flybondi apuntaron a un proceder documentado y dentro del marco legal. Así, la empresa estaría en condiciones de explicar sus movimientos ante la Justicia.