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Diógenes de Urquiza y su lamentable sincericidio: con el sello de Cambiemos

En una nota que no deja de sorprender por la sinceridad no exenta de excesiva altanería, Dióegenes de Urquiza, el hombre designado para reemplazar a Carlos MacAllister al frente de la Secretaría de Deportes, dijo que va a implementar más ajustes, que es “muy malo” administrando plata y sugirió que los deportistas “vayan a laburar”. Hubo otras fecundas frases, pero impactó por su postura soberbia, altiva. Así estamos con este Gobierno nacional, de espaldas al Pueblo.

 

“Mirá: Yo soy muy malo para administrar mi plata, pero la que no es mía, para sacármela, me tenés que matar. Me tenés que justificar cada cosa. Y además, los que quieran sacar ventajas, tienen la desventaja que yo vengo de 35 años de deporte”, dijo al ser entrevistado por el diario Olé sobre los gastos de la cartera.

 

En cuanto a las becas a los deportistas, dijo que tienen que dejar de pedirle al Estado como si fuera su “papá” y que salgan a “laburar” para conseguir sus propios auspicios.

 

Consultado sobre si su “ideal es privatizar” oscureció más de lo que aclaró: “No, no. La función del Estado no se la puede sacar nadie. Lo que no puede ser es que el deporte solo viva del Estado, es una locura. Hay muchas empresas que nos pueden ayudar. No puedo entender eso de ‘vamos a pedirle al Estado’. ‘Papá, dame plata’. ‘No, andá a laburar, ya tenés 21 años…’”.

 

Sobre el ajuste brutal que sufrió la Secretaría dijo que “con el presupuesto hacés lo que podés. Si viene alguien y me pide diez actividades, y bueno, yo le puedo dar cuatro”.

Vale la pena aclarar… Coincidimos en muchos conceptos que vierte De Urquiza en https://www.ole.com.ar/poli/diogenes-urquiza-secretaria-deportes_0_TLId5_92E.html En verdad, hay vicios de la Política Deportiva argentina que deben erradicarse.

 

Pero criticamos esencialmente su arrogancia. Asume una actitud pedante para nada constructiva. No se equivoca en ciertos posicionamientos. El deporte nacional requiere de profundas transformaciones, pero con vanidad, con jactancia no se va a ningún lado. Más bien, todo lo contrario. Hace rato la Secretaría de Deportes necesita una metamorfosis no solo a nivel nacional sino a lo largo y ancho de la Patria Profunda.

 

Sin embargo, poses presumidas, engreídas como las de Diógenes de Urquiza, caen mal; muy mal.